domingo, 31 de marzo de 2013

El Dr. Caponnetto contesta al padre Iraburu


Luego del duro artículo de InfoCatólica



Hace pocos días publicamos en este Blog un artículo del Dr. Antonio Caponnetto sobre la elección del Cardenal Bergoglio al Solio de San Pedro, que el había titulado Recen por mí, pero nosotros hicimos conocer en un post bajo el epígrafe de ¡Qué muera Bergoglio y que viva el Papa!.

Título que, aunque creemos sintetiza el deseo del autor quien ruega por el milagro de ver convertido al ex Arzobispo de Buenos Aires en un gran Papa, luego entendimospudo haber generado una mala predisposición de inicio hacia el ensayo y su autor.

Poco tiempo después, el padre José María Iraburu daba a conocer en su Blog de InfoCatólica un post titulado El Papa Francisco y el Apocalipsis, en el que calificaba duramente al trabajo mencionado, tan duramente cuanto que parece pedir la excomunión de su autor.

Hoy presentamos la respuesta que el Dr. Antonio Caponnetto acaba de dirigir al padre Iraburu, lamentándonos, como se lamenta su autor, de que deba producirse, "sólo Dios sabe al precio de qué amargura, en plena Semana de Pasión."


Puede bajar el artículo para su más cómoda lectura en formatos PDF y/o WORD




RESPUESTA AL PADRE IRABURU

Al artículo que publicara en su blog Reforma o Apostasía,
bajo el título El Papa Francisco y el Apocalipsis,
el 24 de marzo de 2013.

Puede leerse: AQUÍ

Por Antonio Caponnetto

“No puede entenderlo,
porque hay que discernirlo espiritualmente”
                                                            San Pablo, 1 Corintios 2,14


“No es que no puedan ver la solución.
No pueden ver el problema”
                                Chesterton


1.-Dos medidas de tiempo

         Exactamente el 20 de marzo hice circular una nota titulada Recen por mí. A propósito del Nuevo Pontificado. En la nota se hace referencia visible a unas expresiones de Francisco vertidas el día 18, y a su homilía del 19, pronunciada con motivo de la asunción formal a la Silla de Pedro. Demoré deliberadamente una semana para darle forma a mis reflexiones, pidiendo el consejo de varias personas prudentes en el entretanto, y aclarando de modo expreso en la Introducción, que hacía públicas tales palabras “ siquiera provisoriamente y sin mengua de futuros retoques a cuanto ahora escribimos”.
         Bastaba una lectura elementalmente comprensiva de la nota para darse cuenta de ésto que decimos. O menos aún, bastaba con mirar el calendario de los distintos sitios de internet en que comenzó a difundirse el escrito de marras.
         Pero el Padre José María Iraburu no hizo ninguna de las dos cosas. Y en su destemplada respuesta a mis opiniones, utiliza en más de un pasaje, como argumento descalificatorio, que manifesté aquéllas “en seguida de la elección del Papa”, “a los dos días de la elección del Papa”, o expresiones equivalentes. El propósito, por cierto, es acusarme de impremeditación. No se percata de que conozco a Jorge Mario Bergoglio hace más de veinte años.
         Le corregí de inmediato el error posteando la aclaración en su blog e instándolo a una caballeresca disculpa. No por el dato en sí, que es absolutamente baladí, sino porque si la incomprensión de mi texto existe para los meros datos subalternos, tanto más existirá para la comprensión de los argumentos sustanciales y complejos. El Padre Iraburu no sólo rechazó disculparse, sino que –manos a la obra ya de la crasa cronolatría- sostuvo que los siete días primeros del Nuevo Pontificado son un cortísimo espacio de tiempo para fundamentar los diagnósticos tremendos que Ud. hace”.
         No sé qué desdoro puede implicar hacer un diagnóstico tremendo, ya que en buen castellano la palabra carece de significación negativa per se, y aún posee una semántica ingénitamente positiva. En Las elegías de Duino, por ejemplo, tremendo o terrible es el calificativo utilizado por Rilke para designar la presencia de los ángeles, “cuando el viento lleno de espacio cósmico nos sacude la cara” con sus mensajes. Pero algo queda en claro: una semana es un período indebido para que un simple mortal como yo establezca humanos interrogantes sobre el nuevo pontificado. El Padre Iraburu, en cambio, en el mismo tiempo  transcurrido, ya sabe que todo lo que hará Francisco de aquí y en adelante será óptimo. Sea que provoque “una cierta evolución en la forma concreta de los signos sagrados”, o que decida salirse “de la Capilla Sixtina”. “Nadie, pues, cuando el Papa Francisco realice los cambios que estime prudentes, venga a calificarlos de atropellos a la Tradición o de ofensivos distanciamientos de su predecesores”. Porque todo en él carecerá de mácula o de humanísimo descuido, y “mantendrá también en cuestiones menores una continuidad espiritual con las mejores tradiciones de la Iglesia”. Dá gusto debatir con un profeta.
         Es más; una semana para que yo trace una semblanza objetable pero esperanzadora, dubitativa pero promisoria, crítica pero sobrenaturalmente confiada, de un hombre a quien conocí, traté y vi en acción, en forma cercana y directa, durante veinte años, es un tiempo “cortísimo” para permitirme emitir un diagnóstico. Al Padre Iraburu, en cambio, le bastaron cuatro días de circulación de mi artículo, para saber que el mismo forma parte del “ siniestro objetivo de dificultar al máximo a los fieles católicos tradicionales y a los tradicionalistas la aceptación del nuevo Papa Francisco en fe y confianza, caridad y obediencia”. En cuatro días sabe este hombre omnisciente que escritos como el mío «colaboran con el Enemigo, que disfruta destruyendo el amor al Papa y a la Iglesia en el corazón de los fieles». Y lo sabe aunque reciba pruebas fehacientes en sentido contrario.


El “siniestro objetivo”

         Es curioso. Que haya un Papa apoyado ostensiblemente por los poderes judaicos, masónicos, modernistas y marxistas, por las cabezas del Nuevo Orden Mundial y por notorios cuan repugnantes heresiarcas, no le merecen al  ilustre sacerdote español ningún comentario sobre “el siniestro objetivo”. Silencio absoluto y ominoso al respecto. Que “el Enemigo” –con o sin mayúsculas, como se prefiera- pueda, en consecuencia, disfrutar “destruyendo el amor al Papa y a la Iglesia, para sustituirlo por un amor mundano al “Papa de todos, de la gente” o “Papa  revolucionario o innovador”, como ya está sucediendo, tampoco le merece el menor estremecimiento o repudio. La condena es para nosotros, calificados como protagonistas de un plan siniestro al servicio del Enemigo. ¡Nada menos! ¿Se da cuenta el Padre Iraburu de la temeridad sumada a la falsía en la que está incurriendo? ¿Es consciente de que, si en el terreno de la moral está pecando contra el octavo mandamiento: “non loqueris contra proximum tuum falsum testimonium”(Ex.20,16), en el terreno del derecho incurre en calumnias e injurias? ¿Avizora acaso que, aunque coloque el insuficiente paliativo de que tal plan siniestro, superaría nuestras intenciones, en el mejor de los casos nos está calificando de necios? Y en mi caso particular, puesto que a mí me ataca, ¿cómo se conciliaría esta última posibilidad con “la calidad espiritual” que me adjudica, tras editar unos oración que escribí con ocasión de la renuncia de Benedicto?
         No acaba aquí su desmadre. Tras tildarme con las enormidades que acabamos de transcribir, agrega que soy portador de “una gran falsedad”, de “una falsedad intolerable” y de “críticas crueles que sólo sirven para denigrar al Papa”. Empiezo a barruntar que el hombre que esto escribe no es el mismo que ha pergeñado páginas notables, cuando posteando en su propio blog dice: “No publicaré ningún comentario agresivo contra el profesor Caponnetto”. Está claro que tal decisión se debe a que se reserva el monopolio de las agresiones hacia mi persona. Aunque poco después, magnánimo, permite que muchos otros de sus prosélitos me sigan ofendiendo. Poco duró la palabra empeñada del Padre Iraburu. Se ve que la predicación sobre la ternura del Papa Francisco no ha llegado a sus oídos.
         Interpelado además por algún lector que –entre vituperio y chacota- le solicita aclaraciones extras sobre el tema apocalíptico, acota el Padre Iraburu: “Sería interesante, sin duda. Pero en este momento, en un marco mental como el que ha creado el Sr. Caponnetto y otros que piensan como él, me parece altamente inoportuno y no lo haré”. Acusado inopinadamente que he sido, con los más graves cargos y con argumentos falaces, sometido al opinionismo anónimo de una banda de indoctos a la que el Padre Iraburu da libre cabida en su blog, la parábola se cierra del modo más reñido con la ética: convirtiendo a la víctima en victimario. El problema no es la andanada gratuita y arbitraria de dicterios que se me ha lanzado, torciendo, incomprendiendo y mutilando el sentido de mi nota,  sino  “el marco mental” que yo he creado al tratar de defenderme. Sofisma ad misericordiam en estado puro. Apliquémoslo a un ejemplo ajeno para medir sus consecuencias. Discutiríamos sobre la parusía, por supuesto, pero dado “el marco mental” creado por Jesucristo al defenderse de las acusaciones de los fariseos, es altamente inoportuno hacerlo. Mejor sigámosle dando azotes.


