¿Signos diabólicos en el afiche de M. García?

Sorprendentes detalles en el impío cartel

de Navidad del Arzobispado de Buenos Aires

"No seáis cómplices de las

obras infructuosas de las tinieblas;

al contrario, ponedlas en evidencia"

(Carta a los Efesios, 5-11)

La simbología es muy importante en los combates, no sólo metafísicos sino también materiales; por ejemplo el enarbolar una bandera al tope de un lugar sitiado, como señal para que los sitiadores se animen al asalto final.
Así también algunas organizaciones secretas han tenido la costumbre de incorporar sigilosamente sus símbolos, sólo entendidos por los iniciados, para indicarles la conquista de determinado ambiente o poder. O simplemente para alardear ante los que están en condiciones de detectarlos.

Hay esculturas, pinturas, monumentos, etc. llenos de símbolos esotéricos e iniciáticos. Todavía se recuerda que, en 1983, la Casa de Moneda emitió en la Argentina un billete de circulación corriente, en el que se advertían signos anticristianos. El 24 de Julio de aquel año, el diario La Nación de Buenos Aires publicó una nota al respecto, y la cosa llegó a tal extremo que el director del organismo antes mencionado intentó dar algunas explicaciones que, sin embargo, no aclararon el fondo del asunto. (*)

En ese marco nos han llamado la atención algunos detalles del cartel de Navidad de Mons. García, al que se ha hecho referencia en una entrada anterior, que nos fueron señalados por un atento observador.

Además de una estrella de seis puntas que está al lado del globo celeste a la derecha, y que no tendría por qué extrañarnos pues simboliza la estirpe de David a la que pertenece el Mesías, se pueden ver varias estrellas de cinco puntas de color blanco y una de color fucsia en el tambor central. Todas ellas con una punta hacia arriba.

El pentagrama era conocido desde el remoto tiempo de los Sumerios y, en su posición normal (una punta hacia arriba), fue considerado un símbolo de la perfección. En ese caso, representa el dominio del espíritu sobre la materia, el hombre regido por el intelecto que, a través de la voluntad, gobierna la carne.

Incluso autores como Alphonse Constant (Eliphas Levi) sostienen que "el pentagrama, llamado en las Escuelas Gnósticas la "estrella flamígera", es signo de la omnipotencia y la autocracia intelectual. Es la estrella de los magos. Es el signo del Verbo hecho carne, y según la dirección de sus rayos, este símbolo absoluto en magia representa el bien o el mal, el orden o el desorden, el cordero bendito de San Juan o el Macho Cabrio de Méndez. Es la Iniciación o la Profanación, Es Lucifer o Vesper, Es la Estrella Vespertina o la Matutina, Es Maria o Lilith, Es la Victoria o la Muerte, Es la Paz o la Sombra".

Porque cuando es representado con una de sus puntas hacia abajo, significa lo diabólico, los elementos rigiendo al espíritu, el hombre dominado por las energías sexuales.

Pues bien, en el cartel en cuestión, la estrella mayor, la estrella de Navidad de color verde, tiene dos se sus puntas hacia arriba cual cuernos y una hacia abajo cual diabólica barba estelar que apunta hacia la cabeza del Niño.

¿Por qué razón el dibujante eligió invertir sólo esta estrella? ¿Será pura casualidad? Llama la atención que coincidan la murga, símbolo del desenfreno y del descontrol, con la estrella invertida que representa el dominio del sexo sobre la inteligencia.

Otro detalle que también nos ha señalado nuestro observante amigo:

En la remera de uno de los niños, cuya cara lo dice todo, se ha estampado sino una calavera, al menos un fantasma.

¿Qué función cumple un fantasma en el Nacimiento? ¿Qué representa? ¿Por qué uno de los muchachos tiene el puño cerrado en actitud amenazante? ¿Cómo podría estar sereno y en paz el Niño con semejante compañía? ¿Será por eso que su cabello se ha erizado hasta asemejarse a un cuerno?

Finalmente: ¿Por qué el Divino Niño tiene sólo cuatro dedos en manos y pies? Si bien es cierto que muchos dibujos animados o caricaturas tienen cuatro dedos: ¿Acaso no es un signo de imperfección en cualquier hombre el no tener los cinco?

Todo lo anterior no es, por supuesto, dogma de fe; ni somos "perseguidos" que ven al diablo por todos lados. Si los detalles señalados llaman la atención es porque están en este desgraciado cartel de Navidad que, por si fuera poco, excluye a la Sagrada Familia.

Esperemos que la incorporación de esta simbología haya sido obra de la casualidad. Porque si así no fuera, tendríamos una clara manifestación de cuán profundamente se habría infiltrado el enemigo en el entramado arquidiocesano.

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(*): El Billete en cuestión corresponde a la serie llamada Peso Argentino que circuló entre 1983 y 1987 hasta ser evaporada por la hiperinflación. Era el segundo de la serie y se muestra abajo: