Hermano Tres Puntos

Crónica de la clausura de la Capilla

Sagrado Corazón de Jesús

Quinta Parte

Al final de la entrada se pueden oír las

palabras del padre Panaro después de interrumpir

la Liturgia de Corpus Christi

6 de Junio de 2010

(Audio 04' 22")

DESDE HACE UN MES NO HAY MISA EN EL SAGRADO CORAZÓN

Había paz en la comunidad de Santa Francisca Javier Cabrini hasta la llegada del nuevo párroco R.P. Antonio Panaro. Al decir de un Obispo, en la última fiesta de la santa en Noviembre de 2009, cada carisma estaba contenido dentro de la Comunión de la Iglesia: la Sede parroquial, la Capilla Sagrado Corazón y la Comunidad y Capilla Beato Juan XXIII. Hoy la concordia ha sido destruida por al menos tres puntos que abajo detallamos:

Punto Uno:

Desde hace más de quince años, alrededor de cien mujeres asistían a un breve y fructificante retiro de unas horas predicado mensualmente en la sede parroquial por sacerdotes del Opus Dei. Llegada la fecha del primero que debió acontecer luego de la puesta en funciones del nuevo párroco, las damas recibieron un aviso desde la parroquia indicando que la reunión acostumbrada se realizaría en una casa de la Obra, fuera del radio parroquial, distante más de 25 cuadras. Se les dijo que allí seguirían hasta que el P. Panaro evaluara y diera su autorización. Algunas recordaron que jamás había pasado una cosa así ante los cambios anteriores que, para el tiempo que lleva el grupo, fueron tres. La autorización no llegó nunca y la mayoría de las mujeres se quedaron con menos ayuda para sostenerse frente a los embates del Demonio, del mundo y de la carne.

Se ve que el P. Tony (como pide que lo llamen) vino con muchas ganas de barrer... todo lo bueno y con olor a Tradición que había.

Punto Dos:

Sobre la clausura de la Capilla Sagrado Corazón nuestros lectores ya están enterados. Si así no fuera, recomendamos la lectura de las últimas cuatro entradas. No abundaremos pues en detalles.

Solamente la tristeza de haber comprobado otra vez el pasado Domingo que, mientras las puertas de nuestra capilla siguen clausuradas, mientras los pastores que tanto nos dieron durante estos últimos cuatro años están silenciados, una banda de sectarios vestidos con traje llamaban, de dos en dos, a las casas de los vecinos para expandir el error.

Y ya que de sectas hablamos, el padre Panaro ha dicho (y esto lo tenemos perfectamente comprobado) refiriéndose a los “capillanos” del Sagrado Corazón: “son sectarios que matan con la verdad” Por eso no es de extrañar que sus íntimos digan que no somos católicos. Gentes poco advertidas de lo que pasa en la Iglesia actualmente y que aún conserva la buena disposición de creer todo lo que dice su pastor (lo cual resulta pésimo si acaso el pastor sea un lobo)

Por otro lado sus dichos son timbre de honor porque si alguien matare con la verdad, lo matado sólo puede ser la mentira. ¿Puede haber mayor mentira que llamar secta a una comunidad asistida por sacerdotes eminentes, uno de los cuales tiene el reconocimiento de todo el orbe católico, que participa de celebraciones dignas de San Pedro, que ha recibido la visita de su Obispo quien vino a celebrar la santa Misa el año pasado, que ha abierto las puertas de par en par haciendo la caridad de invitar hasta el cansancio a una liturgia de la que Buenos Aires carece casi por completo mientras el P. Panaro celebra habitualmente la santa Misa en forma ilícita, que ha llevado en procesión el Santísimo Sacramento bajo palio ocho veces para bendecir las calles de nuestro barrio mientras los parroquianos ya no recuerdan cuándo ha sido la última vez que fue sacado desde la parroquia?

Por todo estos actos sectarios, el P. Tony aplicó con brutalidad por segunda vez la poderosa escoba con que ha sido investido por la Jerarquía, según él mismo lo dice.

