viernes, 2 de agosto de 2013

La Iglesia vive horas dramáticas.


El Obispo de Roma se "Cristiniza"

Por su acción la Iglesia pierde seguridad jurídica

El mal recompensado y el bien castigado


Dialogar con todos, menos con la Tradición

Hay varias opiniones difundidas por la red, que tienen a minimizar el drama que se está abatiendo en estos momentos sobre los Frailes Franciscanos de la Inmaculada. Téngase presente lo que pude significar para ellos verse privados de la Misa diaria a la que estaban acostumbrados.

Y esos pareceres tienen como centro el tratar de despegar al Obispo de Roma de la agresiva medida, sin ver que el mismo decreto, para evitar que sea recurrido ante el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, dice lo contrario.

El autorizado profesor Roberto de Mattei, ha publicado un artículo en el que llama la atención sobre una importante consecuencia del atropello perpetrado desde la Congregación para los Religiosos y los Institutos de Vida Consagrada, con aval del Obispo de Roma: Vulnerar la seguridad jurídica en la Iglesia, hará prevalecer la prepotencia y la arrogancia. (¿Perdón, no habíamos visto ya ejercer estos métodos en la Santa Casa de Ejercicios?).

Se lo dejamos a nuestros lectores a continuación:





El “caso” de los Franciscanos de la Inmaculada  parece un episodio de extrema gravedad, destinado a tener consecuencias dentro de la Iglesia tal vez no prevista por los que temerariamente lo han llevado a cabo.

La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada (conocida como la Congregación para los Religiosos), con su Decreto de 11 de julio de 2013, firmado por el cardenal prefecto João Braz de Aviz y el Arzobispo Secretario José Rodríguez Carballo, OFM, ha destituido a los superiores de los Franciscanos de la Inmaculada, encomendando al Gobierno del Instituto a un “comisario apostólico,” el padre Fidenzio Volpi, capuchino.

Para “blindar” el decreto, el cardenal João Braz de Aviz, se ha provisto de una aprobación “ex auditu” del papa Francisco que quita a los frailes cualquier posibilidad de recurso ante la Signatura Apostólica. Las razones de esta condena, que tiene su origen en una denuncia ante la Congregación para los religiosos por parte de un grupo de frailes disidentes, siguen siendo un misterio. Del decreto de la Congregación y de la carta enviada a los franciscanos el 22 de julio por el nuevo Comisario, las únicas acusaciones parecen ser el escaso “sentiré cum Ecclesia” y el apego excesivo al Rito Romano antiguo.

En realidad nos encontramos ante una injusticia manifiesta en contra de los Franciscanos de la Inmaculada. Este instituto religioso fundado por el padre Stefano Maria Manelli y Gabriele Maria Pellettieri, es uno de las más florecientes que cuenta la Iglesia, por el número de vocaciones, la autenticidad de la vida espiritual, la fidelidad a la ortodoxia y a las autoridades romanas. En la situación de anarquía litúrgica, teológica y moral en la que nos encontramos hoy en día, los Franciscanos de la Inmaculada deben ser tomados como un modelo de vida religiosa. El Papa a menudo se refiere a la necesidad de una vida religiosa más sencilla y sobria.

Los franciscanos de la Inmaculada se distinguen sobre todo por su austeridad y la pobreza evangélica con la que, desde su fundación, viven su carisma franciscano. Sucede en cambio que, en nombre del Papa, la Congregación para los Religiosos ajusta el gobierno del Instituto, para transmitirlo a una minoría de los frailes rebeldes, de orientación progresista, en la que el neo-Comisionado se apoyará para “normalizar” el Instituto, o sea para llevar al desastre del que hasta ahora había escapado gracias a su fidelidad a las leyes de la Iglesia y al Magisterio.

Pero ahora el mal es recompensado y el bien castigado. No sorprende que quien ejercita la mano dura contra los Franciscanos de la Inmaculada sea el mismo Cardenal que desea comprensión y diálogo con las monjas heréticas y cismáticas americanas. Aquellas religiosas predican y practican las teorías de género, y por lo tanto, se debe dialogar con ellas. Los Franciscanos de la Inmaculada predican y practican la castidad y la penitencia y por eso con ellos no hay posibilidad de entendimiento. Esta es la triste conclusión de que, inevitablemente, un observador desapasionado.

