jueves, 14 de abril de 2011

Mons. Ñáñez: La Cripta delenda est


Hay que corregir o disolver esta usina de perdición


Moloch, hórrido Rey manchado con sangre,
de sacrificios humanos y lágrimas paternas,
aunque, por el estrépito de tambores y timbales,
no se oigan los gritos de los niños en camino
hacia tu fuego de ídolo sombrío.

Del Paraíso Perdido de Milton

Se atribuye a Catón el Viejo el haber acuñado la expresión "Carthago, delenda est - Hay que destruir a Cartago", frase en la que significaron los antiguos romanos el horror generado por el culto cartaginés al dios Moloch, para cuyo aplacamiento se arrojaban bebés vivos por la boca de su estatua de bronce convertida en horno ardiente.

El historiador griego Diodoro Sículo relata el escalofriante ritual del sacrificio:
"Había en la ciudad una imagen de bronce de Cronos (Moloch) con las manos extendidas, las palmas hacia arriba y cada niño que era colocado en ellas era subido y caía por la boca abierta dentro del fuego". (En este caso se izaban las manos articuladas del ídolo por medio de cadenas).

Otros autores antiguos agregan (Citas no verificadas por nosotros):
"Antes de que la estatua fuese llenada se elevaba con estridencia el sonido de flautas y tambores, de modo que los gritos y lamentos no alcanzaban los oídos de la multitud" (Plutarco, De Supertitiones 171). Relato usado por Milton en los versos que sirven de acápite a esta nota.

"En medio de una plataforma había una estatua de Cronos, con las manos extendidas sobre un brasero de bronce, las llamas que engullen a los niños. Cuando las llamas alcanzan el cuerpo, sus miembros se contraen y la boca abierta casi parece reír, hasta que el cuerpo contraído se desliza resbalando al fondo del brasero. Así es que esta mueca se conoce como risa sardónica, puesto que ríen al morir" (Cleitarchus, en su comentario a la República de Platón").

¿Alguien puede decir que el destino de un niño abortado, sumergido en soluciones salinas o destrozado en el vientre de su madre, es menos cruel que el de aquellos infantes en los brazos de Moloch? El que lo dude vea, en el video del final de esta nota, el Grito Silencioso y encontrará el rictus sardónico en el que debió ser santuario de la vida.

Ya se sabía que la parroquia Ntra. Sra. del Valle, en la Ciudad de Córdoba, era "aguantedero" de curas herejes y cismáticos, verdaderos sublevados contra la Iglesia y el Sumo Pontífice, y pretendidos hacedores de una religión a la carta.

Desde los tiempos del Quito Mariani, anterior párroco por 40 años, que se vanagloriaba por escrito de sus amoríos con ambos sexos, aunque según aclaró, la relación planeada con su compañero, un muchacho llamado Antonio, "no se consumó por las mutuas inhibiciones que prevalecieron sobre nuestra momentánea permisividad y apertura". Se sabía también del apoyo que muchos de sus fieles le prestaron cuando publicó en 2004 "Sin tapujos, la vida de un cura", el libro del escándalo, confirmando la palabra del Señor: "Si un ciego guía a otro, los dos caerán en el hoyo" (Mt 15,14).

Era conocido que el sucesor de Mariani siguió adelante con todos estos planes de extravío y perdición, que quedaron patentizados antes los medios gracias al padre Nicolás Alessio, cuya actuación tuvo la impensada consecuencia de poner ante la opinión pública, en toda su crudeza, el drama que allí se desarrollaba.
¡Gracias padre! Dios, que saca bienes de todos los males que de otro modo no permitiría, le ha encomendado a Ud. la tarea de "incinerar" la Cripta, cosa que ha hecho a las mil maravillas y por lo que, quizá, sus secuaces han de estar maldiciéndolo en privado. Sobre todo si el Arzobispo de Córdoba tiene las agallas para llevar hasta el final, lo que parece un plan de regeneración parroquial.

Todo esto se sabía, pero lo que no puede concebirse es que la página oficial de la parroquia, además de maltratar la figura del Papa y del Papado, de dar lugar a una serie de pseudoprofetas como el censurado padre Álvarez Valdés, el actual Rector de la Universidad Católica de Córdoba padre Rafael Velasco, SJ (que debería recibir el mismo trato que Alessio y Schickendantz si se quiere terminar con el plan Gramsciano de destrucción de la inteligencia en Córdoba), o el difunto padre José Comblin, SJ (RIP), que afirmaba que: "El Evangelio de Jesús no es una religión. Jesús no fundó ninguna religión: no proclamó una doctrina religiosa o una mitología, ningún discurso sobre Dios, no fundó ningún culto y no fundó ninguna clase clerical". (A dónde habremos llegado para que de la Orden que dio un Castellani y un Sáenz en esta tierra, salgan ahora estos ejemplares).

