Pide que se corrija a sí mismo
Para regenerar la Catolicidad
Y dicen que habrían influido en su elección
En la página del Gran Oriente de Italia, se ha publicado una inaudita recomendación de la Masonería al Papa Francisco: "Si antes de pretender corregir a la Iglesia Católica se corrige Ud., podrá ser artífice de la regeneración Católica."
No alcanzábamos a salir del asombro ante tamaño audacia, cuando nos preguntamos de qué debe corregirse el Santo Padre.
Según los masones, de haber combatido el maridaje homosexual (no tienen en cuenta que según se dice él prefería una solución de compromiso: las uniones civiles), y de haber apoyado al último gobierno militar argentino.
Para ayudar a Francisco a ser el Papa que ellos desean, le alcanzan un programa: "renovar y actualizar, en un sentido todavía más progresista, el patrimonio espiritual y filosófico del Concilio Vaticano II."
Esta frase que puede ser interpretada a piacere (recordar las palabras de Benedicto XVI sobre el Concilo virtual), significa para los masones:
- Defender la diversidad (quieren decir la homosexualidad).
- Terminar con el celibato de los sacerdotes.
- Promocionar el amor libre.
- Elevar a la mujer al sacerdocio, al Episcopado e, inclusive, al Papado.
- Aceptar la fecundación in vitro, la Eutanasia y ¿el aborto?.
- Tolerar la herejía y la heterodoxia.
- Organizar la Iglesia democráticamente, terminando con el Papa Rey.
Curiosamente Mons. Piero Marini se ha pronunciado a favor de las uniones civiles homosexuales y ha propuesto la eliminación del poder supremo del Papa ¡según lo mandado por el Concilio Vaticano II! ¿Tendrá alguna relación con estos "hermanos"?
Curiosamente también, y como una muestra pública de su poder -a lo cual son ahora tan afectos-, dan a entender, en la misma publicación que consideramos, que han ejercido influencia en el Cónclave para la elección de Francisco
"algunos Hermanos cercanos al GOD (Gran Oriente Democrático) aseguran haber contribuido de alguna forma, indirectamente, incluso al interior del cónclave por medio de “amigos fraternos”, para que se eligiera a un hombre capaz de regenerar la Iglesia Católica y de beneficiar a la sociedad humana planetaria en su totalidad."
Por lo que vamos viendo, las fuerzas revolucionarias de variado pelaje que saludaron estruendosamente la elección de Francisco, pasada ya la euforia de los primeros días, le empiezan a exigir que muestre con obras que su entusiasmo no ha sido en vano.
Seguramente el Papa los defraudará por completo, implementando medidas diametralmente opuestas a las solicitadas por ellos. ¿O acaso se habrán pensado que la Iglesia va a seguir los planes del secular enemigo?
El Gran Oriente Democrático saluda al nuevo Papa Francisco y le pide que se corrija a sí mismo, antes que a la Santa Iglesia Romana. Haciéndolo así, podrá ser quizá el artífice de la regeneración de la Catolicidad. En caso contrario, se anuncia a un Pontífice “Gattopardo”[1]: llegado a cambiar todo para no cambiar nada.
El Gran Oriente Democrático saluda afectuosamente a Jorge Mario Bergoglio y se congratula con él también por la adecuada selección del nombre papal: “Francisco”: un homenaje (el primero que conjunta de un modo tan explícito de parte del sumo vértice eclesiástico, después de tantos siglos) al Santo de Asís, desde siempre símbolo de sobriedad, dulzura, simplicidad, desprecio de las pompas mundanas carentes de sustancia evangélica, amor apasionado por la naturaleza y sus criaturas, espiritualidad intensa y auténtica.
Es más, Bergoglio es el primer papa jesuita de la historia.
Como sabemos, la historia de los jesuitas era muy distinta antes de que se convirtiera en Prepósito General Pedro Arrupe (1907-1991, prepósito de 1965 a 1983); otra muy distinta aún bajo la guía de este extraordinario “Papa Negro” (así se llama comúnmente al Superior General de la Compañía de Jesús) progresista; aún más distinta desde el abandono de Arrupe y hasta el 2008 (Prepósito General de 1983 al 2000: Peter Hans Kolvenbach, un conservador moderado); de nuevo bajo una línea potencialmente progresista con el Generalato actual de Adolfo Nicolás Pachón.