Una de las acusaciones radica en que están demasiado apegados a la misa tradicional, pero la acusación es engañosa, ya que los Franciscanos de la Inmaculada son, como se suele decir, “bi-ritualistas”, es decir, celebran la Misa Nueva, y la antigua, como se les concede por las leyes eclesiásticas vigentes. Frente a un orden injusto, es de imaginar que algunos de ellos no va a renunciar a celebrar la Misa tradicional, y haría bien para resistir en este punto, porque va a ser un gesto no de rebelión, sino de obediencia. Los indultos y privilegios a favor de la Misa tradicional no han sido abrogados y tienen una fuerza jurídica mayor que el decreto de una congregación, e incluso que las intenciones del Papa, si no se expresan con un acto jurídico claro.

El cardenal Braz de Aviz parece ignorar la existencia del motu proprio Summorum Pontificum del 7 de julio 2007, de su decreto de aplicación, la Instrucción Universae Ecclesiae, de 30 de abril de 2011, y de la Comisión Ecclesia Dei, aneja a la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo campo invade hoy la Congregación para los Religiosos.

¿Cuál es la intención de la autoridad suprema de la Iglesia? ¿Eliminar la ” Comisión Ecclesia Dei, y derogar el motu proprio de Benedicto XVI? Que se diga de forma explícita para que puedan sacarse las consecuencias pueden ser aprendidas. Y si no, ¿por qué poner en marcha un decreto inútilmente provocativo hacia el mundo católico, que se siente atraído por la Tradición de la Iglesia? Este mundo está experimentando una gran expansión, sobre todo entre los jóvenes, y ésta es tal vez la principal razón de la hostilidad de la que hoy es objeto.

Por último, el Decreto constituye un abuso de poder que no afecta sólo a los Franciscanos de la Inmaculada y a aquellos que impropiamente son definidos como tradicionalistas, sino para todo católico. Representa un síntoma alarmante de la pérdida de la seguridad jurídica que se está llevando a cabo hoy en de la Iglesia. En efecto, la Iglesia es una sociedad visible, en la que se rige “el poder del derecho y de la ley “(Pío XII, Discurso Dans notre souhait de 15 de julio de 1950). El derecho es lo que define lo justo y lo injusto y como explican los canonistas, “la autoridad de la Iglesia debe ser justa, y esto es requerido por el ser de la misma Iglesia, lo cual determine los fines y los límites de la Jerarquía. No todos los actos de los sagrados pastores, por el hecho de que provienen de ellos, es justo “(Carlos J. Errazuriz, Il diritto e la giustizia nella Chiesa, Giuffré, Milano 2008, pág. 157).

Cuando la seguridad jurídica viene a menos, prevalece el arbitrio y la voluntad del más fuerte. Ocurre a menudo en la sociedad y puede ocurrir en la Iglesia cuando en ella prevalece a dimensión humana sobre la sobrenatural. Pero si no existe la certeza del derecho, no hay ninguna regla de comportamiento segura. Todo está en manos de los caprichos de las personas o grupos de poder, y de la fuerza con la que estos grupos de presión sean capaces de imponer su voluntad. La fuerza, separada del derecho, se convierte en prepotencia y arrogancia.

La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, es una institución jurídica, basada sobre una ley divina, de la que los hombres de la Iglesia son los depositarios, y no los creadores o propietarios. La Iglesia no es un “soviet”, sino un edificio fundado por Jesucristo en el que el poder del Papa y de los obispos debe ejercerse de acuerdo con las leyes y las formas tradicionales, enraizadas en la revelación divina. Hoy se habla de una Iglesia más democrática e igualitaria, pero el poder se ejerce a menudo en una forma personalista, con menosprecio de las leyes y costumbres milenarias. Cuando hay leyes universales de la Iglesia, como la bula del Papa San Pío V Quo primum (1570), y el motu proprio de Benedicto XVI Summorum Pontificum , es necesario para cambiarlas, un acto jurídico equivalente. No puede ser considerada revocada una ley anterior si no es con un acto explícitamente abrogativo de igual alcance.