Excomunión

         No me preocupa saber quién le enseñó lógica al Padre Iraburu, sino quién es su maestro de caridad para tratar de este modo a los católicos alertas y despiertos, que sin mérito alguno, y por el sólo hecho de haber vivido en la ciudad natal del Cardenal Bergoglio, asistiendo a sus desquicios múltiples y continuados desmadres, tienen todo el derecho y el deber de cumplir el teresiano “ya no durmáis, no durmáis”.
         Que la Iglesia esté preñada de inmorales de toda ralea y de altos jerarcas portadores de las más gruesas heterodoxias, burlando y violando el Magisterio Pontificio en forma sistemática, tampoco es algo que turbe en la ocasión “el marco mental” del Padre Iraburu. Ni una modesta coma reprobatoria contiene su artículo respecto de aquella legión de clérigos y de obispos que ultrajan a mansalva la Cátedra de Pedro. Pero mi posición, según sugiere, sería acreedora a la excomunión, de acuerdo con el canon 1370,1, pues “si el que «atenta físicamente» contra el Papa queda automáticamente excomulgado considérese la sanción que merece quien «atenta espiritualmente» contra él, denigrándolo públicamente y difundiendo su personal convicción de que es un amigo de herejes y un perseguidor de la ortodoxia”.
         “Pequeño detalle” al margen de que yo no he dicho esto del Papa sino del Cardenal Bergoglio, sepa por lo pronto dos cosas el Padre Iraburu. La primera, que el precitado Bergoglio “atentó espiritualmente” contra los dos últimos pontífices en no pocas ocasiones públicas. Principalmente al obstaculizar con todas sus artimañas, tanto la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum, como los criterios de dignificación litúrgica propuestos por Juan Pablo II en la Redemptionis Sacramentum y por Benedicto XVI en la Sacramentum Caritatis. Hay miles de católicos argentinos, honestos y lúcidos, que no me dejarán mentir. Atentó espiritualmente contra el Papado toda vez que desoyó la voz perenne del Magisterio para aliarse con los adversarios más insolentes de Roma y condenar, el 31 de diciembre de 2004, al puñado de católicos militantes que atacaron virilmente la exposición blasfema de León Ferrari, montada grotescamente para profanar al Papa y a la Iglesia.
         Monseñor Bergoglio, además, no sólo no sancionó canónicamente al obispo Monseñor Laguna, de la diócesis de Morón, en ninguna de las ocasiones en que este prelado indigno contradijo groseramente a los dos últimos pontífices, llegado al extremo de ridiculizarlos y de befarlos en órganos de prensa abiertamente izquierdistas, sino que cultivó la amistad con él, y despidió sus restos en la Catedral de Morón, el 5 de noviembre de 2011, en un clima de fervoroso panegírico hacia el prete felón que acaba de morir. ¿Por qué el canon 1370,1 habría de detener su efecto punitivo contra quienes de este modo, y desde altísimos cargos, atentaron espiritual y moralmente contra dos Sumos Pontífices, y contra el mismísimo Jesucristo?


Tener en cuenta rectamente el pasado

         Lo segundo que debe saber el Padre Iraburu es que ningún mal se comete al recordar los pésimos antecedentes históricos de la persona y de la larga gestión del ex Arzobispo de Buenos Aires.  Una cosa es -como lo dijimos en nuestro escrito- establecer un hiato sobrenaturalmente esperanzador entre Bergoglio y Francisco, sin condicionar el porvenir venturoso a lo pretérito desdichado. Pero otra cosa  es negarse cerrilmente a publicar “aquellos comentarios que denuncien los malos antecedentes del Papa actual”. Si lo primero es virtud, lo segundo es ceguera. Esa que zahiere el Evangelio cuando nombra a quienes “se les han embotado los oídos y se les han cerrado los ojos(Mt.13,1,15) Si suponer que, de modo fatal, quien mal obró obrará mal siempre, es determinismo craso; ignorar las lecciones del pasado, o más modestamente los ligamentos entre el antecedente y el consecuente, es atentar contra la historia y la lógica.
         Escuchemos al Cardenal Jorge Mario Bergoglio: “El acercarse a nuestra historia tiene un primer cometido: recuperar nuestra memoria[...]. No todo será luz en esta trayectoria[...]. No todo será gracia. También los jesuitas son y han sido pecadores. No han faltado tergiversaciones pecaminosas en su misión y, por momentos, la fidelidad al pasado ha sido mezquino esclerotizamiento; y su lanzarse al futuro no siempre ha estado exento de indiscreto vanguardismo. Y su zigzagueante búsqueda de realismo no ha estado a veces carente de un oportunismo acomodaticio[...]. Esta memoria que nos salva de ‘dejarnos seducir por doctrinas varias y extrañas’ (Heb,13,9),nos ‘fortalece el corazón’ (ibid)” (Cfr. Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos, Buenos Aires, Diego de Torres, 1982, p. 11,13, 232).
         Ya que el Padre Iraburu se empeña en mostrarse como un defensor de estricta observancia de todo cuanto roce la vida del cardenal argentino, bien podría tomar este atinado consejo del hoy Papa Francisco.


Carencia de probidad intelectual

         He comenzado esta nota remitiendo a los sitios en los cuales el lector interesado podrá acceder al artículo completo del Padre Iraburu. Es lo que corresponde en cualquier debate honesto. Mi objetor, en cambio, no sólo no ha hecho lo mismo, mutilando capciosamente la letra de mi breve ensayo, y tergiversando por momentos el espíritu del mismo, sino que, ante un pedido expreso de que diera a conocer la totalidad de mis reflexiones ha posteado que no, “porque no me gusta conectar a mis lectores con páginas-web filolefebvrianas o sedevacantistas. Hay más de media docena que han reproducido íntegro el artículo de Caponnetto.Está también, según me dicen, en el blog de Cabildo, pero con mi PC no logro verlo”. ¿Tampoco funciona en la PC del Padre Iraburu la opción “copiar y pegar, para resolver el pedido  de su feligrés transcribiendo íntegro  en su propio blog el artículo original mío que, según relata en un posteo, le hicieron llegar desde Argentina?
         No sé si el Padre Iraburu sabe que, a raíz de mi nota, he sido atacado virulentamente por ciertos sectores sedevacantistas; sobre todo por un tal Foro Católico, desde el que un anónimo escriba intenta un par de estocadas parapetado tras un brioso monitor . Pero curioso criterio el del Padre Iraburu. Apliquémoslo tal como hicimos con el caso del “marco mental”. No recomiendo leer la Sagrada Escritura, porque no me gusta poner a mis lectores en contacto con historias extrañas, como la de una mujer que seduce a un hombre, se acuesta con él y al final le corta la cabeza...
         De esta falta de probidad metodológica, sumada a una ausencia de lectura atenta y comprensiva, en virtud de la cual, el Padre Iraburu ni siquiera sabe darse cuenta de la data cronológica de mi escrito, se siguen una serie de yerros, que a vuelapluma enuncio. Digo yerros por modo más castizo de invocar a las mentiras.
           a) -No es cierto que se pueda asentar apodícticamente que mi texto ha “causado en no pocos católicos una perplejidad y angustia muy graves”. Entre la totalidad de los católicos argentinos tradicionales –para usar la expresión del Padre Iraburu- la angustia y la perplejidad muy graves la ha causado el nombramiento del Cardenal Bergoglio como Papa Francisco. Es ésto lo que realmente importa y lo que el Padre Iraburu oculta, calla y disimula. Lo demás, me tiene sin cuidado. Los frutos de estas primeras y acotadas opiniones mías, ahora en debate, han causado adhesiones y rechazos. Agradezco enormemente la calidad de las primeras, y discierno la procedencia y la finalidad de los segundos para sacar provecho. Cuando escribo busco la complacencia de la Verdad, no de las tribunas. Mucho menos las digitales.
         b)-No es cierto que mi nota sea “ejemplo y síntesis de los argumentos contrarios a la elección del nuevo Papa”. A la elección del nuevo Papa ni me niego ni podría negarme. Me rehúso en cambio a dos actitudes, que claramente quedan demarcadas en mi texto. Una es a la desesperación –pecado contra la Esperanza- y según la cual, nada bueno cabe esperar de Francisco. Otra es esa mezcla de memez y cobardía por la cual está prohibido pensar católicamente que la profecía apocalíptica pueda estar cumpliéndose ante nuestros ojos. Si no faltan motivos para la esperanza con la primera hipótesis, tampoco faltan en el caso que fuera la segunda. Porque entiéndase de una vez, con el Padre Castellani, que el Apokalipsis es un libro de esperanza, no de terror. Si un Falso Profeta ocupara altísimo sitial religioso, lo último no sería su victoria, sino el triunfo de Cristo Rey.
          ¿Y por qué, se preguntan algunos, pensar ahora en esta posibilidad? Sencillamente porque hay signos, y signos lacerantes de que algo atípicamente anómalo podría estar ocurriendo en la Iglesia. Los que niegan toda posibilidad parusíaca, no pecan principalmente de papólatras sino de pusilánimes. No quieren siquiera pensar en el capítulo trece del texto joánico, porque de ser cierto que ande cumpliéndose, se acaba la fiesta y empieza la persecución desatada y la confusión horrenda. Y para sobrellevarla hace falta algo más que andar escribiendo endechas apriorísticas e inconcusas sobre todo candidato elegido por el Cónclave.
         c)-No es cierto que yo afirme que “los cristianos no tenemos hoy conocimiento cierto sobre la elección del Papa Francisco, en tanto ‘los teólogos de la historia más eminentes’ dictaminen sobre tan gravísimo asunto”. (Sólo el entrecomillado simple es frase literalmente mía). El Padre Iraburu no sabe inteligir lo que lee, o al menos lo que de mí está leyendo. Porque lo que he dicho y reitero, es que no seré yo quien pueda “discernir con solvencia si el Cónclave que eligió al Papa Francisco estuvo iluminado y movido por la inspiración del Espíritu Santo, como la fe nos lo señala; o si por alguna razón que ahora ignoramos, los Cardenales electores fueron engañados, resultaron objeto de alguna extraña manipulación, o cerraron su entendimiento a la lumbre del Paráclito”. No seré yo, y mucho me temo que tampoco el Padre Iraburu y sus clonados seguidores. Serán, en el mejor de los casos, “los teólogos de la historia más eminentes”. No veo qué reproche puede formulárseme, si en vez de buscar a los hermeneutas del Cónclave entre las páginas amarillas de Corriere della Sera o del New York Times, sostengo la conveniencia de escuchar a los que saben.
         d)-Por lo tanto, cuando afirmo lo que he escrito sobre el Cónclave, no estoy sosteniendo “un gran falsedad”, como aventura irresponsablemente el Padre Iraburu. Estoy sosteniendo y reclamando una necesidad elemental y clásica: que los sabios nos ayuden a comprender; que nos orienten y guíen. Los hombres comunes solemos tener estos requerimientos; somos mendigos de lo Absoluto, diría León Bloy. En el Olimpo Iraburiano, en cambio, tamañas contingencias parecen ser innecesarias.
         Acota el Padre Iraburu: “ si fuera ésta [la de la necesidad de un discernimiento de los sabios] una exigencia verdadera, tendría que decirnos cuántos años habrá de esperar el pueblo cristiano a que se produzca ese discernimiento «histórico» fidedigno. Y qué debe hacer mientras tanto”.
            Pregunta moderna la del Padre Iraburu, propia de una mentalidad cuantitativista. Ya dejola entrever en el comienzo, cuando según peculiar logaritmo, una semana suya no es lo mismo que otra mía, y cuatro días de publicada mi nota  valen más que veinte años de análisis  directo de una persona. Por lo pronto no entiende que la mía (mi referencia a los teólogos de la historia) no es una “exigencia” sino una súplica.
         Pregunta moderna y sin embargo fechada en el tiempo oscuro de la confusión de los apóstoles, cuando sin comprender lo que estaba desplegándose ante sus ojos, le preguntaron al Señor: “¿Es éste el tiempo en que restableces el reino para Israel” (Hechos 1,6).
         No; no se trata la mía de una pregunta planteada en el terreno de cronos, o que de cronos obtenga segura respuesta. Es una inquisición teologal que en la Revelación encuentra la mejor pista. Nos daremos cuenta por los frutos, por los resultados, por los efectos, por las consecuencias. Nos daremos cuenta si seguimos a rajatablas el consejo del Señor:  “cuando estas cosas ocurran, cobrad ánimo y levantad vuestras cabezas” (Ls. 21,28).
         En cuanto a lo que hay que hacer en “el mientras tanto”, ya lo he dicho en mi nota, pero está probado que el Padre Iraburu ha leído de ella lo que quiso, y ha entendido menos que un grano de anís. Lo reproduzco, pues:
          “En esa espera tensa nos acompaña una promesa, un pedido y un ejemplo. La promesa es de Nuestro Señor Jesucristo. ‘Yo rezaré por tí para que no desfallezca tu fe’, le dijo a su primer vicario, y en él a todos sus sucesores. Si la Fe no le desfallece y la conversión lo reviste con su gracia, habrá un bien para la Barca y aún para la Argentina.
         El pedido es el del mismo Papa Francisco, en su primera aparición; quien sin olvidar su clásico “recen por mi”, agregó además el recemos los unos por los otros. Oremus ad invicem. Éso hagamos. Recemos recíprocamente para sostenernos en estos tiempos, tal vez apocalípticos, sin el uso hiperbólico sino estricto de la palabra; y elevemos en común la plegaria a la Trinidad Santa para que nos permita discernir, sirviendo siempre a lo que es de Dios y combatiendo con ahínco cuanto se le oponga, proceda de donde procediera. Si fuera la hora de la luz, que nos dejemos envolver por ella, olvidándonos de las tenebrosidades del pasado. Si en cambio éstas persistieran, que no desertemos de la luz, como diría Thibon. No estamos llamando a la rebeldía ni a la desobediencia, ni a dar por nula la autoridad pontificia, sino al recto discernimiento[...]