En resumen, si durante tantos siglos que van del XVI a la primera mitad del XX, los Jesuitas han representado siempre una vanguardia cultural y diplomática refinadísima en la reelaboración de las conquistas de la modernidad en clave doctrinal y pastoral antimodernista y tradicionalista, constituyéndose de hecho como la “Quinta Columna” reaccionaria de la Iglesia Católica, a partir de la guía de Pedro Arrupe (hijo e intérprete auténtico del Concilio Vaticano II), la música ha cambiado.
Teología de la Liberación aparte (la cual tendremos que precisar un poco mejor algún día), los Jesuitas se han transformado en la Orden religiosa mejor preparada, cultural y espiritualmente, para dialogar con la sociedad abierta contemporánea: es decir, con una sociedad laica, liberal, pluralista, tolerante y democrática, al menos en Occidente y sus alrededores. Por lo tanto, si añadimos la ascendencia simbólica con la tradición franciscana (la elección de llamarse Francisco, el primer Papa con este nombre) y también la ascendencia efectiva con la Compañía de Jesús de fines de siglo XX, el pontificado de Jorge Mario Bergoglio parece haber comenzado bajo los auspicios más idóneos.
Sin embargo, no faltan las sombras.
En el ámbito del Gran Oriente Democrático podemos decir en breve que existen en este momento tres posturas con respecto al nuevo obispo de Roma y pontífice Francisco.
La primera posición es aquella de los que consideran que será un Papa innovador y progresista.
Para sostener esta tesis, algunos Hermanos cercanos al GOD (Gran Oriente Democrático) aseguran haber contribuido de alguna forma, indirectamente, incluso al interior del cónclave por medio de “amigos fraternos”, para que se eligiera a un hombre capaz de regenerar la Iglesia Católica y de beneficiar a la sociedad humana planetaria [sic] en su totalidad.
Estos precisan que el Cardenal Bergoglio había sido patrocinado en el cónclave del 2005, ni más ni menos que por el Cardenal Carlo Maria Martini: "Ahora que las celebraciones retóricas y las condolencias altisonantes han dejado lugar al silencio y a la metabolización del luto, Gran Oriente Democrático saluda con afecto al Hermano Carlo Maria Martini, que ha pasado al Oriente Eterno." - Ver AQUÍ.
El silogismo es el siguiente: si el ciertamente progresista Martini apoyaba a Bergoglio, entonces también Bergoglio será reformador e innovador de diversas cuestiones relevantes, como lo habría sido Martini si alguna vez hubiera obtenido la tiara (en sentido simbólico: esta toca de tres coronas no se utiliza ya desde 1963).
La segunda postura es más o menos la nuestra, la de algunos Hermanos que están escribiendo eventualmente y/o en cada caso, aprobando directamente este artículo.
Nosotros sostenemos que Jorge Mario Bergoglio tiene mucho que corregirse a sí mismo, antes de poder acceder de un modo increíble a algún programa regenerador de la Santa Iglesia Romana.
Y no nos referimos solamente a cuanto se declara en el siguiente artículo: El nuevo Papa Bergoglio: la dictadura el pasado, artículo del 13 de marzo de 2012 por Angela Nocioni para IL FATTO QUOTIDIANO [2], sino también a las palabras tontas e infames empleadas por el mismo Cardenal Bergoglio durante la aprobación, por parte del Parlamento argentino, de la normativa que introduce la posibilidad del matrimonio homosexual. Citamos las declaraciones del entonces Arzobispo de Buenos Aires en Wikipedia (que en este caso se refiere puntualmente a las fuentes mencionadas):
“Bergoglio ha tenido forma de expresar su posición sobre la homosexualidad y de rebatir la enseñanza de la Iglesia Católica en materia de prácticas homosexuales, considerándolas como intrínsecamente inmorales. El entonces cardenal, junto con la condena de tal comportamiento, subrayó también la importancia de mantener el respeto por las personas homosexuales.[33]
En el 2010, con ocasión de la nueva normativa sostenida por el gobierno argentino, que volvió a dar equivalencia legar entre los matrimonios heterosexuales y los de compañeros homosexuales, el arzobispo de Buenos Aires se opuso firmemente al proyecto definiendo la ley como un “gesto del diablo” y afirmando que estaba en juego la identidad y la supervivencia de la familia misma, compuesta por padre, madre e hijos [34][35]. En una carta las Hermanas Carmelitas de Buenos Aires, Bergolgio escribió [36][37][38]:
«El pueblo argentino se tendrá que enfrentar en las próximas semanas a una situación, cuyo éxito puede herir gravemente a la familia (…), el proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: padre, madre e hijos. Se pone en juego la vida de tantos niños discriminados por anticipado, pues están privados del crecimiento humano que Dios ha querido dar por medio de un padre y una madre. Se pone en juego un rechazo explícito de la ley de Dios, incrustada en nuestros corazones.»