Pues bien, sigamos, no puede concebirse ni tolerarse que, en esa página oficial de la Cripta, se haya publicado un manifiesto firmado por sedicentes "varones y ciudadanos comprometidos con la defensa de los derechos humanos" que piden la enseñanza (léase perversión) sexual en las escuelas, el reparto de anticonceptivos, y la ¡LEGALIZACIÓN DEL ABORTO! Ver AQUÍ
Ni tampoco que haya dado lugar a un "obispo" que también lo apoyan, ver AQUÍ; y menos a gente que preferimos no calificar, ver AQUÍ.

¿Se habrán enterado los editores de la página de La Cripta, sobre todo el Ing. Raul A. Perez Verzini, quien parece ser su alma mater, qué enseña la Iglesia sobre este vil genocidio? No pueden ignorarlo. Porque la razón más elemental indica que matar a un inocente totalmente indefenso es un acto repugnante e inhumano.
Después nos vienen con la cháchara de los derechos humanos, de la ayuda a los pobres y de la liberación. Tendrían que darse cuenta de que, por pretender liberarse de la recta conciencia y de la verdadera doctrina, han caído en brazos del Demonio, que es el padre de la mentira. Pero cierto que para esta nueva iglesia de mojiganga el Diablo no existe o a lo sumo es un mito, que se le va a hacer... Hasta que un día se encuentran con él y los hace trizas, como decía el padre Leonardo Castellani.

Sólo queda decirle a Mons. Ñáñez lo que Catón a los Romanos: "La Cripta delenda est"; es decir, o la convierte en parroquia católica o la cierra para evitar la perdición de las almas que están ahora en manos de herejes y potenciales criminales.
Porque el aborto es un crimen que clama al cielo, y el que lo apoya, usando mentiras y sofismas, no puede menos que asociarse con tan perverso accionar. ¡Qué Dios le dé fuerzas y agallas para terminar con este cáncer y remediar, aunque sea en parte, el daño que ha causado con su increíble tolerancia!





"Me llegan noticias terribles sobre lo que está ocurriendo en este campo. Yo, como Vicario de aquel que es la vida del mundo, alzo mi humilde voz de defensa de los que no han nacido, ni han tenido, ni tendrán nunca voz: ¡No se puede suprimir la vida en el seno de la madre!"... "A vosotros, laicos católicos, os recuerdo la invitación de vuestros obispos a trabajar por cambiar las leyes actuales sobre el aborto, moralmente inaceptables, por normas que sean respetuosas con el derecho a la vida."
Juan Pablo II.
L'Aquila, 30 de agosto de 1980



"Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latæ sententiæ"
Canon 1398 - Código de Derecho Canónico


Ilustra esta entrada: Aguafuerte de William Blake's titulada "Moloch" (1809), que ilustra una edición del libro "On the Morning of Christ's Nativity" de Milton.

12 comentarios:

Página Católica dijo...

Por favor, deje su comentario. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Que necios, de que les vale ganar el mundo si pierden el cielo…

Ermindo de la Banda Roja dijo...

Muy claro y muy realista. Tal es la situación de "la Cripta". Lamentablemente el mal se ha difundido. Nicolás Alessio ha caído, pero no todavía su hermano José, peor que él según sus allegados. El "cura Pepe Alessio", capaz de cualquier exabrupto. Conviene, además, precisar que Mons. Ñáñez nombró como reemplazante de "Quito" Mariani en "la Cripta" al cura Acha, subversivo de los años 70 y entonces párroco de Villa El Libertador. Personas que asistían a "misa" en "la Cripta" pueden atestiguar que "Quito" Mariani seguía celebrando en lugar pese a la sanción diocesana. Queda por saber si quien ha reemplazado al cura Acha -felizmente jubilado- obedecerá por fin al obispo Ñáñez o lo seguirá resistiendo. Esto último no sería de extrañar, sabiendo que son muchos en Córdoba los párrocos en rebeldía. A lo que hemos llegado como maravilloso fruto del Concilio Vaticano II, como luce evidente para quienes no rehusan ver.

Ricardo Prieto dijo...

No parece tan evidente de relacionar el desmadre de Córdoba con el Concilio del siglo pasado. Quizás Ermindo, que ve tan profundamente, nos lo explique. Supongo que ha leído los documentos y ha descubierto cuál es el que alienta las actitudes como la de Mariani, Alessio el al. Esperamos la cita.