         Una promesa , un pedido y un ejemplo, decíamos. El ejemplo es el de San Francisco de Asís [...].No los halagos de los más perversos enemigos de la Cruz, que hoy forman fila para congratularse y encomiarlo, sean los adornos del Papa Francisco. Sino quellos rituales ‘que otrora abrían las compuertas de la aurora’. Y mejor aún: las señales cruentas, abiertas y sangrantes del Madero. Porque la única revolución que necesita la Iglesia es en la acepción que hiciera Chesterton de la odiosa palabra: dar la vuelta entera; que en este caso no sería otra cosa más que regresar a las fuentes vivas, primeras y fundantes de su Gloriosa Tradición”.

         e)-No es cierto que “prueba de ello” [en negrita en el original la palabra “prueba”, y ello se refiere a que Bergoglio asuma que debe dejar de ser tal para comportarse como Francisco] es el episodio de la llamada telefónica a Buenos Aires, durante la cual pide que lo llamen Padre Bergoglio, a secas. No uso este argumento como prueba sino que lo califico de “noticia menor”. Porque éso es, y no pasa del plano anecdótico. Aunque otros llamados posteriores hubo repitiendo exactamente la misma actitud. Entre ellos, uno a Gustavo Vera, Jefe de la ONG La Alameda, del que dá cuenta La Nación de Buenos Aires, el 26 de marzo.

         Pero no hago este reconocimiento al carácter meramente anecdótico de estos episodios para atemperar la fuerza de mi relato, sino para que se advierta, por enésima vez, la liviandad con que el Padre Iraburu tuerce mi escrito. Y digo que, dolorosamente, no puedo atemperar en ésto la fuerza de mi relato, porque no puedo dejar de ver, al día de hoy, más síntomas de que a Francisco le cuesta sacarse de encima al hombre viejo.

         Recibir cálidamente al agitador marxista Pérez Esquivel, compartiendo sus ideales ecumenistas –que no son precisamente los que supo predicar tradicionalmente la Iglesia-; saludar especialmente y de modo deferencial a un degenerado como Mauricio Macri; ponderar la acción de los líderes latinoamericanos reunidos con la corrupta Cristina Kirchner, cuando sabido es que el grueso de aquéllos abraza el socialismo sino la guerrilla homicida; hacer notar que sigue viva la amistad con Clelia Luro, la escandalosa amante del obispo tercermundista apóstata Jerónimo Podestá (cfr. La Nación, 26-3-13, p.3), tender lazos de unión con todas las religiones, enfatizando desde el comienzo los vínculos con mahometanos y judíos, no son gestos que puedan incrementar nuestros fervientes y legítimos anhelos de un Papado y de un Papa que tomen férrea distancia de tantas conductas desconcertantes, desgraciadamente comunes en las últimas décadas.

          El Padre Iraburu recuerda con razón el canon 1404, según el cual, “La Santa Sede por nadie puede ser juzgada”. Pero la trágica paradoja es que este canon no es invocado para fustigar a Francisco, que recibe hospitalario y afable a  los más funestos enjuiciadores e impugnadores de la Santa Sede, sino a aquellos que nos proponemos cumplir con nuestros deberes de súbditos “golpeando y hociqueando al obispo para que nos dé la leche de la divina sabiduría”. Y esta enseñanza de San Césareo de Arlés me la comunicó personalmente el entonces Monseñor Bergoglio, en carta del 14 de octubre de 1992, que he reproducido en mi libro La Iglesia Traicionada.  Guarda plena consonancia con lo que reza el canon (212,3), según el cual, “los fieles tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia”.
         Tampoco ayuda a percibir ese necesario abandono del hombre viejo, la salutación de Francisco a los líderes de la comunidad hebrea, fechada el 25 de marzo, en la cual, los felicita por la fiesta del Pesaj, diciéndoles que “El Omnipotente, que liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto para guiarlo a la Tierra Prometida continúe liberándoles de todo mal y acompañándoles con su bendición”. Algo distinto dice la Carta a los Hebreos (8,6-9): “Mirad, días vendrán, dice el Señor, en que concluiré una alianza nueva con la casa de Israel y con la casa de Judá, no conforme a la alianza que concerté con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron fieles a mi alianza, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor”.  Consciente de este cambio pontificio en la valoración del Pesaj, el gran y homenajeado amigo de Bergoglio, el rabino Abraham Skorka, se apresuró a poner en evidencia que en “ésta, su primera Pascua como Papa en Roma, pero sin lugar a dudas, con su corazón y mirada hacia Jerusalén”, Francisco hace posible que judíos y cristianos busquen “ las sendas que conllevan la dignidad del individuo” (cfr. La lección del Pesaj, La Nación, Buenos Aires, 26-3-13, p.21). Esto será ahora la Pascua: una amalgama hebreocristiana en pos de la dignidad del hombre.

         Nada de lo predicho, por supuesto, inclina la balanza de nuestro juicio a creer que estamos ante la Fiera de la Tierra, como enseguida deducirá el Padre Iraburu, pronto a atacar lo inatacable y a defender lo indefendible. Pero sí nos inclina –y mucho más de lo que quisiéramos- al recuerdo fresco y reciente del Cardenal Bergoglio tejiendo estrechas amistades con todos; con todos los enemigos de la Iglesia, menos con los católicos que combaten por  la Realeza Social de Jesucristo. A ellos -a nosotros, hablemos claro- siempre nos destrató con claros motes y ademanes despreciativos. Abrazos, paces cósmicas y predicadas ternezas las reservó de continuo para los otros.

         f)-No es cierto, por último, que yo haya “profetizado una bicefalía” en la Iglesia. Desde que Benedicto renunció y sigue vivo como Papa Honorario, la tal bicefalía no necesita ser profetizada sino observada; y para que el mundo entero la pudiera verificar ambos pontífices se reunieron sin ocultamientos ni ambages. Que a nadie asombre eclesiológicamente este insólito encuentro de dos Papas, y que sólo quede reducido a una rareza histórica a la que se nos permite acceder, es una prueba más de esa pérdida de los hábitos sacros que alguna vez denunciara el mismo Monseñor Danielou. Porque el dilema vuelve a ser parusíaco, no administrativo o canónico, como parece entender el Padre Iraburu. Es la famosa y necesaria hermenéutica de la continuidad la que está en juego. La Cátedra de la Unidad, como gustaba llamarla Jordán Bruno Genta.

         Y este dilema exige, nuevamente, una perspectiva parusíaca; para saber si en los últimos tiempos es posible que convivan dos Iglesias, como decía el Padre Julio Meinvielle: la de la Publicidad y la de las Promesas; o si se podría dar el caso de la Iglesia de Filadelfia imbricada en Laodicea, como ha estudiado con solvencia Federico Mihura Seeber en su obra De Prophetia.

         Por lo pronto –y en orden a registrar, no a profetizar- esta dramática y eventual bicefalía, una frase consternante del Papa Francisco ya fue dicha: él quisiera una Iglesia pobre y de los pobres. Antes de él, por lo visto, no existió tal cosa. Él es el nuevo axis mundi; pero eso sí, con la modestia de un muchacho de barrio porteño. La verdad es que “no hay Iglesia de los pobres, ni Iglesia de los ricos” –decía Juan Carlos Goyeneche ya en 1970- ¡Hay Iglesia de los hombres redimidos por la sangre salvadora de Cristo, derramada en la Cruz. No hay Iglesia para las luchas sociales; hay Iglesia, precisamente, para hacer esas luchas imposibles”.

         El Padre Iraburu –con una tosquedad y un prosaísmo alarmantes- se desentiende redondamente de estas cuestiones. El suyo es el sofisma llamado wishful thinking; optimismo desproporcionado o pensamiento ilusorio o apelación a los deseos. La racionalidad y la realidad son sacrificadas en el altar del voluntarismo feliz.  ¡No hay ningún problema, señoras y señores! ¡Pasen y vean!. No hay crisis, ni eclipses, ni riesgos ni amenazas, ni Cristo Adveniente tras las peripecias anunciadas; ni necesidad de discernimientos ni de milagros. “Ahora empieza la primavera de la Iglesia”, ha dicho inverecundamente Monseñor Sandri. Por su parte,  a priori y bajo presunta ciencia infusa, ya sabe el Padre Iraburu que todos “los cambios que estime conveniente [hacer Francico], de ningún modo han de producir la bicefalía anunciada por el autor”, que soy yo. Es más, “Francisco puede introducir en cuestiones formales cambios considerables, quitando y poniendo, según la Iglesia y las circunstancias del mundo se lo aconsejen”. Curiosa e innovadora consejera ésta de las circunstancias del mundo. Creíamos haber leído algo rotundamente contrario en el Evangelio. Pero de seguro es otro de mis “climas mentales” que yo suelo introducir.