«No debemos ser ingenuos: no es sólo una lucha política, es la afirmación destructiva del plan de Dios. No es sólo un proyecto de ley (esto es sólo el instrumento), sino un gesto del padre de la Mentira que busca confundir y engañar a los hijos de Dios. Hoy el país necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo, que ponga la luz de la verdad frente a las tinieblas del error. (…) Santa Teresa suplique al Señor que envíe Su Espíritu Santo sobre los senadores que deben dar su voto. (…) Recordemos lo que Dios dijo a su pueblo en un momento de gran angustia: esta guerra no es suya, sino de Dios”».
Hélo aquí.
¿Puede un individuo que se expresa con este estilo y con este contenido ser el pionero de una renovación de la Catolicidad?
¿Puede ser considerado como progresista, quien aún se opone a reconocer los derechos civiles universales de los individuos, a prescindir del sexo y de la orientación sexual?
¿Qué tan creíble es que el Espíritu Santo sople vigorosamente sobre la cabeza de quien, como mínimo (porque como máximo, según las investigaciones del influyente periodista Horacio Verbitsky, tendría una responsabilidad mucho más vergonzosa) no declaró fuerte y claro su desacuerdo en la época de la dictadura argentina de Videla, Massera & Company?
Todas las cuestiones, sobre las que no queremos dar respuesta definitiva, nos dejan muy perplejos y pesimistas sobre el futuro del nuevo pontificado.
De hecho es posible que aquello que realmente se quiere sea sólo un poco de retórica neo-franciscana, condimentada con reiterados paternalismos moralizantes contra el dinero, el poder y la corrupción generalizada del Mundo que habría contaminado también a la Iglesia, a lo cual se añadiría quizá alguna acción estridente y con un efecto tal que pudiera complacer a los fieles más imbéciles y bobalicones.
Cualquier medida y cualquier acción imprevista pseudo-edificante que, al igual que la obra multisecular y ejemplar de algunos exponentes (aunque no todos) de la Orden Franciscana instituida en 1209, pudiera sostener eficazmente a la todavía más arrogante de las jerarquías eclesiásticas en perseguir la hegemonía e influencia a nivel temporal.
De hecho, para regenerarse verdaderamente, la Iglesia Católica necesitaría renovar y actualizar en un sentido todavía más progresista el patrimonio espiritual y filosófico del Concilio Vaticano II.
Lo cual significaría implementar una Iglesia caracterizada por el amor incondicional hacia todos: por la bienvenida, la promoción y la defensa de la diversidad; por la generosidad desinteresada; por la facultad del matrimonio y/o de una vida sexual libre para los sacerdotes; por un patrimonio doctrinal menos “sexofóbico” [sic] y misógino (que genera monstruos, infelicidad afectiva e hipocresía); por la igualdad de mujeres y hombres para acceder al sacerdocio, al episcopado e inclusive al papado; por la reconsideración en su totalidad de las diferentes posiciones asumidas con relación a los problemas tales como la fecundación asistida, la eutanasia, la libertad de la investigación científica, varios derechos civiles negados, la tolerancia a la herejía y de la heterodoxia, etc.; por la reorganización en forma de asamblea, pluralista y democrática de todo el Cuerpo Místico de Cristo, abandonando para siempre la ideología del “Papa Rey Absoluto”.
¿Un proyecto como este se encuentra en las verdaderas intenciones del Papa Francisco? Es lícito dudarlo.