Para defender la justicia y la verdad en el interior de la Iglesia, confiamos en la voz de los juristas, entre los que están algunos de los eminentes cardenales, que han ordenado según el Rito “extraordinario” a hermanos franciscanos de la Inmaculada y conocen su vida ejemplar y celo apostólico. Hacemos un llamamiento especial al papa Francisco, para que quiera retirar las medidas en contra de los Franciscanos de la Inmaculada y en contra de su uso legítimo del antiguo Rito Romano.

Cualquiera que sea la decisión que se adopte, no podemos ocultar el hecho de que la hora que la Iglesia vive hoy día es dramática. Nuevas tormentas se condensan en el horizonte y estas tormentas ciertamente no son provocadas por los frailes, ni por las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada. El amor a la Iglesia, Católica Apostólica y Romana les ha movido siempre y nos mueve a asumir su defensa. La Virgen María, Virgo Fidelis, sugerirá a la conciencia de todos, en estos tiempos difíciles, el camino correcto a seguir.


¡Por favor, deje su comentario!

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios permita que se les abran los ojos a esos Frailes y a tantos otros consagrados para que se den cuenta que no se puede servir a dos señores ni ofrecer el Santo Sacrificio junto con el rito abominable de la "cena protestante" o "sinaxis sagrada" que se aleja de manera impresionante de la Teología y del Dogma Católico, convirtiéndose en el "ritual" propio de la Ramera liderara por Bergoglio, el gran embustero.
Simón Del Temple

Fernando R. dijo...

Parece un ave con dos cabezas: para afuera predica una cosa, pero para adentro hace lo contrario. Las cosas claras. Así sabemos de qué lado está cada uno.

Tomás dijo...

Anónimo:

Si, recemos para que los echen lo antes posible, se conviertan y solamente recen la Misa, es decir la de San Pio V, sin la "reforma" de Roncalli, también conocido bajo el nombre artístico Juan XXIII.

Agustín Leyrós dijo...

Por favor! Firmen los que quieran un petitorio de Apoyo a los Franciscanos de la Inmaculada y a la Forma Extraordinaria del único Rito Romano.
Pueden hacerlo en el siguiente enlace:
http://www.corrispondenzaromana.it/iniciativa-de-apoyo-a-los-franciscanos-de-la-inmaculada-y-a-la-misa-tradicional/#wpcf7-f16674-p16680-o1
Tardará un minuto y puede hacer mucho bien...
Dios se lo tendrá en cuenta.
Muchas gracias

Anónimo dijo...

Atención (redoble de tambor...)


Mensaje del Papa a los musulmanes con motivo del fin del Ramadán:

http://www.periodistadigital.com/religion/otras-confesiones/2013/08/02/francisco-quiere-que-todos-los-cristianos-y-musulmanes-sean-autenticos-promotores-del-respeto-mutuo-y-la-amistad-religion-iglesia-vaticano-ramadan-islam.shtml


@Olorapescadero

Anónimo dijo...

El ilustre profesor De Mattei tiene en esta materia un pequeño error: el decreto, o Bula, de San Pío V "Quo primum" no se puede derogar, por haberlo previsto y prohibido expresamente el Papa que lo dictó, disponiendo por anticipado la nulidad de cualquier intento de modificación, revocación o limitación de la Santa Misa en el Rito Tradicioal, mal llamado "tridentino".
Es en cierto sentido, lo que afirma Benedicto XVI en "Summorum Pontificum", al recordar que este rito jamás fue abrogado.
No existe, pues, según dice el profesor De Mattei, un "acto jurídico equivalente" que permita la derogación del ahora llamado Rito romano extraordinario, porque la norma que lo impuso es completamente extraordinaria y contiene expresas disposiciones que impiden su derogación.
Se menciona, en contra, las reformas a que fue sometido el rito con posterioridad por Clemente VIII o Urbano VIII o Juan XXIII, lo cual no es exacto, pues se trata de agregados (fiestas nuevas de santos en unos casos, y un agregado al "Communicantes", única parte variable del Cánon, en el último caso) y no de modificaciones en sentido propio.
Es mi opinión que la Misa Tradicional, precisamente por esa característica, no se puede derogar ni modificar su substancia, aunque podría discutirse la posible legitimidad de arreglar algunas rúbricas sin tocar lo esencial.
Anselmo

Gusnabo dijo...