La falacia de la culpa por asociación

         Consiste  en descalificar una idea o toma de posición, por haber sido sostenida por otra persona o grupo que se juzga cuestionable o irrecomendable. Llamada también falacia de las malas compañías, suele complementare con otra argucia denominada sofisma genético. Las cosas o los pensamientos no son buenos o malos per se, sino por un origen que se conjetura negativo.

         De tamaños despliegues contrarios a la lógica y a la ética se vale el Padre Iraburu para atacar mi artículo.  Por eso, asocia un fragmento del mismo a un concepto de Monseñor Lefebvre, vertido en 1987 o a unas declaraciones del Padre  Bernard Fellay – Superior General de la F.S.S.P.X- del año 2012. No importa que en estas declaraciones se sostengan verdades evidentes, o se mencionen los mensajes de La Salette, sobre los cuales, el mismo Papa Juan Pablo II se expidiera en inmejorables términos en 1982. Lo que importa es no andar en “malas compañías”. Que alguien le avise al Padre Iraburu que estoy un poquito grande para asustarme por El Coco, aunque lo pinte el maestro Goya.


La Sede Vacante

         El punto culminante de la inadmisible falsificación y mutilación de mi escrito hecha por el Padre Iraburu es cuando escribe que “el autor no afirma estar en sede vacante, pero sugiere la posibilidad. Si realmente la Iglesia pasa por ese misterioso «Eclipse» que señala como posible, si la Sede de Pedro ha caído bajo el poder del Anticristo, éso significa que la Cátedra romana está sede vacante, pues un Papa hereje no es verdaderamente el Papa”. Recurro nuevamente al esquema expositivo para aclarar mi posición:

         a)-No he afirmado ni he sugerido la vacancia de la Sede Romana. Otros lo han hecho, y tendrán sus motivos, pero no es mi posición. Llamo Papa a Francisco, señalo con objetividad y gozo las cosas buenas que ha dicho, quiero confiar en que podrá sanear la Iglesia, declaro esperar “que todo lo santo y sabio sepa hacer”, y pido rezar por él. Cito uno de los fragmentos de mi nota escamoteados por el Padre Iraburu: “No estamos llamando a la rebeldía ni a la desobediencia, ni a dar por nula la autoridad pontificia, sino al recto discernimiento. Sin palabras crípticas digámoslo ya todo: no podemos ni debemos seguir al Cardenal Bergoglio. Si transfigurado en cambio por la plenitud de la gracia de estado, ese pastor que conocimos se ha convertido ya en el dulce Jesús en la tierra, se nos conceda el privilegio de prosternarnos ante él”.

         b)-La metáfora del eclipse para aludir a la crisis de la Iglesia, no es mía sino de Paulo VI, en una famosa Alocución del 30 de abril de 1972. El Padre Iraburu no puede ignorarla, pues la cita expresamente en su libro Infidelidades de la Iglesia, Pamplona, Gratis Date, 2005, p. 7. Y la vuelve a usar en la página siguiente, tomada esta vez del Informe sobre la Fe del Cardenal Ratzinger, para hablar del eclipse de la teología mariana. La imagen, además, con o sin variantes, con la literal palabra u otras análogas, fue repetida en infinidad de ocasiones, y la usó Juan Pablo II en la Evangelium vitae(n.23). Cosas muchísimo más graves que “eclipse” se dijeron, por boca de los pontífices, para explicar la tensión que sacude hoy a la Barca. Recuérdese, a modo de ejemplo desgarrador, el texto del Via Crucis del 2005, en el cual, el todavía Cardenal Ratzinger y poco después Benedicto XVI, sostuvo que “la Nave de la Iglesia hace agua por todas partes” y que “la cizaña parece prevalecer sobre el trigo”. Similares palabras usó en su alocucíon al clero romano, pocos días antes de que abandonara el sitial pontificio, en febrero de 2013.

         c)-No he dicho –como torcidamente vuelve a interpretar Iraburu-  “que  si la Sede de Pedro ha caído bajo el poder del Anticristo, éso significa que la Cátedra Romana está sede vacante, pues un Papa hereje no es verdaderamente el Papa”. Midiendo y pesando una a una las palabras que utilizaba para mi escrito, dije y sigo pensando que, en el peor de los casos, se podría cumplir en y con el Pontificado de Francisco, la revelación apocalíptica que habla de un Antiprofeta o Promotor del Anticristo. Me rectificaría ahora en una sola palabra: peor. Porque si ha de manifestarse el Anticristo en plenitud, de una vez por todas, y esa es la voluntad de Dios, seguida de la promesa final de su victoria, éso no puede ser lo peor. Sino lo malo previsto y necesario para que, al fin, irrumpa el Bien Supremo e Invicto.

         Hay una diferencia de grado, que en terreno tan delicado conviene respetar. No es lo mismo declarar la vacancia de la Sede y anunciar su caída bajo el poder del Anticristo (interpretación Iraburiana), que sostener la posibilidad de que estemos viviendo la revelación anunciada respecto del Falso Profeta, cuya misión sería propedéutica respecto de la Bestia, pero no la Bestia misma (interpretación mía).
        
         No estoy sólo en esta torturante encrucijada. Monseñor Eugenio Pacelli, quien luego  sería Pío XII, dijo en 1938: “Escucho a mi alrededor a los innovadores que quieren desmantelar la capilla sagrada, destruir la llama universal de la Iglesia, rechazar sus ornamentos, hacer que se arrepienta de su pasado histórico[...]; vendrá un día en que el mundo civilizado renegará de su Dios, en que la Iglesia dudará como San Pedro dudó”.
         Pero para mi sorpresa absoluta, no estoy solo en estas cavilaciones mías, porque de pronto -entre la urdimbre de ignorancias sobre Bergoglio y de descalificaciones a mi persona que el Padre Iraburu permite que se reproduzcan en su blog- el mismo Padre Iraburu, el 25-3-13 a las 4.46 AM, postea lo siguiente:Desde las hondas profundidades de mi ingenuidad le diré que si en un Cónclave los electores eligen a uno que es hereje, cosa que puede permitir Dios, no se produce un Pastor necio, falso, precursor del Anticristo: sencillamente la votación, aunque haya sido unánime, es nula e inválida. Hay ‘error in persona’. No hay Papa. Hay sede vacante. Y ya la providencia de Dios verá los medios para remediar el desastre, y asegurar un Papa verdadero en la Sede de Pedro, que es la Roca indefectible, sobre la que Cristo edifica su Iglesia, aunque las fuerzas infernales atenten contra ella”.

         La variante introducida súbitamente por mi impugnador, difiere en algo substancial, pero concuerda en otra substancialidad que avanza mucho más lejos de mis conjeturas, hasta ahora presentadas como reprensibles y pecaminosas por el José María Iraburu. La discrepancia es que el Profeta de la Bestia, según el padre, no pueda ser el más eminente de los dignatarios religiosos. Pero la dramática coincidencia es que se pueda formular como hipótesis indeseable el “error in persona”, causado por los Cardenales en el Cónclave, y que, en ese caso, haya un usurpador o falsario en la Silla de Pedro. Pero entonces, dos interrogantes al menos, se hacen patentes. El primero es personal: ¿a cuento de qué tantísimos retos, admoniciones, reconvenciones e injurias, si resulta que al final estamos coincidiendo por donde comencé mi planteo? El segundo interrogante es de neto cuño iraburiano, y reviste la forma de un irónico boomerang.  Si “no hay Papa, hay sede vacante, y ya la providencia de Dios verá los medios para remediar el desastre”, ¿cuánto tendremos que esperar para que llegue el remedio reparador? ¿Cuándo nos daremos cuenta del fatal equívoco in persona?,¿ acaso el día que se obligue a circuncidar a nuestros hijos, o el que se promulgue como undécimo mandamiento ayunar en Ramadám?