La tercera postura, entre Nosotros [sic], es sobre todo la del Hermano Gioele Magaldi, quien sostiene muy pragmáticamente, “Poco importa, si no sólo de manera historiográfica, disertar largamente sobre lo que el jesuita Jorge Mario Bergoglio ha sido o no ha sido hasta aquí, ha hecho o no ha hecho hasta aquí. Yo me reservo la valoración sobre lo que hará o no hará en el presente o en el futuro. Si habrá sido un farsante, no dejaré de denunciarlo; si, al contrario, se revela como un revolucionario/reformador positivo de las teorías y de las prácticas que actualmente conducen mal a la Iglesia, no dejaré de alabarlo y de apreciarlo”.
Por el momento, suspendamos nuestro análisis con las palabras salomónicas del venerabilísimo Maestro Magaldi [sic].
Y para complementar nuestras ideas, remitimos a nuestros lectores a meditar también las siguientes, interesantes contribuciones:
“Forza Papa Francesco”, articolo del 14 marzo 2013 by Francesco Maria Toscano per IL MORALISTA.
“Dalla Fine del Mondo”, articolo del 14 marzo 2013 by Emanuele Bellato per IL MORALISTA
[1] Nota del Traductor: El gatopardismo es un concepto político según el cual en determinados momentos históricos se hace necesario crear una apariencia de cambio revolucionario con el fin último de que la base, el núcleo del sistema, permanezca incólume e inalterado. Este concepto está extraido del libro de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, “El Gatopardo”, una obra maestra de la literatura que también fue trasladada al cine de manera excepcional por el director Luchino Visconti.
[2] Dé click AQUÍ para leer el artículo: “Il nuovo papa Bergoglio: la dittatura argentina e le ombre sul passato”, articolo del 13 marzo 2012 by Angela Nocioni per IL FATTO QUOTIDIANO
El Gran Oriente Democrático saluda afectuosamente a Jorge Mario Bergoglio y se congratula con él también por la adecuada selección del nombre papal: “Francisco”: un homenaje (el primero que conjunta de un modo tan explícito de parte del sumo vértice eclesiástico, después de tantos siglos) al Santo de Asís, desde siempre símbolo de sobriedad, dulzura, simplicidad, desprecio de las pompas mundanas carentes de sustancia evangélica, amor apasionado por la naturaleza y sus criaturas, espiritualidad intensa y auténtica.
Es más, Bergoglio es el primer papa jesuita de la historia.
Como sabemos, la historia de los jesuitas era muy distinta antes de que se convirtiera en Prepósito General Pedro Arrupe (1907-1991, prepósito de 1965 a 1983); otra muy distinta aún bajo la guía de este extraordinario “Papa Negro” (así se llama comúnmente al Superior General de la Compañía de Jesús) progresista; aún más distinta desde el abandono de Arrupe y hasta el 2008 (Prepósito General de 1983 al 2000: Peter Hans Kolvenbach, un conservador moderado); de nuevo bajo una línea potencialmente progresista con el Generalato actual de Adolfo Nicolás Pachón.
En resumen, si durante tantos siglos que van del XVI a la primera mitad del XX, los Jesuitas han representado siempre una vanguardia cultural y diplomática refinadísima en la reelaboración de las conquistas de la modernidad en clave doctrinal y pastoral antimodernista y tradicionalista, constituyéndose de hecho como la “Quinta Columna” reaccionaria de la Iglesia Católica, a partir de la guía de Pedro Arrupe (hijo e intérprete auténtico del Concilio Vaticano II), la música ha cambiado.
Teología de la Liberación aparte (la cual tendremos que precisar un poco mejor algún día), los Jesuitas se han transformado en la Orden religiosa mejor preparada, cultural y espiritualmente, para dialogar con la sociedad abierta contemporánea: es decir, con una sociedad laica, liberal, pluralista, tolerante y democrática, al menos en Occidente y sus alrededores. Por lo tanto, si añadimos la ascendencia simbólica con la tradición franciscana (la elección de llamarse Francisco, el primer Papa con este nombre) y también la ascendencia efectiva con la Compañía de Jesús de fines de siglo XX, el pontificado de Jorge Mario Bergoglio parece haber comenzado bajo los auspicios más idóneos.
Sin embargo, no faltan las sombras.
