viernes, 4 de marzo de 2011

Se confirma la amenaza de excomunión


El "Sátrapa" de Èvreaux
confirma su amenaza ante las cámaras

En breve comentaremos el "avance" que ha hecho
Mons. Nourrichard, al pedir la intervención de la Justicia.




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En el video de BMFTv que presentamos, Mons. Nourrichard confirma que, si el padre Michel celebra nuevamente la santa Misa, se encamina hacia la excomunión juntamente a los que lo apoyen. "Él no puede oficiar en el marco de la iglesia porque lo he removido".
El sacerdote, "encerrado" en el llamado Presbiterio (antigua Casa Parroquial), no quiso efectuar declaraciones al respecto.

Los fieles de Thiberville tienen que optar entre asistir a la misa del padre Vivien (que dicen no pueden aceptar en conciencia) o ser excomulgados.
Podría pensarse que el Obispo intenta poner a la Santa Sede en un brete mayúsculo. Pues no puede ser que no estén enterados en Roma de este atropello, que ya ocupa las páginas de Le Figaro y de France Soir. Y en lugar de tranquilizar las cosas y enviar, por ejemplo, a un sacerdote "tradicional", manda a una persona que suscita el "odium plebis" (*), y para rematarla, amenaza con la excomunión a un pueblo entero: ¡por asistir a Misa! Eso, o es locura o es odio a la Fe.
Ahora bien, los fieles, visto que estarán privados de los sacramentos y posiblemente excomulgados (aunque inválidamente), por cumplir con los Mandamientos de la Ley de Dios y los Preceptos de la Iglesia, podrían ver resentida su relación con el Soberano Pontífice. Ya hablamos aquí de lo que significa "Mandar mal".
Y perdidos por perdidos, podrían pensar que hicieron mal en entregar la parroquia que habrían podido mantener, como ha pasado en otros lados de Francia.

¡Cría cuervos y te sacarán los ojos! Roma los crió, ahora tiene que aguantar. Esperemos que el Papa sea corto de "aguante" en este caso y, levantándose del Trono de San Pedro, a la manera en que el salmista desea que se levante Dios contra los impíos (Salmo 68), provoque la huida del sátrapa de Èvreaux.

Recemos para que así sea, y para que Dios asista a estos fieles de la Alta Normandía.



(*): El Canon 1741 establece como una de las causales de remoción de un párroco, la aversión que contra él tengan sus fieles. Por lo tanto el padre Vivien no puede ser el párroco de Thiberville.

El Canon 1748, establece que en el traslado de los párrocos, se debe guardar la equidad canónica y tener en cuenta la salvación de las almas, que debe ser siempre la ley suprema de la Iglesia.

1 comentario:

Página Católica dijo...

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