Las herejías y el milagro

         Según el Padre Iraburu “es inadmisible afirmar que el Cardenal Bergoglio era un promotor de herejías, y que hará falta un milagro para que sea un buen Papa Francisco[...]; el Autor,[...]difunde públicamente su convicción de que hará falta un milagro para hacer del Papa Francisco un auténtico Sucesor de Pedro, fiel Vicario de Cristo. Y eso es una falsedad intolerable”. Agrega después: “La Iglesia no pasa por un eclipse. No hace falta ningún milagro para que el Papa Francisco sea un fiel Vicario de Cristo en la tierra, pues éste es justamente el don de gracia que Simón recibió de Jesús hace unos días para venir a ser Pedro[...].Dentro de la economía normal de la gracia está que Cristo, eligiendo a Simón como cabeza del colegio apostólico, lo transforme en Pedro. Por eso mismo, no se necesita tampoco que el pueblo cristiano haga un discernimiento acerca de la autenticidad del Papa Francisco[...]. La oración por el Papa y los Obispos está situada en el centro de la Eucaristía y del corazón del pueblo cristiano. Y estamos absolutamente seguros –sin necesidad de hacer discernimiento prudencial alguno– de que el Señor nos escucha y nos concede lo que le pedimos, porque así lo ha prometido: ‘lo que pidiereis [al Padre] en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo’ (Jn 14,13)”.
         Demasidos errores en párrafo tan prieto, obligan nuevamente al recurso escolástico.
         a)-Lejos de ser “inadmisible afirmar que el Cardenal Bergoglio era un promotor de herejías”, es un hecho tristemente admisible y dolorosísimamente probado. Me siento eximido de fundar aquí aserto tan duro, por haberlo hecho minuciosamente en mi libro La Iglesia Traicionada, aparecido en 2010, y durante casi 14 años, sistemáticamente, desde las páginas de la revista Cabildo, que tengo el honor de dirigir. A estas múltiples pruebas que aporto no pueden ponerle freno ni el voluntarismo cerril del hombre de Pamplona, ni su método sofístico del wishful thinking, ni la falacia de la petición de principios. Si no fuera inapropiado introducir un sarcasmo, diríase que la criteriología del Padre Iraburu es la de aquel marido infiel del chascarrillo popular, que sorprendiendo a su mujer in fraganti adulterio, lo niega enfáticamente diciendo: ¡cómo mi esposa me va a hacer infiel si es mi esposa! Estar enemistado con la realidad se paga caro.
         Sólo me limitaré a poner un ejemplo para los amigos de mi amada España, primeros destinatarios del brulote iraburiano y que no tienen porqué estar al tanto de los penosos detalles domésticos de nuestra apostasía clerical. El 11 de octubre de 2012, la Universidad Católica Argentina, presidida por el Cardenal Bergoglio, le confirió el Doctorado Honoris Causa al Rabino Abraham Skorka, amigo personal del alto prelado, a quien ya visitó y abrazó afectuosamante en Roma, una vez convertido en Papa Francisco. Este rabino se presenta como discípulo de otro, llamado Marshal Meyer, cuya “bendita memoria” (sic) exaltó en el mentado acto académico, y exalta de continuo. Marshal Meyer, a su vez, fue un personaje cuya condición de pederasta y corruptor de menores, no sólo fue probada en los estrados judiciales (Buenos Aires, año 1971, causa 26.176, Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional), sino que, y por lo mismo, significó la expulsión y el repudio del reo por parte de las mismas comunidades judías del país. A la hora de agradecer el doctorado, Skorka, quien también en su momento justificó la legalización de las uniones sodomitas, agravió de diversos modos sutiles a la Iglesia Católica y negó que Cristo fuera el Mesías. Todo sucedió con la anuencia, la promoción y el aplauso del Cardenal Bergoglio, con quien acabó el deicida confundido en prolongado abrazo. Pueden verse los detalles de este funesto episodio en http://elblogdecabildo.blogspot.com.ar/search?q=Rabino+Skorka . No sé qué nombre recibirá en España este episodio. Aquí, y por lo pronto, no podemos sino consignarlo como blasfemia contra la Fe Católica, causado por  la heterodoxia insensata del judeo-cristianismo.
         b)- San Agustín define: “Milagro llamo a lo que, siendo arduo e insólito, parece rebasar las esperanzas posibles y la capacidad del que lo contempla” (De utilitate credendi, 16,34). Santo Tomás completa: “milagro es algo hecho por Dios más allá de las causas conocidas por los hombres (Suma teológica, I parte, q. 105, a. 7). A esto me refiero, a esto apelo, a esto me entrego y en esto confío, cuando impetro y reclamo de hinojos que haga Dios el milagro para que Bergoglio “ sea el buen Papa Francisco”. No estoy pidiendo que los muertos resuciten, ni estoy desconociendo el carácer milagroso que tiene de suyo la trasmutación de Simón en Pedro.
         Hace muy mal el Padre Iraburu al negarse a pedir el milagro de  tan magna conversión. No sólo por el bien inherente que toda conversión conlleva, ( y tanto más conllevaría en este caso), sino porque, como bien enseña el Catecismo (n.548), “los milagros fortalecen la fe en Aquél que hace las obras de su Padre, éstas testimonian que Él es Hijo de Dios”.
         El Padre Iraburu se rehusa a distinguir entre el milagro como don de la gracia que lo transforma a Simón en Pedro; (y que nosotros no sólo no negamos sino que afirmamos expresamente en nuestro artículo, en uno de esos párrafos que nos fueran omitidos), y el milagro en la acepción que acabamos de ver, de las manos seguras del Aquinate y del de Hipona. Se rehúsa a distinguir entre el milagro que conlleva la gracia de estado –y en cuya creencia, en este caso concreto de Francisco, insistimos en afirmar- y el milagro de la metanoia, por el que un corazón de piedra puede convertirse en uno de carne, según el Profeta Ezequiel (11,19). También la Eucaristía es un milagro per se, la celebre el sacerdote que la celebrare, en virtud de ese otro milagro –bellamente expresado por Hugo Wast- de que esas manos consagrantes se transformen en manos de oro por la gracia de estado. Pero si nos consta que el sacerdote está empecinadamente extraviado y subvertido en su doctrina, nada mejor podremos hacer que rezar por el milagro de su conversión.
         Sí; hace mal el Padre Iraburu en negarse a rezar por la plena conversión del Cardenal Bergoglio. Unas páginas del notable Papini, a propósito de un poema de Roberto Browning, y tituladas sugestivamente La conversión del Papa, refieren el caso literario de Aureliano, quien arribado al trono de Pedro tras largos años de fingimiento y con posterioridad al engaño al que sometió al Colegio Cardenalicio todo, fue sujeto, de pronto, del milagro personalísimo de su conversión. “Y en aquel instante”, relata Papini, “en aquella sala donde el nuevo Papa se había encerrado, solo, para concentrar sus pensamientos y sus fuerzas, sucedió algo que jamás fue conocido por otros, se realizó el inesperado y providencial milagro: el pensamiento de toda aquella pobre gente que corría hacia él, que creía en él porque había creído en sus palabras, ese pensamiento lo burló, lo conmovió, lo sacudió y arrastró consigo. Experimentó un escalofrío, se sintió agitado por un temblor, le pareció que una luz jamás vista invadía la gruta oscura de su alma. Repentinamente se sintió inundado y vencido por una dulzura aniquiladora jamás experimentada en su larga vida, por una ternura infinita hacia todas aquellas almas simples, infelices y sin embargo felices, que creían en Cristo y en su Vicario, y súbitamente, el nudo negro y gravoso de la anhelada venganza se deshizo, se cortó, se disolvió en un llanto continuo, desesperado, que le quemaba los ojos y el corazón, que consumía su interior más que una llama viva. El nuevo Papa se postró sobre el mármol del pavimento, y oró de rodillas, oró por vez primera con abandono total del alma, con toda la sinceridad de la pasión, como nunca había orado en toda su vida. El viento impetuoso de la Gracia lo había derribado y vencido en el último instante. Hasta el mismo dolor del remordimiento por su infame pasado de fingimiento, de engaño y duplicidad, le parecía un consuelo inmerecido, un consuelo divino. Aquel dolor quemante lo podría acompañar hasta la muerte, pero purificándolo, salvándolo de la segunda muerte”. Dios es todopoderoso; y nosotros, repetimos, creemos en los milagros.
         c)- Es mentira que la iglesia no pasa por ningún eclipse, como entrando en burda contradicción consigo mismo sostiene el Padre Iraburu, al sólo objeto de descalificarme y de afianzar su optimismo vacuo. La Iglesia vive un proceso de autodemolición, con el humo de Satanás merodeando sus entresijos, que es mucho peor que un eclipse. La Iglesia recibió, aún desde mucho antes del Concilio, la advertencia de que ya podría habitar en este mundo el hijo de la perdición, acechando nuestras vidas creyentes. Lo dice San Pío X en su primera encíclica, del año 1903, E Supremi Apostolati. ¿Cómo llamar a un sacerdote, que al solo objeto de imponerse en un debate, afirma y niega a la vez la existencia de gravísimas infidelidades en la Iglesia?
         d)-Es contradictorio asimismo que el Padre Iraburu lance, con buenos fundamentos teológicos, la posibilidad in genere de una elección nula en un Cónclave amañado o torvo, y sostenga después que “no se necesita tampoco que el pueblo cristiano haga un discernimiento acerca de la autenticidad del Papa Francisco”.
         Por lo pronto yo nunca he pedido esto último, limitando mi ruego de un discernimiento a los textos apocalípticos que podrían arrojarnos señera lumbre en medio de tan inédita travesía. Pero así como aturde que el Padre Iraburu se oponga a pedidos de conversiones y de milagros, no causa menos estupor la negativa a pedir y a cultivar ese don preciosísimo del Espíritu Santo, llamado entendimiento y que, según Santo Tomás(S.T,II,II,q.8), es el que permite que la inteligencia humana, bajo la acción iluminadora del Paráclito, se haga apta para una penetrante intuición de las cosas reveladas y aún de las naturales en orden al fin último sobrenatural. Si algo necesitamos hoy es discernir, conjugando el verbo en esta acepción teológica.
            El Padre Iraburu, niega la necesidad “de hacer discernimiento prudencial alguno”; esto es, y dicho sin ambages, niega en tamañas circunstancias aciagas como la que no toca vivir, la práctica de una virtud y la recepción de un don de la Tercera Persona; y manifiesta su seguridad absoluta “de que el Señor nos escucha y nos concede lo que le pedimos”.  Por supuesto, pero siempre y cuando, y como también lo enseña Santo Tomás, nuestra oración sea “ segura, recta, ordenada, devota y humilde”.  Medio difícil de aunar todos estos requisitos, si mi plegaria consiste en decir: “Te pido Señor que no imploremos ni el milagro ni la conversión de un vicario tuyo crispado de extravíos en su reciente y abultado ministerio público. Te pido además que no nos obligues a discernir ni a recordar que tu Barca hace agua por los cuatro costados;¡ah!, y de paso, Señor, te pido que acabes con el siniestro objetivo de un tal Caponnetto, que se permite recordar tu revelación apocaliptica, tan luego cuando se acaba el eclipse y asoma la primavera de la Iglesia”.


La humildad y la desconsagración

         El Padre Iraburu dice haber escrito en ocasiones, y es cierto, lamentando“grandemente las pésimas consecuencias que trae la secularización del sacerdocio ministerial, también en su apariencia exterior. Pero como en el caso del eclipse, no es momento éste para andar recordando esas cosas. ¡Nadie se atreva a tocar a Bergoglio! De modo que otras enseñanzas se imponen, más bien de cuño historicista y relativista. Por ejemplo, que “ se pueden eliminar tradiciones pontificias”, que se puede dar “una cierta evolución de los signos sagrados” y que “modos y gestos tradicionales en la vida de la Iglesia pueden y deben cambiar o eliminarse en el tiempo histórico oportuno”, estando atentos, como vimos, “a las circunstancias del mundo”. Las circunstancias del mundo y el tiempo histórico –el Siglo, diría Hello- son ahora nuestros guías para medir el uso o el desuso de los signos pontificales.  El que piense lo contrario –y según el Padre Iraburu, que no entiende nada al respecto, ése sería mi caso- es un malvado que “formula críticas  crueles y falsas [que] sólo sirven para denigrar al Papa Francisco gratuitamente”.
         Vuelve a ser curioso el criterio del Padre Iraburu. La crueldad y la falsía no estarían del lado de quien irrumpe en la silla petrina trocando abruptamente la pulcrísima majestad y dignidad litúrgica procurada por su antecesor, y poniendo así en evidencia, de modo casi ingrato, que lo anterior le resulta desdeñable. La crueldad y la falsía no estarían en quien introduce tintes plebeyos y populistas en su conducta pontificia, incluyendo la de sostener la camiseta futbolera del club de sus predilecciones, o juntarse el 20 de marzo, en plena Cuaresma, “a comer algo” en un salón contiguo a la Sala Paulo VI, “y cantar tangos todos juntos”, intercambiando regalos, risas, confianzudismos  y fotos “con el gordo” Juan Manuel Olmos, político vil, integrante en el año 2011 de la lista kirchnerista Filmus-Tomada, que propiciaba abiertamente un ideario pro cultura de la muerte y revulsivamente anticatólico. No; nada de eso –que puede constatarse en todos los medios locales del 21 de marzo- es crueldad y falsía. Sólo lo mío.
         Le diré algo al Padre Iraburu, si está en condiciones de comprenderlo. Mi preocupación no es la silla gestatoria, el palio, la museta o el camauro. Tenemos por seguro que por ningún cambio accidental, como bien dice, se desmoronará la Roca; y en lo personal, de mí sé decir que en materia de gustos prefiero la augusta y solemne austeridad monacal al desborde barroco. Tampoco creo que el semper idem de la Iglesia consista en mantener perennemente los “flabelos, la capa magna con una cola de cuatro o cinco metros, sostenida por un caudatario, el besapiés del Papa”. Todo esto que Iraburu enumera como modificable, y que –sobre todo el besapiés- más se adapta a su actitud mental de idolatrar a la persona del Papa, que a la mía, no es el motivo central de mi combate.
         Mi preocupación es teofánica y parusíaca a la vez. Con lo que queremos decir que si se multiplican los gestos de aseglaramiento, secularización, minimalismo simbólico, disminución de la majestad regia, desjerarquización y populismo, la conducta pontificia más se asemejará a una ceremonia de auto-desconsagración que a una Vicaría terrena del Rey de Reyes. Si tanto le incomodan a Francico los atuendos preñados de sacralidad , los legítimos talantes regios o los ritos más raigales, no es al pueblo fiel al que dejará conforme. Porque ese pueblo fiel –aunque hoy esté compuesto por una puñado ínfimo de hombres lúcidos- no quiere que el Papa sea uno más que tome el colectivo con ellos. Quiere que sea un egregio. Un Papa democrático –y he aquí el sentido parusíaco de nuestra inquietud- más se acomodaría aún a la figura del Falso Profeta.
         No sabemos, además, a quién se quiere impresionar con esta seguidilla de gestos abruptamente diferentes a los de sus antecesores. Si es al mundo y a los multimedias, ya están arrobados desde el minuto inicial en que inclinó la cabeza ante la multitud pidiendo rogativas antes de bendecirla; esto es, horizontalizando antes que verticalizando. Pero si es a los católicos serios y formados, cuanto ha hecho hasta ahora Francisco en materia de humildad y de arrojo  es nada, comparado con un León Magno, en sandalias, desafiando con su solo pellejo al energúmeno de Atila o de Genserico, en las puertas de Roma, o a San Ponciano Papa, desnudo y sangriento, trabajando como un galeote en las minas de Cerdeña, para morir después martirizado.
         Acaso sea el momento de repasar aquel consejo dado a San Francisco Javier, que en el El Divino Impaciente, José María Pemán puso en la boca de San Ignacio:
"... No exaltes tu nadería,
que entre verdad y falsía
a penas hay una tilde,
y el ufanarse de humilde
modo es también de ufanía”



