Buenos Aires Centro Eucarístico de la Cristiandad
Octubre de 1934
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"Durante el Congreso Eucarístico los ojos del Universo estarán amorosamente fijos sobre Buenos Aires. Pero no serán solamente las miradas de todos los pueblos que enviarán sus peregrinos, periodistas y viajeros.
Más intensas y amorosas serán las miradas de los cielos atraídas por la gracia de tantos millones de Misas, comuniones y sacrificios que durante unos días envolverán esta gran ciudad en una atmósfera de milagros.
Correspondamos a ese prodigioso beneficio haciendo que la Argentina aparezca ante el mundo con su verdadera fisonomía de gran nación católica".
Hugo Wast
30 de Mayo de 1934
El XXXII Congreso Eucarístico Internacional realizado en Buenos Aires en 1934, se desarrolló principalmente en un gran parque, de alrededor de 400 hectáreas, que se conoce popularmente como "Bosques de Palermo".
Allí, sobre el "Monumento de los Españoles", un hermoso conjunto escultórico donado por la Madre Patria al cumplirse el centenario del Primer Gobierno Autónomo (1810-1910), se montó una gran Cruz que sirvió de centro al acontecimiento eucarístico.
El Monumento de los Españoles, base de la Cruz del Congreso |
Por primera vez en la historia de los congresos eucarísticos, el Papa Pío XI designó como legado a un secretario de estado.
De ese modo, el 9 de Octubre de 1934 arribó al país el Cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, quien presidiría el Congreso; el cual iba a contar con la presencia de prominentes miembros de la jerarquía eclesiástica, como el Arzobispo de Toledo y Primado de las Españas, Mons. Isidro Gomá Tomás, el Cardenal Juan Verdier, Arzobispo de París, el Patriarca de Lisboa Cardenal Manuel Gonçalves de Cerejeira, el cardenal Augusto Hlond, Arzobispo de Gniezno-Poznań y Primado de Polonia, el Arzobispo de Río de Janerio Cardenal Sebastião Leme da Silveira Cintra, y otros muchos que sería largo enumerar.
El Monumento convertido en Cruz |
Pero entre todos los extranjeros asistentes, queremos referirnos a un humilde sacerdote que había llegado en el mismo barco del legado pontificio: San Luis Orione; que así refiere las circunstancias de su viaje; "El Señor me llamó a ser como el confesor de todos en el ´Conte Grande´; venías de día, venían también de noche; para mí y para muchos ha sido una inefable consolación".
Don Orione y el Cardenal Pacelli en el Comte Grande. |
Qué sus labios nos hablen de la experiencia en esos maravillosos días de 1934:
"El Congreso Eucarístico fue un milagro; más de dos millones de fieles participantes sintieron que el Papa estaba acá, con nosotros, y que el triunfo de Nuestro Señor era, al mismo tiempo, un triunfo del Papa y de la Iglesia y de todo cuanto de social, de grande, de sobrehumano, de divino, la Iglesia y el Papa son, representan y proclaman.
La grandiosa celebración pública de fe, de amor, de adoración a Jesús Eucaristía en la Argentina superó todos los Congresos Internacionales Eucarísticos que existieron y no sé cómo y dónde podrá ser superada; sólo el Paraíso puede ser mejor. ¡Hemos entrevisto y gustado por anticipado del Paraíso!...". (En carta a sus religiosos, Victoria, 4 de Noviembre de 1934).
La grandiosa celebración pública de fe, de amor, de adoración a Jesús Eucaristía en la Argentina superó todos los Congresos Internacionales Eucarísticos que existieron y no sé cómo y dónde podrá ser superada; sólo el Paraíso puede ser mejor. ¡Hemos entrevisto y gustado por anticipado del Paraíso!...". (En carta a sus religiosos, Victoria, 4 de Noviembre de 1934).
"Asistí al Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires. ¡Un espectáculo inefable! Pude ver qué es y cómo es de grande la misericordia de Dios: más grande que los cielos.
¡Vi decenas de millares y millares de obreros, de robustos trabajadores, de jóvenes, florecientes de vida; médicos, abogados, oficiales, profesores universitarios, diputados, ministros, confundidos en columnas, confesarse en las plazas, a lo largo de los caminos, de las calles de esta gran capital!
¡
Más de 200.000 hombres, como atraídos por un imán, en interminable torrente, avanzan compactos, orando, cantando y postrándose a los pies de Cristo!; adorar a Cristo, recibir a Cristo sobre la gran Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno de esta República Argentina.
Más de 200.000 hombres, como atraídos por un imán, en interminable torrente, avanzan compactos, orando, cantando y postrándose a los pies de Cristo!; adorar a Cristo, recibir a Cristo sobre la gran Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno de esta República Argentina.