Fruto maravilloso de ese concilio es la Fraternidad SPX. Nació contra él y vive gracias a él, intentando desprestigiarlo y desprestigiar de paso a la Iglesia real, tan diferente de la "Eterna" que imaginan. Lo cual ha llevado a algunos de sus seguidores y simpatizantes a buscar con morboso afán cuanta lacra eclesial puedan exhibir a propios y extraños.
"Ni sedevaticanistas ni sedevacantistas", proclaman. Por supuesto, la "sede" está, y está en la Fraternidad, ¿qué duda cabe?

Fernando Romero dijo...

Parece mentira que una provincia católica como ha sido Córdoba albergue semejantes personajes. Pidamos al Señor, por la intercesión del Cura Brochero, que este pueblo vuelva al camino recto que Dios nos traza.

Ermindo de la Banda Roja dijo...

Conozco la situación de la diócesis de Córdoba desde hace más de sesenta años. El Congreso Eucarístico Nacional de fines de los sesenta permitió apreciar cuál era el espíritu reinante en esa diócesis. Fue una gran fiesta de la Cristiandad. Después empezaron a llegar los frutos del Concilio, y de Medellín, Puebla, etc. Un sancochado que llevó a la gravísima situación que vive hoy la diócesis, como otras de Argentina. Los párrocos en rebeldía por doquier. En cuanto a la cita "ni sedevaticanistas ni sedevacantistas", sólo alude a los cómodos que dicen amén a todo lo que viene de la autoridad, y a los que desafían todo lo que viene de esa autoridad. Prefiero seguir el ejemplo de tantos santos que se mantuvieron siempre dentro de la Iglesia, fieles al Sumo Pontífice (lo soy), pero nunca dispuesto a aceptar lo que degrada la Fe o las Costumbres...aunque de obispos y curas venga, por encumbrados que sean. En cuanto al ataque que hace Prieto a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, resulta enteramente gratuito e injusto, meramente insultante. Pero los feligreses ya estamos acostumbrados a esos ataques, y sabemos muy bien a qué responden.

El mismo Ermindo dijo...

Y, con todo respeto,doy por finalizada la cuestión con elSr. Prieto. Ya bastante tengo que lidiar con los "sedevacantistas" argentinos, desde mi trinchera en el blog "Los Vasques Conceta", para tener que ocuparme de algún "sedevaticanista" contrariado. En todo caso, deberían explicar los defensores del Concilio cuáles son las causas a que cabe atribuir la gravísima crisis que atraviesa la Iglesia. También, a qué fuerza importante cabe atribuir el documento Summorum Pontifficum".

Anónimo dijo...

Juan Pablo II hablaba mucho pero hacía poco. Mucha retórica pero no iba a la raíz. Y dejó avanzar el cáncer, sida y lepra de la Iglesia, el tercermundismo. Todo esto empezó en el V II y se acentuó con JP II.

Anónimo dijo...

Ermindo: El Congreso Eucarístico Nacional en Córdoba se realizó en 1959. Fue el acontecimiento más importante que tuvo la ciudad. El nuncio apostólico fue el Cardenal Cento, si mal no recuerdo, y la Avenida Argentina (hoy Hipólito Yrigoyen presentaba un lleno total. Yo lo vi. Poco después empezaba el desastre. todo se hacía en nombre del Concilio. Los salesianos vivían una profunda crisis, aún en su Seminario, con doctrinas perversas. Mi hermano salió del noviciado de los Hermanos de la Sagrada Familia en nombre del Concilio, etc. Los Padres Bordagaray, Dellaferrera, Rojas, Mariani (Quito y su hermano de Villa Allende), Acha, etc. sembrabasn errores por todas partes. Graves, negando la virginidad de María entre otros.
Mucho más podría decir, pero el tema se centra en lo que ocurre hoy. Agradezco a Página Católica que se ocupe, porque en Córdoba "de eso no se habla".

Saludos. Alfredo.

Anónimo dijo...

El mismo Ermindo, la crisis que atraviesa la Iglesia (yo diría más bien atravesó porque algunos signos de recuperación se los pueden ver) no fue culpa del CVII. La crisis existía antes del Concilio, por eso se hizo. Podremos analizar si la crisis fue mejor o peor llevada con el CVII pero no podemos decir que el Concilio es la causa, pues si admitimos eso debemos decir no solo que el humo de satanás ingreso a la Iglesia sino que la tiene dominada.

Blas

Anónimo dijo...

Empezó un tiempo antes del concilio pero se consumó con el concilio. Eso sin dudas, con la clase de peritis que tuvo no hay dudas.

Anónimo dijo...

Se puede decir que tuvo peritonitis...