El último sofisma del Padre Iraburu

         Ya usó unos cuantos el hombre, como hemos visto; de modo que uno más, a modo de estrambote, no podía  faltar. “El sr. Caponnetto” –sostiene- “por muy católico e intelectual que sea, no es quién para afirmar en público que tal obispo es un hereje”. Lo que ha hecho “es una barbaridad nefasta[...] y he argumentado suficientemente mi posición, que no es puramente ‘mía’, sino compartida por la inmensa mayoría de la Cristiandad, Obispos y fieles católicos”.
             Falacia ad hominem potenciada con la del mayoritarismo. Combinación más revolucionaria imposible.
         Pero tiene razón el Padre Iraburu: yo no soy quién. No soy como él, nimbado de dones preternaturales para decir cuanto se le ocurra. Falla en la homousia que no puedo subsanar.
         Por cierto que no soy quién. El pequeño inconveniente de este burdísimo sofisma ad hominem es que aquí no está en debate ni mi rango ontológico ni el de él, sino la Verdad.  Y Veritas, a quocumque dicitur, a Deo est. Mientras no logre probar que falto a la Verdad, y no lo ha logrado en ninguno de los puntos en cuestión, no intentaré defensa alguna de quien soy yo. Por lo demás, celebro que el Padre Iraburu haya ganado las últimas elecciones democráticas de la Cristiandad, gozando de los favores de “la inmensa mayoría”.  Como yo soy católico no voto ni me hago votar, de modo que estoy fuera de la competencia, derrotado de antemano.


Consejos para los amigos

         Les diré al menos, y por si sirviera de algo, lo que yo estoy haciendo y pienso hacer:

         1-Mientras no se pruebe de modo fehaciente la nulidad del Cónclave –y en principio no parece probable tal alternativa, siendo delicadísimo que así sucediera- Francisco es Papa, y se debe proceder ante él como ante todos los Vicarios de Cristo: veneración y obediencia. Si algo malo se supiera mañana al respecto, no me ha de alegrar la noticia, ni el haber conjeturado desde el principio tan espantosa hipótesis. Se me dirá que estoy condicionando mi adhesión al Pontífice. No, porque creo en el Espíritu Santo, como repito cada mañana. Pero tampoco dejo de repasar aquellas palabras de Jesucristo dirigidas a los fariseos: “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis! (Mt. 16,2). Que el mundo, empezando por el “católico”, festeje los arreboles falsos. Nosotros tratemos de estar atentos a las señales de los tiempos.

         2-Si alguien se preguntara cómo un prelado tan visiblemente ligado por sus antecedentes a la promoción de la herejía, pudo haber sido elegido Papa, no encontramos otra respuesta más que lo dicho en la Primera Carta de San Juan, capítulo 2, versículos 18 y 19. Léase atentamente su contenido con longanimidad, fortaleza y confianza en Dios. Y Dios permita que nos sea dado ver muy pronto que son ellos, los heréticos, quienes tendrán que decir de Francisco: salió de nosotros pero no era de nosotros. He aquí el texto de Juan: “Hijitos míos, es la última hora. Se les dijo que tendría que llegar el Anticristo; pues bien, ya han venido varios anticristos, por donde comprobamos que esta es la última hora.  Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros. Si hubieran sido de los nuestros se habrían quedado con nosotros. Al salir ellos, vimos claramente que no todos los que están dentro de nosotros son de los nuestros”

         3-Rezaré y rezaré intensamente; rezaré como nunca antes en mi vida, pidiendo el milagro de que Francisco se convierta de sus errores pasados y de sus conductas crapulosas, constituyéndose en el Papa santo y sabio que necesita la Iglesia para ser restaurada. Será un honor servirle entonces. Defenderé y predicaré pública y gozosamente cuanto de bueno, bello y verdadero sostenga y obre desde su sede, sin confundir cualquier opinión vertida por él a lo dicho ex catedra, si lo hubiere, que bien sabemos obliga a otra conducta. Y desde ya que me place y conforta haberle escuchado decir en estos días algunas de esas verdades simples que solía decir en privado, cuando era apenas Monseñor Bergoglio o el Padre Jorge.

         4-Seguiré insistiendo, y con más énfasis que lo habitual, en el deber que tenemos lo súbditos de resistir los errores, las confusiones y las felonías de los Pastores, y aún las del mismo Sumo Pontifice, llegado el durísimo trance. Esto es doctrina católica y no su contraria; y tiene una antiquísima tradición dentro de la Iglesia. Nos asistan en esta tarea Santa Catalina de Siena, San Atanasio, San Sofronio, San Norberto, San Césareo de Arlés, y cuantos varones y mujeres extraordinarios han tenido que obrar o enseñar que la opugnación filial, amorosa y respetuosa al Papa, puede ser un acto de servicio para custodiar a la Iglesia de su derrumbe, y hasta al  mismísimo Santo Padre.

         5-Insistiré oportuna e inoportunamente en la obligación moral que nos asiste a “los súbditos de celo y libertad, para que no teman corregir a los prelados, especialmente si el crimen es público y corre peligro la mayoría de los fieles”. Es enseñanza de Santo Tomás de Aquino (In Gal.2,11,nº 76-77), pero podríase sobre el particular citar una multitud de textos escriturísticos, patrísticos, escolásticos, conciliares, canónicos y pontificios de todos los tiempos, conformando todos ellos un corpus doctrinal, que en buena hora redondeó admirablemente Melchor Cano -teólogo de Carlos V en Trento- diciendo: “cuando los pastores duermen, los perros deben ladrar”.

         6-Distinguiré, en la medida de mis posibilidades, la vera realidad de las horribilísimas campañas multimediáticas puestas ya en marcha sobre el nuevo Pontificado. No lo que digan los medios, sino lo que diga y obre el Papa deberemos analizar. La mayor restricción que hagamos al influjo de los medios masivos, será para nuestro bien. También lo será el mayor uso que hagamos de los diálogos y pedidos de consejo entre los sabios. No vale aquí ningún argentinismo, ninguna papolatría, ni menos aún ninguna papoclasia. Pero que tampoco aparezca un extranjero a querer enseñarnos quién es Monseñor Bergoglio. Veamos los frutos de Francisco, pues ya se sabe que el árbol se conoce por sus frutos (Ls. 6,39-45). No nos fijemos un tiempo cronológico sino un lapso espiritual. Midamos la espera en maitines y en vísperas, no en horas calendáricas.

         7-Estaré atento a las enseñanzas de Libro del Apocalipsis, explicadas principalmente por los Padres y nuestro cura Castellani; y a las pocas revelaciones marianas aceptadas formalmente por la Iglesia. Depuremos nuestro diagnóstico de la multitud de aparicionismos, videntes o revelaciones privadas.  Más conducen a la demencia que a la salud. Pero no olvidemos  la necesidad de una perspectiva parusíaca, sobre todo ante esta extraña situación de dos Papas  conviviendo en Roma. Orante y monástico el uno, activista y pragmático el otro.


Avisos parroquiales

         1º.-Hace unos años, en el 2005 -Dios sabrá porqué- Bergoglio fue causa de la ruptura de la amistad con el Padre Torres Pardo. Ahora, ya devenido en Francisco, es causa de ruptura con el Padre Iraburu, con quien ninguna amistad tenía, pero sí amigos y conocidos varios en común.

         Al Padre Iraburu; aunque pensándolo mejor más que él a mis amigos, discípulos y lectores, quiero recordarles literalmente –con algún levísimo retoque- lo que dije en aquella respuesta del 2005, como cierre de mi carta:

         “Conozco la naturaleza humana, de puro viejo nomás. Sé que el Padre[José María Iraburu] querrá quedarse con la última palabra. Se la cedo. La última y la penúltima y el post scriptum. Mis energías, pocas o muchas, las que me queden, no se gastarán sino en lo que siempre he querido quemarlas: luchando por Dios y por la Patria. Quiero decir que no admitiré más polémicas con él, pues lo esencial que tenía por decir ya fue dicho, sólo Dios sabe al precio de qué amargura, en plena Semana de Pasión. Además, conozco la tópica, gracias al maestro Aristóteles. Sé cuándo se sabe argumentar y cuándo no, y por consiguiente, cuándo y con quien vale la pena sostener una polémica. El Padre[Iraburu] ha cometido todos los extravíos de una tópica sin sustento, de una razón sin timonel, de una inteligencia sin circunspección.”

