Monición para el XXIV Domingo del Tiempo Ordinario
Ciclo C
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| "Padre, dame la parte que me toca" |
Las tres parábolas del Evangelio de San Lucas que se lee hoy, han sido llamadas Parábolas de la Misericordia.
Podría decirse que la gran oveja perdida, a que hace referencia la primera de ellas, ha sido el género humano en su totalidad.
Adán y Eva desertaron de la alegría paradisíaca, renunciaron a la gloria de la gracia de ser hijos de Dios y corrieron la aventura de una libertad desbocada, queriendo ser como dioses por la soberbia y no por la gracia que diviniza.
Abandonaron el redil en el que, junto a los ángeles buenos, conformaban las cien ovejas de Dios, en una sinfonía perfecta interpretada por las naturalezas racionales que Él creara.
Pero el Señor, lejos de condenarlo a la muerte definitiva, dejó en el redil a los ángeles buenos y salió en su búsqueda por los tortuosos caminos de este mundo, para devolverlo a la casa del Padre pagando el rescate de su preciosísima sangre.
En la parábola del Hijo Pródigo, Jesucristo expone crudamente la realidad del pecado, por el cual aceptamos de Dios los dones que nos ha concedido para amarlo, la libertad, la memoria, la inteligencia, la voluntad, la afectividad, pero, contrariamente, los utilizamos para ofenderlo.
Mas el pecado, que nos vacía de Dios y nos llena de nosotros mismos, nos llevará indefectiblemente al chiquero, donde nos mezclaremos con la inmundicia de los cerdos a quienes terminaremos envidiando.
La única manera de salir de la horizontalidad animal a que nos reduce el pecado, es entrar dentro de nosotros y tomar la decisión de retornar a la casa paterna transidos de arrepentimiento: "Me levantaré e iré a la casa de mi Padre y le diré: he pecado contra el cielo y contra ti"; donde se nos está esperando con los brazos abiertos, para aplicarnos no la Justicia sino la infinita Misericordia.
El mundo moderno es también la oveja perdida que, habiendo vivido por tres siglos en los esplendores de la Cristiandad, cuando el Evangelio impregnaba el orden temporal, comenzó a separarse del redil con una apostasía que lleva ya varios siglos.
El hombre moderno, cual hijo pródigo, le pide a Dios la inteligencia, pero no para conocer la verdad sino para sumergirse en errores; le pide la memoria, pero no para recordar los beneficios que le fueron concedidos sino su apostasía; le pide la voluntad, pero no para glorificar a Dios sino para volcarla a sus pasiones. Le dijo a Dios dame mi herencia, y realizó la experiencia de la animalización.
Pidámosle al Señor que nos deje participar de su celo apostólico para con estas almas, sus esposas adúlteras, a fin de que, siendo testigos de su misericordia, podamos ganar a nuestros hermanos extraviados para el redil de Jesucristo.
Podría decirse que la gran oveja perdida, a que hace referencia la primera de ellas, ha sido el género humano en su totalidad.
Adán y Eva desertaron de la alegría paradisíaca, renunciaron a la gloria de la gracia de ser hijos de Dios y corrieron la aventura de una libertad desbocada, queriendo ser como dioses por la soberbia y no por la gracia que diviniza.
Abandonaron el redil en el que, junto a los ángeles buenos, conformaban las cien ovejas de Dios, en una sinfonía perfecta interpretada por las naturalezas racionales que Él creara.
Pero el Señor, lejos de condenarlo a la muerte definitiva, dejó en el redil a los ángeles buenos y salió en su búsqueda por los tortuosos caminos de este mundo, para devolverlo a la casa del Padre pagando el rescate de su preciosísima sangre.
En la parábola del Hijo Pródigo, Jesucristo expone crudamente la realidad del pecado, por el cual aceptamos de Dios los dones que nos ha concedido para amarlo, la libertad, la memoria, la inteligencia, la voluntad, la afectividad, pero, contrariamente, los utilizamos para ofenderlo.
Mas el pecado, que nos vacía de Dios y nos llena de nosotros mismos, nos llevará indefectiblemente al chiquero, donde nos mezclaremos con la inmundicia de los cerdos a quienes terminaremos envidiando.
La única manera de salir de la horizontalidad animal a que nos reduce el pecado, es entrar dentro de nosotros y tomar la decisión de retornar a la casa paterna transidos de arrepentimiento: "Me levantaré e iré a la casa de mi Padre y le diré: he pecado contra el cielo y contra ti"; donde se nos está esperando con los brazos abiertos, para aplicarnos no la Justicia sino la infinita Misericordia.
El mundo moderno es también la oveja perdida que, habiendo vivido por tres siglos en los esplendores de la Cristiandad, cuando el Evangelio impregnaba el orden temporal, comenzó a separarse del redil con una apostasía que lleva ya varios siglos.
El hombre moderno, cual hijo pródigo, le pide a Dios la inteligencia, pero no para conocer la verdad sino para sumergirse en errores; le pide la memoria, pero no para recordar los beneficios que le fueron concedidos sino su apostasía; le pide la voluntad, pero no para glorificar a Dios sino para volcarla a sus pasiones. Le dijo a Dios dame mi herencia, y realizó la experiencia de la animalización.
Pidámosle al Señor que nos deje participar de su celo apostólico para con estas almas, sus esposas adúlteras, a fin de que, siendo testigos de su misericordia, podamos ganar a nuestros hermanos extraviados para el redil de Jesucristo.
Ilustra esta entrada: "El hijo pródigo recibe su herencia", óleo sobre lienzo de Bartolomé Esteban Murillo (1660-1670), que pertenece a una colección privada.
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6 comentarios:
Esta vez quisiera proponerles un juego que consiste en que vean estos 3 cortos videos y adivinen cuál es la "misa" luterana y cuales las "misas" católicas novus merdordo.
(El punto es que las "misas" católicas que se ven en los videos como las miles del mismo tenor que hemos presenciado o sufrido son consecuencia de las directrices del CV2 y las reformas de los criptomasones de Paulo VI y su mano derecha Mons Bugnini. En esta destrucción el actual obis-pillo de Roma se ha mostrado como un gran perfeccionador.
Al menos los luteranos conservaron un poco de buen gusto en su payasada falsa que llaman misa)
http://www.youtube.com/watch?v=RaXC0P0h8JQ
http://www.youtube.com/watch?v=QqBz1jBhoE8
http://www.youtube.com/watch?v=6s2xPTCsSg8
Mons Lefebvre ruega por nos
Para los que adivinaron les dejo otro corto video para que no duden de los efectos devastadores en las almas promovidos por el nefasto CV2, sus papas y gran clero.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=xg4PI-B9-xM
Jack:
Había visto ya ese video sobre el cual preparé una entrada que al final no me atreví a publicar por asco nomás.
Pero si Ud. lo recomienda, me parece que se puede publicar.
Ya está publicado, amigo Jack.
De vergüenza pero esto no sorprende, el Novus Ordo fue creado por PROTESTANTES es normal ver estas cosas, lo unico que da dolor de estomago ver que la "misa" Luterana es mas reverente a mi parecer que las catolicas
El origen de todos nuestros problemas en la Iglesia se encuentra ahi, en el Novus Ordo.
Y agrego al anterior comentario, al novus ordoe y a la anfibología del cevedos.
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