No firmen.

Dejando de lado que los mismos frailes han pedido que no armen lío, es un clásico de la TFP (y de Mattei es para-TFP) armar bases de datos pidiendo firmas con ocasión de alguna causa candente.

Salvo que quieran comenzar a recibir correos electrónicos de diversos sellos de goma, y en algunos les pedirán dinero.

Chau.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con usted Gusnabo, si se reciben correos que a uno no le interesan se marcan con spam y punto.

Los frailes han hecho esa declaracion para que no se les echen encima y les acusen de ser encima los culpables.

Y esto ya no solo es por los frailes, es por la Misa Tradicional, se inicia asi un precedente que se puede extender a mas comunidades tradicionales, esto es un desproposito que no se puede permitir.

Firmar es dar un aviso, es una forma de decir, defendemos la Misa Tradicional y vamos a luchar a muerte por ella, no se atrevan a ir mas alla. Ya nos la quitaron una vez en el pasado no vamos a dejar pase una segunda vez, estamos escarmentados.

Anónimo dijo...

http://www.lanacion.com.ar/1606816-el-papa-francisco-pidio-a-los-musulmanes-respeto-mutuo

Quis ut Deus dijo...

coincido totalmente con Anselmo, es obvio que esta es la hora de la lucha por el vexillum regis, al respecto dice San Luis María Grignion de Montfort estas profeticas palabras y que considerando la hora que vive la Iglesia han de ser el faro del sensus fidei que necesita todo fiel en esta hora de tinieblas: " ¿Sabéis distinguir bien entre la voz de Dios y de su gracia, y la voz del mundo y de la naturaleza? ¿Escucháis claramente la voz de Dios, nuestro Padre bueno, que, después de haber maldecido tres veces a cuantos siguen los deseos del mundo, «¡ay, ay, ay de los habitantes de la tierra!» (Ap 8,13), os llama con todo amor, tendiéndoos los brazos, «¡apartáos, pueblo mío!» (Núm 16,21; Is 52,11; Ap 18,4), pueblo mío elegido, queridos Amigos de la Cruz de mi Hijo; apartáos de los mundanos, que han sido maldecidos por mi Majestad, excomulgados por mi Hijo (+Jn 17,9), y condenados por mi Espíritu Santo (+16,8-11)?

¡Cuidado con sentaros en su pestilente cátedra! ¡No acudáis a sus reuniones! ¡No vayáis por sus caminos (Sal 1,1)! ¡Huid de la inmensa e infame Babilonia (Is 48,20; Jer 50,8; 51,6.9.45; Ap 18,4)! ¡No escuchéis otra voz ni sigáis otras huellas que las de mi Hijo bienamado! Yo os lo di para que sea vuestro camino, vuestra verdad, vuestra vida y vuestro modelo: «escuchadle» (Mt 17,5; 2Pe 1,17)."

Queridos cofrades, ahí tenéis los dos bandos con los que a diario nos encontramos: el de Jesucristo y el del mundo (Jn 15,19; 17,14.16).

A la derecha, el de nuestro amado Salvador (+Mt 25,33). Sube por un camino que, por la corrupción del mundo, es más estrecho y angosto que nunca. Este Maestro bueno va delante, descalzo, la cabeza coronada de espinas, el cuerpo completamente ensangrentado, y cargado con una pesada Cruz. Sólo le siguen una pocas personas, si bien son las más valientes, sea porque no se oye su voz suave en medio del tumulto del mundo, o sea porque falta el valor necesario para seguirle en su pobreza, en sus dolores, en sus humillaciones y en sus otras cruces, que es preciso llevar para servirle todos los días de la vida (+Lc 9,23).

