El déspota ataca de nuevo

Taussig limita la defensa católica en Salta

Taussig dando la Comunión en la mano en Brasil

Después del ataque gratuito al Dr. Caponnetto y a algunos fieles que lo respaldaron, el obispo de San Rafael. Mons. Eduardo María Taussig, acaba de emitir un sorprendente decreto.

En efecto, según el escrito protocolizado como 175/14, el ordinario mendocino prohíbe a sus sacerdotes acompañar a los fieles que vayan a Salta, con motivo del próximo Encuentro Nacional de Mujeres, si no han sido designados ad hoc, o al menos autorizados explícitamente, por él.

Basa su decisión en que compete al Obispo asegurar la digna participación de los clérigos en acontecimientos públicos de carácter político y social, la que ha de estar en comunión con la autoridad episcopal, tanto de origen como del lugar que se visita.

Y aquí está el secreto de la cosa: no quiere que sus curas aparezcan sosteniendo públicamente la Reyecía de Cristo, que él parece haber abjurado en pro de la causa liberal es decir, partidocrática.

Por otro lado, es sabido que los jóvenes sanrafaelinos son parte importante de la resistencia católica contra las políticas impuestas por el Nuevo Orden Mundial Anticristiano. Como es sabido también cuáles son los sacerdotes que los asisten en esta empresa, que hoy es locura a los ojos del mundo, y cuyo ejemplo cunde en otras latitudes.

De modo que, poco trabajo tendrá el ordinario Taussig a la hora de descabezar una de las columnas de la resistencia católica que Salta necesitará este mes. Sus amigos masónico liberales están de parabienes.

Sería bueno preguntarle a Taussig, que ha callado sistemáticamente cada vez que el poder civil realizara un avance contra la Iglesia; que no dijo ni pío, como todos los obispos argentinos, cuando en Santiago del Estero se casó a dos homosexuales en una iglesia; sería bueno preguntarle, decimos, ¿a qué viene tanta formalidad en este tema? ¿Por qué esa insistencia que lo lleva a decir dos veces en un breve decreto, que la prohibición rige para "eventos similares que pueda haber en el futuro"? Insistencia y formalidad digna de una mejor causa.

Hay quien opina que al margen del control que este decreto le dará al obispo sobre quienes vayan al Encuentro, su intención habría sido quedar bien públicamente con el mundo y con Bergoglio, a quien nunca le han gustado las reacciones católicas "fundamentalistas". Basan su análisis en el modo utilizado por el obispo: un decreto, cuando le hubiera bastado informar su decisión oralmente al presbiterio de su diócesis.

Por otro lado nos parece que hay un error en los considerandos de su decreto, Mons. Taussig. No son sus sacerdotes los que van a participar "en eventos públicos y de carácter político social como el que se trata", sino sus "laicos", a quienes aquéllos sólo acompañan y asisten, como Ud. mismo dice.

Por otro lado Mons., y ya que hemos mencionado la palabra "laicos", en el decreto se dice "laicas y laicos", lo cual es propio de la guerra semántica diseñada por los ideólogos de la Revolución Mundial Anticristiana, y no de un documento episcopal católico.

De modo que podría decirle a su notario el padre Cambiasso, si fuese el autor del texto como podría ser, que aunque él hubiera dado el cambiazo como dicen algunos, nosotros queremos autoridades que permanezcan fieles al uso correcto del idioma, sin asociarse a las deformaciones del lenguaje que, con sentido ideológico, se imponen desde lo más alto del poder mundano.

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