En el ámbito del Gran Oriente Democrático podemos decir en breve que existen en este momento tres posturas con respecto al nuevo obispo de Roma y pontífice Francisco.
La primera posición es aquella de los que consideran que será un Papa innovador y progresista.
Para sostener esta tesis, algunos Hermanos cercanos al GOD (Gran Oriente Democrático) aseguran haber contribuido de alguna forma, indirectamente, incluso al interior del cónclave por medio de “amigos fraternos”, para que se eligiera a un hombre capaz de regenerar la Iglesia Católica y de beneficiar a la sociedad humana planetaria [sic] en su totalidad.
Estos precisan que el Cardenal Bergoglio había sido patrocinado en el cónclave del 2005, ni más ni menos que por el Cardenal Carlo Maria Martini: "Ahora que las celebraciones retóricas y las condolencias altisonantes han dejado lugar al silencio y a la metabolización del luto, Gran Oriente Democrático saluda con afecto al Hermano Carlo Maria Martini, que ha pasado al Oriente Eterno." - Ver AQUÍ.
El silogismo es el siguiente: si el ciertamente progresista Martini apoyaba a Bergoglio, entonces también Bergoglio será reformador e innovador de diversas cuestiones relevantes, como lo habría sido Martini si alguna vez hubiera obtenido la tiara (en sentido simbólico: esta toca de tres coronas no se utiliza ya desde 1963).
La segunda postura es más o menos la nuestra, la de algunos Hermanos que están escribiendo eventualmente y/o en cada caso, aprobando directamente este artículo.
Nosotros sostenemos que Jorge Mario Bergoglio tiene mucho que corregirse a sí mismo, antes de poder acceder de un modo increíble a algún programa regenerador de la Santa Iglesia Romana.
Y no nos referimos solamente a cuanto se declara en el siguiente artículo: El nuevo Papa Bergoglio: la dictadura el pasado, artículo del 13 de marzo de 2012 por Angela Nocioni para IL FATTO QUOTIDIANO [2], sino también a las palabras tontas e infames empleadas por el mismo Cardenal Bergoglio durante la aprobación, por parte del Parlamento argentino, de la normativa que introduce la posibilidad del matrimonio homosexual. Citamos las declaraciones del entonces Arzobispo de Buenos Aires en Wikipedia (que en este caso se refiere puntualmente a las fuentes mencionadas):
“Bergoglio ha tenido forma de expresar su posición sobre la homosexualidad y de rebatir la enseñanza de la Iglesia Católica en materia de prácticas homosexuales, considerándolas como intrínsecamente inmorales. El entonces cardenal, junto con la condena de tal comportamiento, subrayó también la importancia de mantener el respeto por las personas homosexuales.[33]
En el 2010, con ocasión de la nueva normativa sostenida por el gobierno argentino, que volvió a dar equivalencia legar entre los matrimonios heterosexuales y los de compañeros homosexuales, el arzobispo de Buenos Aires se opuso firmemente al proyecto definiendo la ley como un “gesto del diablo” y afirmando que estaba en juego la identidad y la supervivencia de la familia misma, compuesta por padre, madre e hijos [34][35]. En una carta las Hermanas Carmelitas de Buenos Aires, Bergolgio escribió [36][37][38]:
«El pueblo argentino se tendrá que enfrentar en las próximas semanas a una situación, cuyo éxito puede herir gravemente a la familia (…), el proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: padre, madre e hijos. Se pone en juego la vida de tantos niños discriminados por anticipado, pues están privados del crecimiento humano que Dios ha querido dar por medio de un padre y una madre. Se pone en juego un rechazo explícito de la ley de Dios, incrustada en nuestros corazones.»
«No debemos ser ingenuos: no es sólo una lucha política, es la afirmación destructiva del plan de Dios. No es sólo un proyecto de ley (esto es sólo el instrumento), sino un gesto del padre de la Mentira que busca confundir y engañar a los hijos de Dios. Hoy el país necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo, que ponga la luz de la verdad frente a las tinieblas del error. (…) Santa Teresa suplique al Señor que envíe Su Espíritu Santo sobre los senadores que deben dar su voto. (…) Recordemos lo que Dios dijo a su pueblo en un momento de gran angustia: esta guerra no es suya, sino de Dios”».
Hélo aquí.