[8] A la izquierda (+Mt 25,33), el bando del mundo o del demonio. Es el más numeroso, y el más espléndido y brillante, al menos en apariencia. Allí corre todo lo más selecto del mundo. Se apretujan, y eso que los caminos son anchos, y que están más ensanchados que nunca por la muchedumbre que, como un torrente, los recorre. Están sembrados de flores, llenos de placeres y juegos, cubiertos de oro y plata (7,13-14). -sigue-

Quis ut Deus dijo...

[9] A la derecha, el pequeño rebaño (Lc 12,32) que sigue a Jesucristo sólo sabe de lágrimas y penitencias, oraciones y desprecios del mundo. Entre sollozos, se oye una y otra vez: «suframos, lloremos, ayunemos, oremos, ocultémonos, humillémonos, empobrezcámonos, mortifiquémonos (+Jn 16,20). Pues el que no tiene el espíritu de Jesucristo, que es un espíritu de cruz, no es de Cristo (Rm 8,9), ya que los que son de Jesucristo han crucificado su carne con sus concupiscencias (Gál 5,24). O nos configuramos como imagen viva de Jesucristo (Rm 8,29) o nos condenamos. ¡Animo!, gritan, ¡Valor! Si Dios está por nosotros, en nosotros y delante de nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (8,31). El que está con nosotros es más fuerte que el que está en el mundo (1Jn 4,4). No es mayor el siervo que su señor (Jn 13,16; 15,20). Un instante de ligera tribulación produce un peso eterno de gloria (2Cor 4,17). El número de los elegidos es menor de lo que se piensa (Mt 20,16). Sólo los valientes y esforzados arrebatan el cielo por la fuerza (Mt 11,12). Nadie será coronado sino aquél que haya combatido legítimamente según el Evangelio (2Tim 2,5), y no según el mundo. ¡Luchemos, pues, con todo valor!».
Éstas son algunas de las palabras divinas con las que los Amigos de la Cruz se animan mutuamente.
[10] Los mundanos, por el contrario, para animarse a perseverar en su malicia sin escrúpulo, claman todos los días: «¡Vivir, vivir! ¡Paz, paz! ¡Alegría, alegría! ¡Comamos, bebamos, cantemos, dancemos, juguemos! Dios es bueno, Dios no nos ha creado para condenarnos. Dios no prohibe las diversiones; no vamos a ser condenados por eso. ¡Fuera escrúpulos! ¡"No moriréis" (Gén 3,4)»!
-sigue-

Quis ut Deus dijo...

[11] Acordáos, mis queridos cofrades, de que nuestro buen Jesús os está mirando ahora, y os dice a cada uno en particular: «Ya ves que casi toda la gente me abandona en el camino real de la Cruz. Los idólatras, cegados, se burlan de mi Cruz como de una locura; los judíos, en su obstinación, se escandalizan de ella (+1Cor 1,23), como si fuera un objeto de horror; los herejes la destrozan y derriban como cosa despreciable. Pero -y lo digo con lágrimas y con el corazón atravesado de dolor- mis propios hijos, criados a mis pechos e instruídos en mi escuela, los propios miembros míos que he animado con mi espíritu, me han abandonado y despreciado, haciéndose enemigos de mi Cruz (+Is 1,2; Flp 3,18). "¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67). ¿También vosotros queréis abandonarme, huyendo de mi Cruz, como los mundanos, que son en esto verdaderos anticristos (1Jn 2,18)? ¿Es que queréis vosotros, para conformaros con el siglo presente (Rm 12,2), despreciar la pobreza de mi Cruz, para correr tras las riquezas; evitar el dolor de mi Cruz, para buscar los placeres; odiar las humillaciones de mi Cruz, para ambicionar los honores? En apariencia, tengo yo muchos amigos, que aseguran amarme, pero que, en el fondo, me odian, porque no aman mi Cruz; tengo muchos amigos de mi mesa, y muy pocos de mi Cruz» [Imitación de Cristo II, 11,1].
Ante esta llamada de Jesús tan amorosa, elevémonos por encima de nosotros mismos, y no nos dejemos seducir por nuestros sentidos, como Eva (+Gén 3,6). Miremos sólamente al autor y consumador de nuestra fe, Jesús crucificado (Heb 12,2). "

Anónimo dijo...