“Una aclaración postrimera me queda en el tintero y he de hacerla. No me causa ninguna gracia andar de desencuentro en desencuentro con curas,  obispos, y Pontifices. No he sido educado para tener que rebelarme contra  las autoridades de la Iglesia, sino para arrodillarme frente a la Jerarquía, orgulloso de mi vasallaje, y ofrecerle mis servicios. Me lastima hasta la fibra más honda del alma constatar que, en líneas generales, nuestros pastores y clérigos son medrosos, ambiguos, heresiarcas y hasta poco viriles, como diría Santa Catalina de Siena. Tal situación me provoca una desazón y un tormento que, repito, sólo Dios conoce, y sólo Él sabrá porqué lo permite. Pero no debo callar. En mi nombre, en el de los tantos y tantos que padecen conmigo similar dolor, en el de mis maestros mártires y en el de mis discípulos. No debo callar, porque la esperanza está puesta en el triunfo de la Verdad Crucificada, oportuna e inoportunamente testimoniada. No debo callar ni retroceder, porque a pesar de la jerarquía prevaricadora y de sus inesperados obsecuentes, alguien tiene que decir la Verdad”.

2º. Mi repudio mayor en estas lides se lo llevan esos personajillos anónimos, cobardes, arteros y encanallecidos, que se llaman posteadores o simples navegantes de internet. Agradezco a Dios que por mi edad, mi impericia técnica y mi falta de tiempo, sólo sea eventual y fugacísimo el anoticiamiento que tengo de sus fechorías. Pero así las cosas hoy, con esta cybermanía, cualquier imbécil que jamás se acercó a mi alma ni a mi trato, ni a mi familia ni a mi casa ni a mi vida, se cree autorizado a acusarme de lo que se le ocurra.

He perdido muchas cosas por dedicarme a lo que me dedico. Vivo orgullosamente con lo puesto. Pero siempre me preocupó perder algo más: la vida eterna. Y la vida eterna la perderé si enmudezco como un pusilánime, si disimulo como un oportunista o si miento como un patán. Sepan, pues, los nuevos pendolistas anónimos, pseudónimos o encubiertos; sépanlo los calumniadores ociosos y los que, por ser ladrones, creen que todos son de su condición. Seguiré en batalla, hasta que el Señor me llame. Y sépanlo asimismo aquellos que bien me quieren -me consta- pero me aconsejan prudencias que no van con las urgidas perentoriedades, postergaciones que terminan siendo renuncias y subterfugios impropios del testigo. En esto al menos, procuro hacerle caso a Borges:

“Entre las cosas hay una
de la que no se arrepiente
nadie en la tierra. Esa cosa
es haber sido valiente”.

3-Guardo en mi corazón –y también en mi archivo- un sinfín de cartas de amigos, de discípulos, de maestros, de hombres prestigiosos, de familias y de gente común de toda edad y condición, que me manifiestan su gratitud por cuanto he escrito al respecto. Estoy contando los hechos como son, y nada gano en mentir. Son cartas que me agradecen y ponderan sin lisonjas, en el tono coloquial que se suscita entre almas afines, ajenas a toda negociación de vanaglorias, a todo estúpido e inexistente posicionamiento curricular. No; ya no hay tiempo para las majaderías entre nosotros.

Pero hay una clase especialísima de esas cartas a las que quiero dedicar un párrafo aparte. Son las de aquellos sacerdotes que no pueden hablar porque es mucho o es todo lo que perderían si así lo hicieran. En privado me felicitan, me apoyan, me sostienen, me alientan a decirlo todo, me aportan elementos de juicio, y a veces me enmiendan con caridad y ciencia. Entiendo las razones de su silencio. No les formulo el más mínimo reproche. No quisiera herirlos con una línea siquiera que pudiera rozar sus nobles decisiones. Les pido perdón sinceramente y de antemano si estos renglones pudieran embretarlos. Pero ellos saben más que yo. Es cierto. Han estudiado disciplinas arduas cuya plena posesión me es ajena. Harían un bien inmenso si salieran a hablar con sus rostros y voces y nombres y títulos, a plena luz del día, desde los tejados. Harían un bien inmenso incluso, si ante estocadas arteras como ésta que me toca hoy responder, dijeran en público lo que me dicen en privado: que tengo razón.

 A ellos, pues, a estos sacerdotes a quienes tanto admiro y debo, sólo quiero formularles unas preguntas, cuyas respuestas ignoro: ¿Cuál es el límite de ese silencio? ¿Cuál es el borde de la fingida conformidad? ¿Cuándo habrá que quemar las naves,? ¿Cuándo es el día del viaje desasido, sin regreso, sin orillas amigas que nos esperen, sin lechos familiares en que reposar seguros las osamentas? Sólo el desierto, el páramo, el peregrinaje arduo y combatiente. ¿Cuál es el día para decir ¡basta! y gritar desde los tejados? ¿No sería menos desolada la soledad, menos apenada la pena, menos desangeldo nuestro Ángel, si ellos hablaran de consuno, con la facundia y la sabiduría que el Señor les ha prodigado?

Me uno a ellos con afecto entrañable en vísperas de este nuevo Viernes de Pasión en que termino mi escrito. Me aferro como amigo y penitente  a sus manos que saben bendecir y perdonar. Me permito pedirles un sitio en el Vía Crucis, para decirles que, tal vez por nuestro mutismo o indiferencia, Jesús se está cayendo por cuarta vez:

La tarde huele a sangre y a gemido,
arriba espera el monte abovedado,
más hondo que la huella del arado,
más seco que el ahogo de un latido.

Ya estaba terminado el recorrido,
pronto estaría todo consumado
pero advertiste el rostro de un pecado
venidero y final como un crujido.

La Nave quiebra un mástil, se te aparta,
¡Navega hacia alta mar ! , le gritas mudo
y caíste la vez número cuarta.

Mañana sonarán repiqueteos
pero hoy, tu viernes desolado y rudo,
Aquí estamos, Señor, tus cireneos.


¡Por favor, dejen su comentario!

(Provocadores profesionales abstenerse, no les dejaremos pasar una)

164 comentarios:

Jorge dijo...

Excelente la respuesta de Caponnetto al P.Iraburu.

La verdad es que Caponnetto es todo un caballero, ha sido una muy cuidada respuesta llena de cristiana caridad.

Cuando algunos pensabamos que no valia la pena gastar polvora en chimangos, el Sr.Caponnetto escribe esta carta .



Anónimo dijo...

Gracias Antonio

Juan Sebastián Dabove dijo...

Realmenete este es un escrito que rebate lúcidamente todo sofisma, corrige los errores y fortalece una recta conciencia.
Dios nos guarde a Antonio Caponnetto por muchos años más.

Fernando dijo...

Perfecta la respuesta de Caponnetto.

Es de admirar su honestidad y caridad que se manifiesta en la carta.

Es lamentable que un sacerdote como Iraburu haya sido arrastrado por la corriente papolátrica que inunda un sector de la Iglesia. Y en este momento está tragando algo de agua. Sólo espero que no se ahogue.

catolico perplejo dijo...

luego de leer completo lo expresado por el Dr. Caponnetto y de verme reflejado en muchas de las cosas que ha señalado, intentaré sintetizar mi posicionamiento:
1- “cuando los pastores duermen, los perros deben ladrar”.
2-"... alguien tiene que decir la Verdad”.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Ud. Caponeto, creo que ha mejorado -en cuanto mayor claridad- el anterior escrito.
Su estrambote me parece fantástico y me ha hecho mucho bien.
Y sobretodo la invitación a que salgan a la palestra aquellos curas que están en la cómoda, aunque súper tradicionales, como A. S., H. Boj., C. Ba., C. Bi., R. S., Fr. P. B., G. Gu., los de miles, verbistas, dominicos, legionarios, etc. Que dejen la platea y jueguen el partido, como lo hace Ud. y lo hicieron Menvielle y Castellani.
Gracias por su valentía. ¡Qué Cristo lo proteja!

Anónimo dijo...

creo que esta discusion entre el sacerdote Iraburu y el Profresor Capponetto es muy culta y apasionada...
no entiendo porque el profesor responde tan agria y resentidamente cuando, los Santos agredidos muchas mas cruelmente, no lo hicieron...
quizas sera el humano Orgullo- camufleado con debate intelectual, del que esta herido?

Otro Cartujo dijo...

Estimado anónimo de las 09:04.
Te hubieses ahorrado "epidermis de las huellas digitales" en tan ilógico intervento. Bastaba sólo tu NOMBRE, para ver de dónde procedía tu autoridad para hablar de humano orgullo, meterte de mediador. Te salvaría sólo si fueses "Cartujo" aunque se les permite firmar "un cartujo".

Anónimo dijo...

Genio de dialéctica.....me subyuga , pero no me convence ...

Silvia L. dijo...

Desde España,gracias Dr.Caponnetto.Una lucidez y valentía como las suyas no se improvisan,sino que son prueba y fruto del amor entregado a Cristo y su Iglesia durante una vida.
En estos tiempos de persecución,le doy a gracias a Dios porque sus escritos me hacen sentirme menos sola.Al P.Iraburu también le doy las gracias por publicar -mutilado,eso sí-,su artículo,así he tenido la dicha de poder conocerle.Desde entonces rezo feliz por usted.Gracias también a esta Página Católica por su benemérita labor.Oremos los unos por los otros.
Viva Cristo Rey!

DPP dijo...

Bravo Querido Amigo! Que Dios lo bendiga y le conceda salud y larga vida para continuar su combate.
Un saludo desde Portugal.
Marcos Pinho de Escobar

Anónimo dijo...

Puros cuentos...

Vuestro "Papa" Francisco acaba de profanar el rito del Lavatorio de los Pies admitiendo a 2 muchachas, una de ellas musulmana.

Entro los restantes diez jóvenes, habían ortodoxos y, también, musulmanes.

Todo un récord, este Francisco.

Y la Semana Santa todavía no terminó...

Anónimo dijo...

Los escritos de Don Antonio son una perfecta muestra de prudencia y valentía; su análisis de los hechos es absolutamente certero y sus expresiones son correctisimas. Muy lamentable lo del padre Iraburu, desertar tan innoblemente al final.
Edgardo Atilio Moreno

Anónimo dijo...

+ Me avisan hoy, Jueves Santo, que el Sr. Caponneto publicó anoche en el blog de Cabildo una "Respuesta al Padre Iraburu" (27-III-13, Miércoles Santo), y que el artículo ha sido reproducido en Página Católica (28-III-13, Jueves Santo).
Lo he bajado de ésta en .PDF (27 pags.) y lo he impreso. Me figuro que se habrá publicado también en otras webs, las mismas que publicaron del Autor su artículo "Recen por mí. A propósito del Nuevo Pontificado"(20-III-13).
Cuando pase el Triduo Pascual, leeré "La respuesta" y, Dios mediante, publicaré en mi blog de www.infocatolica.com una respuesta al Sr. Caponnetto.
¡Santo Triduo Pascual!
+José María Iraburu, sacerdote

(Como no he sabido yo para poner esta nota en los comentarios de este blog, he pedido a una persona amiga, más diestra en estos menesteres informáticos, que lo hiciera por mí).