¿Puede un individuo que se expresa con este estilo y con este contenido ser el pionero de una renovación de la Catolicidad?
¿Puede ser considerado como progresista, quien aún se opone a reconocer los derechos civiles universales de los individuos, a prescindir del sexo y de la orientación sexual?
¿Qué tan creíble es que el Espíritu Santo sople vigorosamente sobre la cabeza de quien, como mínimo (porque como máximo, según las investigaciones del influyente periodista Horacio Verbitsky, tendría una responsabilidad mucho más vergonzosa) no declaró fuerte y claro su desacuerdo en la época de la dictadura argentina de Videla, Massera & Company?
Todas las cuestiones, sobre las que no queremos dar respuesta definitiva, nos dejan muy perplejos y pesimistas sobre el futuro del nuevo pontificado.
De hecho es posible que aquello que realmente se quiere sea sólo un poco de retórica neo-franciscana, condimentada con reiterados paternalismos moralizantes contra el dinero, el poder y la corrupción generalizada del Mundo que habría contaminado también a la Iglesia, a lo cual se añadiría quizá alguna acción estridente y con un efecto tal que pudiera complacer a los fieles más imbéciles y bobalicones.
Cualquier medida y cualquier acción imprevista pseudo-edificante que, al igual que la obra multisecular y ejemplar de algunos exponentes (aunque no todos) de la Orden Franciscana instituida en 1209, pudiera sostener eficazmente a la todavía más arrogante de las jerarquías eclesiásticas en perseguir la hegemonía e influencia a nivel temporal.
De hecho, para regenerarse verdaderamente, la Iglesia Católica necesitaría renovar y actualizar en un sentido todavía más progresista el patrimonio espiritual y filosófico del Concilio Vaticano II.
Lo cual significaría implementar una Iglesia caracterizada por el amor incondicional hacia todos: por la bienvenida, la promoción y la defensa de la diversidad; por la generosidad desinteresada; por la facultad del matrimonio y/o de una vida sexual libre para los sacerdotes; por un patrimonio doctrinal menos “sexofóbico” [sic] y misógino (que genera monstruos, infelicidad afectiva e hipocresía); por la igualdad de mujeres y hombres para acceder al sacerdocio, al episcopado e inclusive al papado; por la reconsideración en su totalidad de las diferentes posiciones asumidas con relación a los problemas tales como la fecundación asistida, la eutanasia, la libertad de la investigación científica, varios derechos civiles negados, la tolerancia a la herejía y de la heterodoxia, etc.; por la reorganización en forma de asamblea, pluralista y democrática de todo el Cuerpo Místico de Cristo, abandonando para siempre la ideología del “Papa Rey Absoluto”.
¿Un proyecto como este se encuentra en las verdaderas intenciones del Papa Francisco? Es lícito dudarlo.
La tercera postura, entre Nosotros [sic], es sobre todo la del Hermano Gioele Magaldi, quien sostiene muy pragmáticamente, “Poco importa, si no sólo de manera historiográfica, disertar largamente sobre lo que el jesuita Jorge Mario Bergoglio ha sido o no ha sido hasta aquí, ha hecho o no ha hecho hasta aquí. Yo me reservo la valoración sobre lo que hará o no hará en el presente o en el futuro. Si habrá sido un farsante, no dejaré de denunciarlo; si, al contrario, se revela como un revolucionario/reformador positivo de las teorías y de las prácticas que actualmente conducen mal a la Iglesia, no dejaré de alabarlo y de apreciarlo”.
Por el momento, suspendamos nuestro análisis con las palabras salomónicas del venerabilísimo Maestro Magaldi [sic].
Y para complementar nuestras ideas, remitimos a nuestros lectores a meditar también las siguientes, interesantes contribuciones:
“Forza Papa Francesco”, articolo del 14 marzo 2013 by Francesco Maria Toscano per IL MORALISTA.