Me es imposible darme a conocer.
Es un horror lo que pasa uso habito y mantilla y deseo comulgar de rodillas.
Tengo la gracia de tener un confesor que comprende. Pero cuando le ataran las manos.
Mi Pontífice es Benedicto XVI y a su magisterio me ajusto
Dios salve a la Iglesia

Anónimo dijo...

me consta que la ciudadanía en general está hondamente preocupada por estos frailes.

Anónimo dijo...


Conozco personalmente a estos frailes y puedo decir con emoción que son un verdadero regalo para la Iglesia.

Es terrible la persecusión que hay de la misa trdicional y de los buenos y fieles sacerdotes.

Estamos en tiempos finales.
Cuánta confusión se siembra en la Iglesia de NSJC con estas actitudes.

Dios bendiga y dé fortaleza a los Franciscanos de la Inmaculada.

Garba Lawal dijo...

Más allá de la base jurídica que pueda tener la cuestión de los Frailes, sobre la cual no tengo conocimiento en la profundidad ni seguridad suficiente como para opinar, me parece que decir que Francisco "se cristiniza" e ilustrar el artículo con los afiches que, sin duda alguna, no fueron publicados por Francisco, ni en beneficio de Francisco, sino del kirchnerismo, no tiene nada que ver con el tema del artículo, y es un nuevo ataque injusto e indebido al Papa por parte de Página Católica. Es obvio que cualquiera que publica algo, expresa su opinión y su parecer, pero un poco de objetividad a la hora de comunicar no vendría mal.

Tomás dijo...

Garba Lawal

No es posible que Página Católica ataque al Papa, pues el último Papa, Pio XII, falleció en 1958.
Algunos atacarán al jefe de la secta modernista, Bergoglio.
Si Ud. no está de acuerdo con esos ataques tiene que refutarlos.

Tomás dijo...

Anónimo 2/8/2013 21:05

La "misa" de Pablo VI es según la definición del mismo una reunión dirigida por el sacerdote, en la cual se conmemora la muerte de Cristo y no un Sacrificio. Las comuniones son inválidas y lo único que se reparte es pan "bendecido". Que Ud. con mantilla e intentando "comulgar" de rodillas causa la ira de los modernistas es lógico. Ud. tendría que dejar de pisar los templos modernistas. Nadie puede servir a dos seniores.

Vaga TalCual dijo...

Pobre Garbita Lawal,anda en amores con Francisco,y no le culpo, ¿quién no ha caído alguna vez en la atracción de un hechizo maléfico?
Hale,le pongo una canción y le incluyo en mis oraciones, lo necesita tanto...:
http://www.youtube.com/watch?v=JUbMWtUyIIE

Tomás dijo...

Anónimo

Aquí Lefebvre se equivocó totalmente, pues el centro del problema no es al Misa, sino la Fe. ?De qué sirve la liturgia, sin la Fe? También los "ortodoxos" tienen la liturgia católica.
Lefebvre minimizó el problema reduciéndolo a un asunto meramente litúrgico, dejando de lado el hecho que la "iglesia conciliar" es una secta herética.

Garba Lawal dijo...

Tomás, miente Ud. cuando dice que en la Misa (no corresponde llamarla "misa de Pablo VI", es la Misa, a secas) no se revive el Sacrificio de Cristo.

Anónimo dijo...

Auque no estoy de acuerdo con Tomas y creo firmemente que la misa es valida, pienso que no deberia llamarse Misa de Pablo VI, deberia llamarse MISA CREADA POR PROTESTANTES.

Anónimo dijo...

Respecto a Garba leer lo que dice Simon Del Temple en la entrada anterior. Lo pinta de cuerpo entero.
Andá a echar incienso al "altar" de los ídolos.
Melitón de La Esquina

Tomás dijo...

La Iglesia vive horas dramáticas, pero no porque Bergoglio apoye el gobierno neo montonero de Kirchner, sino debido a la apostasía general, causada en gran medida por el "concilio".