Punto tres:

Hace muchos años una viuda ya fallecida fundó un movimiento de laicas consagradas llamado Comunidad Juan XXIII, donando una casa dentro del radio parroquial para que sirviera de lugar de reunión de la comunidad de viudas que se consagraban prometiendo mantener ese estado. Con el tiempo pasó a ser también Capilla dedicada al Beato que dio su nombre a la congregación (si es que así puede llamársele) y acogió a señoritas que pasaron a vivir en la casa formando un grupo de nombre Convivencia. Allí también se decía la santa Misa los domingos con modos que podríamos llamar “carismáticos” y que últimamente viraron a más habituales.

El pasado Domingo 4, asistiendo en el lugar a la celebración, nos enteramos por boca del padre Francisco Delamer que el párroco había decidido integrar esa capilla y casa a la comunidad barrial disponiendo la salida de sus ocupantes. En realidad luego supimos de fuente confiable que “habían sido echadas como perros” (ver nota 3). Claro que estas pobres mujeres no tienen los medios de la modernidad a su disposición para levantar su voz en caso de que quisieran hacerlo.

La misa continuará. ¿Será porque allí no se usa el Latín, ni el canto gregoriano, ni la sotana, no se comulga de rodillas, no hay vivas a Cristo Rey ni se ha sacado jamás el Santísimo Sacramento? ¿O quizá porque mientras a esta capilla asisten no más de 10 o 15 personas mayores de 50 años, en el Sagrado Corazón “copada por los sectarios” desbordaba una multitud de jóvenes?

En uno de sus sermones pronunciados en la segunda mitad de la década de los 60 (17/07/66) el querido padre Leonardo Castellani se refirió a los Pseudoprofetas fundadores de herejías, es decir heresiarcas. Dijo que para reconocerlos siguiendo el consejo evangélico hay que estar atentos a sus frutos que son dos: su mala vida y las perturbaciones que producen en los demás, incluso perturbaciones sociales y nacionales a veces. Sabemos que al padre Tony no le da el “pinet” para ser un heresiarca y nada podemos asegurar sobre su vida. Pero no hay ninguna duda de lo que produce en los demás y en la comunidad a su cargo. Desasosiego, escándalo, tristeza y aún enfermedad. Varias personas que conocemos se han enfermado, no solamente del alma sino también del cuerpo a causa de los atropellos que ha cometido. Nos dicen que otras familias de su parroquia ya se han retirado y varios de sus íntimos colaboradores están pensando en dejarlo porque no aguantan los choques internos que él potencia.

La Jerarquía que lo ha encumbrado y, según sus propias palabras, lo avala, no puede permanecer impasible ante estos hechos; máxime considerando el desempeño que ha tenido en su anterior parroquia. Debe actuar rápidamente antes de que ocurran males mayores (si acaso es posible) confinando a este Pseudoprofeta en el lugar que le corresponde que no puede ser, con toda seguridad, la cátedra del pastor parroquial.

Nosotros mientras tanto, para dar cumplimiento a lo prometido, publicamos lo que dijo el Padre Panaro el pasado 6 de Junio (sin enfatizar pasaje alguno), hasta el momento en que deja de dirigirse a los fieles que lo oyen en silencio. No creemos necesario repetir la indignación de éstos frente a sus abusos, ni el descontrol final del cura.

Notas:

1) La procesión principal de la Arquidiósesis de Bs As para la Solemnidad del Corpus tuvo lugar, como es costumbre, en la tarde del Sábado 5. Al día siguiente algunas parroquias hacen una individual, muchas de ellas por el interior del templo. A éstas últimas no puede considerárselas como un acto que divide.

2) La persona que se oye al principio del "diálogo" estaba arrodillada cuando el cura, de pie delante del Santísimo, le dijo haciéndole señas con el dedo: "Esto no lo voy a permitir". Luego trató de detenerlo para evitar la interrupción de la ceremonia. Es decir, el diálogo que ya había comenzado de este modo continúa luego de la interrupción.

3) Averiguaciones realizadas con posterioridad a la publicación de esta entrada, indican que la comunidad Beato Juan XXIII se habría retirado hace dos años del inmueble de referencia; y que las miembros de Convivencia lo han hecho por su propia voluntad y de común acuerdo con las autoridades de la Arquidiócesis, debido a que el edificio no está en condiciones de ser habitado. Es sólo una coincidencia que el desalojo se haya producido al llegar el padre Panaro.

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