“Dalla Fine del Mondo”, articolo del 14 marzo 2013 by Emanuele Bellato per IL MORALISTA
LOS HERMANOS DEL GRAN ORIENTE DEMOCRATICO
(www.grandeoriente-democratico.com)
[2] Dé click AQUÍ para leer el artículo: “Il nuovo papa Bergoglio: la dittatura argentina e le ombre sul passato”, articolo del 13 marzo 2012 by Angela Nocioni per IL FATTO QUOTIDIANO
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27 comentarios:
después de leer lo sostenido por los "venerables hermanos" y por las demandas que por aquí suelen vociferar los progres ¿le queda a alguien alguna duda de donde abrevan los modernistas con su programa de "apertura al mundo"? lo expresado por los masones sigue siendo como siempre el más puro paganismo, el más rancio humo de satanás y la mismísima doctrina del anticristo.
Si F no pega el golpe y no hace rápido la consagración, lo van a dominar y ya va a ser tarde.
•Tolerar la herejía y la heterodoxia.
eso me parece que ya lo hacen.
con el agravante que excomulgan a la Tradición.
Mas hablan los del gran orien mas se ponen en evidencia.
Sigan, sigan parloteando a ver si los progres por fin de dan cuenta de quién está detrás de su propia doctrina.
Maurice Caillet, Yo fui masón. Es un libro que escribió un francés que estuvo en esa organización y se convirtió en Lourdes.
Una idea muy buena, que no se entiende como se les escapó de expresar a los Hermanos Tres Puntos, sería la de volver a entronizar en los altares a la imágenes de la Diosa Razón. Ello contribuiría a difundir, aún más, el espíritu de un sano ecumenismo. Y sería una prueba de apertura, dejando el oscurantismo de tantos y tantos años. Fdo. Esculapio Charlatani, teólogo disidente de la Universidad Confusionista de la localidad de Giles
Callate hijo de tu prostituída inteligencia provocador del demonio.... entronizate ya sabés que asquelapio.
Anónimo de 12.55: Quiero creer que su contestación es tan burlona como la clara ironía que surge del comentario del anónimo de 08.01. Nadie puede tomar en serio lo que dijo uno ni otro. En cualquier caso, lo principal de la cuestión ha quedado a un costado, y es que la "recomendación" comentada no ha merecido mayores comentarios ni reparos.
El coqueteo con la masonería no es gratis, sino vean cual es el actual estado de la UCA (pontificia!!!). Dicho estado se lo debemos a Georgium Marium que pa-re-ce es el nuevo Papa. Mismo estado que el de los seminaristas que se siguen formando en esa casa.
En cualquier momento se instituye Cábala I y II como materias curriculares y nombran a Aguinis, Kovladoff y al rabino amigo como jefes de cátedra.
PD: capítulo aparte las otras Universidades y Colegios que se dicen católicos donde las materias religiosas o de catequesis parecen buscar la duda como método y el sentimentalismo como objetivo, todo con música de "Color esperanza" de Dieguito Torres.
Seguramente que lo ayudaron en su campaña (luego agrego alguna cosa mas en el articulo donde se lo ve a Benedicto,que en mi opinion, es el ultimo Papa verdadero).
Tambien lei el libro de Caillet.
Aca a la cuestion masonica, presente sin duda en su eleccion, hay que agregarle la cuestion personal.
Recomiendo leer :
el jefe psicopata del psiquiatra Hugo Marietan de la UBA...
Basta con leer la introduccion y el capitulo 1, algo mas de 30 paginas nada mas.
El retrato es imperdible.
Ni me hable D de la catéquesis y la musiquita mistonga, si la habré padecido.
Disculpe 15:14 es que ni en ironía tolero que digan que se profanen los altares, con solo pensar lo que hicieron en Francia me pone mal, pero mal en serio.
Cómo es eso D, que Bergoglio "pa-re-ce" que es el nuevo Papa? Va a empezar Ud. también con los signos de pregunta, como su amigo "Wishful thinking" Habemus Papam???
Anonimo, aca no se trata de deseos sino de realidades.
El señor Bergoglio violo el secreto por omision por lo menos...
Cuestion aparte, que feliz debe estar el señor Jaime Smart , civil inocente preso, gracias a la campaña pro terrorista de Perez Ezquivel, Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Juan Cabandie, que tan buenas migas han hecho con Bergoglio en estos dias, el cual les prometio que cuenten con EL para encontrar desparecidos.
Smart, cuenta con Bergoglio ?
X del 24 de abril de 2013 00:42,
cómo le va?, tanto tiempo!.
La esposa del César no solo debe serlo sino también pa-re-cer-lo.