En aquella plaza los he visto fraternizar, abrazarse en Cristo, jurar su fe, su amor a la Patria, ¡llorar de amor! ¡Fue un espectáculo único en el mundo! ¿Qué sentían? ¡A Cristo! ¿Quién estaba? Cristo, queridos hermanos estaba Jesús, estaba el Señor pasando por esta metrópolis y descendía junto a su pueblo. El Legado Papal exclamaba: '¡Pero esto es el Paraíso!" (En carta a sus religiosos, Buenos Aires, 19 de Marzo de 1935).
Por eso, diez años después, Pío XII recordaba su participación con estas palabras:
"Dos lustros ya, y casi experimentamos todavía la misma emoción que cuando por vez primera, con paso trémulo, pisábamos la hermosa tierra argentina; dos lustros, y diríamos que aún resuenan en Nuestros oídos vuestros vítores y vuestras ovaciones, el fervoroso rumor de vuestras plegarias y las armonías ardientes de vuestros himnos; dos lustros, y en Nuestra retina parece que no se ha borrado la imagen de aquella Cruz monumental, blanca, poderosa, armónica, como el alma nacional argentina". (15 de octubre de 1944, Mensaje al Congreso Eucarístico Nacional).
Himno del Congreso Eucarístico
Programa del XXXII Congreso Eucarístico Internacional
Himno del Congreso |
Llegada del Legado y día del Papa |
Día de los Niños y Misa de Hombres |
Día de la Raza y día de la Santísima Virgen |
Día del Triunfo Eucarístico Mundial |
Las citas de esta entrada han sido tomadas del excelente libro del Sr. Giorgio Sernani titulado: "Dios de los Corazones", Ediciones María Reina (Buenos Aires - 2009); cuya lectura recomendamos.
¡Por favor, deje su comentario!
7 comentarios:
Moderador: mientras usted no de la cara como hombre va a tener que dejar la moderacion de los comentarios porque lo voy a quemar en todos los post. No es de caballero cristiano andar acusando a todo el mundo y no dar la cara. Dios le va a pedir cuentas por estas cosas. Adios.
El muerto de admira del degollado, porque este comentario es anónimo.
Además: ¿qué acusación se hace aquí?
Espero su respuesta.
Saludos.
uhh... que insidioso y vengativo el exigente anónimo, no prestarle atención sería lo mejor. Le sugiero el nick curiosidad malsana.
Giorgio Sernani es uno de los laicos católicos que más sabe sobre el Congreso Eucarístico y lo ha demostrado con su libro. Además, es uno de los expertos mas grande y humilde sobre la Virgen María, en especial la Virgen de Luján, de toda la Argentina.
Vive a pocas cuadras de la Catedral, en total pobreza evangélica y dedicada su vida 100% en honor de la Santisima Trinidad y la Santísima Virgen María.
Gloria a Dios por su esfuerzo, sus cotidianas luchas y su ejemplo de catolicidad.
Gracias por tenerlo presente en este post. Es un premio a su honradez y fecundo amor a la Iglesia. Me saco el sonbrero y doy gracias a Dios por su entrega.
al anónimo de la 0020 del 15 de agosto: usted no quema nada ni a nadie, las reglas de juego son esas, el dueño del blogg hace lo que quiere y si no le gusta cambie de canal, tiene el poder de moderar, nos ofrece muy buena información, mi fe ha aumentado porque se que hay gente fiel y no hipócrita, con fundamentos sólidos y comprobables, aplauso y ánimo señor moderador.
Eran otros tiempos con otras dificultades y desafíos. Una época donde los mas pequeños tenían un entorno mas adecuado y estimulante para acercarse a los misterios de la fe, a diferencia de hoy donde las descristianizacion de tods los ámbitos es una verdad casi universal. No obstante los católicos de ese tiempo fallaron en no lograr una consolidacion politica que permitiese plasmar los ideales de sociedad cristiana. Pero tampoco hay que caer en tanto pesimismo. En la serie "la nave y las tempestades" del P. Saenz se ve como a traves de la historia la Iglesia tuvo que enfrentar grandes dificultades, algunas mas serias aun que la actual, pero siempre saliendo adelante. Me gusta creer que Dios lo permite para que no nos olvidemos que su es Hijo la cabeza, y que no permitira las tinieblas prevalezcan sobre ella.
Respecto del comentario del primer anonimo y la contestacion del moderador, no sería mas adecuado que el moderador explicite las razones por las cuales mantiene su anonimato?
Saludos en Cristo,
Bernardo
Dificultades mas serias que la actual no creo Bernardo.
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