Mire que con su falta de argumentación permanente en sus respuestas a Habemus, lo pueden llamar socio de los "castaways of the being".
Slds cordiales.
Vanas y falsas acusaciones, Habemus Papam (sin pregunta), sin ningún tipo de respaldo probatorio fehaciente, meras teorías conspirativas (podría hacerle el aguante a Dan Brown), fruto trasnochado de su deseo de que Francisco no fuese Papa. Que Ud. esté convencido de lo que dice no lo hace "indudable" ni "irrefutable". No resiste análisis. Si fuese como Ud. dice, por qué nadie que comparta sus ideas y esté mejor posicionado que Ud. planteó nada de esto en el lugar y el tiempo adecuado? Ha descubierto Ud. la rueda, por casualidad? Igual no se preocupe que no está solo, hay muchos por acá que comparten su fantasía. Como no soy quien para aconsejarlo, mejor siga el consejo y el pedido de nuestro Papa (sí, suyo también), rece por él...
Dicen que están rociando olor a oveja en el Vaticano porque solo se huele a lobo.
Seguiremos rezando por el.
Adrian Ventura, vaya al articulo de esta pagina donde esta Benedicto XVI, alli encontrara argumentos.
Hagame el favor de rebatirlos, le aseguro que se lo agradecere.
Aunque no me guste, es verdad que es mejor que haya un mal papa, a VER que no lo hay.
Lo que tiene de bueno VER lo que ha pasado es que se adquiere cierta paz.
Una buena :
El papa Francisco no vendrá a la Argentina este año.
El Vaticano anunció que el Sumo Pontífice sólo visitará a Brasil durante 2013; allí encabezará las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Gloria a Dios, un partido de fútbol menos si no viene.
Seguro no viene para no presenciar la guerra civil que se nos viene encima. En la que nos metió el y su doctrina lunfarda.
Mas que excelente la catequesis de Francisco de ayer 24 de abril.. que mas quieren algunos….
Anónimo de excelente nada, aca no importa lo que uno quiera sino defender lo que es y si le gusta la verdad mezclada con modernismo siga escuchándolo, yo escucho a G de Montfort y gente como el.
si al guno cree que la iglesia catolica con francisco o sin francisco apoyara todas esas cosas como el sacerdocio de las mujeres, el matrimonio homosexual o la eutanasia no sabe de que iglesia esta hablando
La Falsa Iglesia masónico -ecuménica de Paco, claro que apoya eso.Hasta la abolición de la Eucaristía
Filomena de Pasamonte
como que woytila no andaba juntándose con esa gente de los orientes, por algo tomaron tanto vuelo estos que opinan tan abiertamente casi dando órdenes luego del v ii.
Quién sino los papas posconciliares les soltaron a estos las amarras que los anteriores les habían puesto,
jaja anónimo 21:59 la conciliar, cual otra va a ser, la que "subsiste" .....
a manotazos de ahogado
la influenciada por el humanismo inmanentista masónico
la misma iglesia del beatrucho, faltaba mas los españoles tuertos estos, que pretenden ver con un solo ojo.......
a. En vez de la Consagración de Rusia, el Vaticano puso en escena otro encuentro de oración pan-religioso: el Día Mundial de Oración por la Paz, en Asís, el 24 de enero de 2002. Católicos, ortodoxos, protestantes, hinduistas, musulmanes, judíos, afroanimistas, budistas, sintoístas, confucianos, tenriquioístas y zoroastrianos fueron en tren desde el Vaticano hasta Asís, en aquello que L’Osservatore Romano denominó “un tren de paz”. Y todos los así llamados “representantes de las religiones del Mundo”, incluso un curandero-hechicero, predicaron sobre la paz mundial, desde un gran púlpito de madera, instalado en la parte inferior de la Plaza de la Basílica de San Francisco. Como parte del evento, cada una de las religiones no cristianas tuvo a su disposición una sala en el Sacro Convento de San Francisco, para realizar allí sus ritos paganos y orar por la paz a los más variados dioses y espíritus. Al final del encuentro, los “representantes de las religiones del Mundo” depositaron unas lamparillas encendidas sobre una mesa, como símbolo de su supuesto compromiso con la fraternidad interreligiosa y con la paz mundial, regresando a sus lugares de origen.
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