Anónimo dijo...

Caponnetto, Ud, puede dar mil justificativos de sus dichos, en las mil formas alambicadas y bustrofédicas de sus palabras, pero en su escrito precedente ha puesto seriamente en dudas la validez de la elección del Cardenal Bergoglio.

Si no la quiso poner en duda, le recomiendo que aprenda a expresar propiamente sus ideas y no sea tan confuso y pastelero. Podría aprender un poco en la escuela de la continencia y de la humildad.

Como todos los herejes, cismáticos, rebeldes y patoteros teológicos siempre se quiere quedar con la última palabra.

Pontifica Caponnetto.

Quizás el coro de grillos que lo escucha aplauda rabiosamente, pero Ud. se está convirtiendo en un ciego que guía a otro ciego.

Lamento que esté por entrar en la etapa furibunda de su prédica.

Recurriendo a la Parusía está buscando una excusa donde fundar su desobediencia y su menosprecio de los Ministros del Señor.

Cada día se iguala más a las Sectas: Insulta a Roma y vive hablando del apocalípsis.

Anónimo dijo...

EL SAPO QUE SE TRAGO CAPONNETTO

Señor moderador. Espero que Ud. publique lo que uno dice. No le digo que Ud. no cesure las malas palabras o las desvergüenzas de ciertos comentarios; pero le pido que no evite publicar opiniones que le dan a Caponnetto la misma medicina que el propina: el látigo virtual. Ya que hablan mucho de caballeros y de mandobles, déjenme darle los míos al Predicador Laico.

Estoy releyendo el escrito de Antonio La Iglesia Traicionada.

Allí, en una de la páginas del capítulo llamado El Sacerdocio de Judas, el atrevido y deslenguado escritor dice:

" BERGOGLIO ESTA HOY EN EL LUGAR DE LA CABEZA, DEL EJE, DE LA CONDUCCION, DEL NORTE IMPUESTO A LA BARCA EN ESTAS ASPERAS Y DESANGELADAS ORILLAS ARGENTAS; Y ESTA INCLUSO EN ESA NOMINA POTENCIAL DE PAPABILES QUE GUSTAN ELABORAR LOS QUE NO CREEN EN EL ESPIRITU SANTO"

Señor moderador, me parece que el Espíritu Santo le está hablando a Caponnetto y le está diciendo que Bergoglio no sólo es papabil SINO QUE ES PAPA.

Caponnetto es hora de dejar las falsas partituras y de empezar a escuchar un poco más al Espíritu Santo.

Saludos.

Anónimo dijo...

¡Ah Fariseo de Puros Cuentos.!

Uds. habrían llamado acremente la atención a Nuestro dulce (me olvidaba que la palabra dulce está prohibida aquí en el jardín de los guerreros) Jesús , porque le pidió de beber a la Samaritana, o porque curó al hijo del oficial romano.
¿Qué?. ¿ Francisco se hizo Musulmán u Ortodoxo por ello?
¿Cómo les gusta colar el mosquito y tragarse la manada de paquidermos que pacen alrededor?.
Fariseos que cuentan la menta ,el comino, el rábano, el alcornoque, y se olvidan de contar sus pecados.

Cris dijo...

Gracias Dr.Caponnetto .
Es un ejemplo a seguir.
Me deleito con la belleza de sus textos en la revista "Cabildo"y ahora esta magnífica y contundente carta que seguramente dejará a más de uno sin palabras.
Dios lo bendiga.
Dra.Cristina Alessio
Médica

Anónimo dijo...

Dra. Cristina Alessio

¿..Leyó Ud. la totalidad de la repuesta del Profesor Caponneto al Padre Uriburu ..?

Anónimo dijo...

¿anónimo de los puros cuentos seguro en eso que escribió hizo una semblanza de usted mismo? sicurus se estaba mirando al espejo cuando lo redactó, muy inspirado al verse.

Anónimo dijo...

Y si anónimo sapo algo nos quiso decir Dios con la elección de F, que nos la tendremos que aguantar porque se viene una borrasca tremenda.

Anónimo dijo...

los humildes no necesitas quedarse con la ultima palabra. aunque en este caso.. no hay humildad. se ve mas una vana gloria dialectica y un sin fin de ciegos ... tenia entendeido que el P. Iraburu no se prestaria a este juego..
Felices Pascuas y dejen de guardar comida y pensar en el fin del mundoy guarden tesoros en el cielo..

La antigualla blindada dijo...

La antigualla blindada dijo:



Hay que avisarle al entonces Jorge que ya no está en Plaza Once con sus liturgias merzas y de masas; que él ya es Francisco sucesor de Pedro y que está en Roma.



La guitarrita y la palangana de cuarta que usó in coena Domini no va.



Está es la 'reforma de la reforma' que nos dejó Benedicto XVI El Renunciado?



Benedicto XVI lamentablemente abrió la caja de Pandora.



A los botes!!!

Anónimo dijo...

No se si vendrá borrasca o no; lo que sé que es que no es el autor de esta respuesta puramente retórica y altisonante quien nos guiará.
Pedro es Pedro por más que le pese a la Caponnetto y su comparsa. Vestidos de traje y con solemnidad se pueden decir disparates: Mire a la Fraternidad.

Anónimo dijo...

Se acabó Caponnetto, he perdido cualquier interés por leer sus opiniones.
La necedad lo ha cegado.

Que Dios le cura esa lepra como a Naamán el Sirio.

Anónimo dijo...


"¿Se puede pensar que es católico y conforme con la voluntad de Jesucristo representarla en medio de las solemnidades de la Semana Santa, vaciada de contenido cristiano y en el colmo de la pusilanimidad mundana y herética, poniendo a jóvenes musulmanes en el lugar que fue de los Apóstoles?

El propósito de Bergoglio no es otro que quitar la substancia católica y reemplazarla con otra substancia, sincrética, mundana, masónica y alejada por completo, además, de la verdadera humildad, y esto durante una de las mayores y más importantes solemnidades litúrgicas de la Iglesia Católica.

El acto de Bergoglio es una representación que no hace más que procurar el ECLIPSE de la Fe y, consecuentemente, muestra el ECLIPSE de la Iglesia.

Bajo la cortina de humo de la “humildad” se oculta un verdadero vaciamiento doctrinal, uno más, y van…

Si este burdo y grotesco gesto del “papa humilde” no es una manifestación pública de heterodoxia, deberíamos preguntarnos entonces qué cosa podrá serlo."

Pepito dijo...

Al anónimo que habla de la Fraternidad: hoy es un faro en medio de la tormenta con que se amenaza al mundo católico precisamente desde Roma.

Además Ud. no ha leído el artículo de Caponnetto si dice que pretende guiarnos, léalo y después opine con fundamento

Quis ut Deus dijo...

para los modernosos postconciliares a quienes molesta la respuesta del Dr. Caponnetto, ya que al parecer no han entendido nada yo les sugeriría que por lo menos sigan el ejemplo del actual Papa que ha dicho que "los cristianos no tienen motivos para estar tristes", haganle caso, por mi parte he disfrutado la prosa del Dr. Caponnetto y su personal estilo al responder a los ataques a su pensamiento...y pensar que los modernosos se llenan la boca de caridad para cualquiera menos para los que no comparten su singular modo de ser caritativos, ya que aparecen como caritativos con los de "fuera" pero son agriamente hostiles con los de dentro que no comparten su visión "libero-progre" de la Iglesia, yo diría liberales y "tolerantes" de pura sepa que como buenos "tolerantes liberales" sólo son tolerantes con los que piensan como ellos,... y pensar que hablan de democracia... y se atreven a nombrar a los tradicionalistas como sectarios, el Señor bien los podría llamar sepulcros blanqueados. Aprendan realmente lo que significa caridad porque a cada paso dan muestra de lo contrario.

miguel dijo...

Quisiera compartir con la gente de este blog al que suelo leer asiduamente, que hoy pude participar de la misa del Jueves Santo celebrada por un sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, y en mi experiencia personal de la misa debo decir que puedo percibir el ambiente de santidad y las gracias que genera haber participado de un ritual en el cual no hay nada de lo mundano, y es ni más ni menos que el rito dirigido hacia Dios sin los menoscabos "antropocéntricos" a los que nos ha venido intentando acostumbrar el rito de la "reforma liturgica" post conciliar, es decir, es un rito sin la contaminación protestante que hemos venido padeciendo, podría decir que es una porción del espíritu con que los ángeles dan culto a Dios en el cielo. De aquí en más intentaré asistir sólo a la misa de San Pío V, ahora entiendo el porqué de los frutos de las vocaciones sacerdotales de la misa Tridentina.

Pepito dijo...

Miguel:
Coincido absolutamente contigo. Frente a una Misa Tridentina Cantada, la Misa tal cual se dice en muchas parroquias de Buenos Aires, es decir a gusto del celebrante, es un verdadero mamarracho. Habría que ver quién fue el Arzobispo de esa ciudad.

Anónimo dijo...

El clamor caponnetianno que en los párrafos finales se dirige a sacerdotes del propio palo del profesor, mucho me temo que no tendrá ni el más leve susurro por solidaria y concorde respuesta.
Hace mucho tiempo que la gran mayoría de los sacerdotes "ortodoxos" y muy doctos, se regocijan mundanalmente en sus propias "sabidurías" y conocimientos intelectuales. Muchos se han aburguesados, otros son -al igual que Iraburu- papólatras, otros mezquinos que nunca sacrificarán nada, mucho menos se expondrán a perder puestos, cargos, fieles o carrera. El profesor sentirá en su propia carne la indiferencia farisaica, aún de aquellos más allegados y queridos religiosos, y la frialdad a la que puede llegar el alma de un consagrado.

Rezo por él,


Francisco

Página Católica dijo...

Estimado Padre Iraburu:

Vimos su mensaje y quedamos a sus órdenes.

Dios lo bendiga.

Anónimo dijo...

Busqué quién me consolara y no lo hallé....

marcos dijo...

Sr Antonio Caponetto :una vez mas,escuetamente GRACIAS ¡¡¡¡¡
Tengan Usted y su familia unas muy felices PASCUAS DE RESURRECCION

PD:leer siempre que se pueda www.info-caotica.blogspot.com

criollo y andaluz

Anónimo dijo...

Me causa un extraño sentimiento de asombro, gracia y pena, leer que Caponnetto aconseje públicamente a sus amigos, recién ahora -con la designación de Bergoglio-, estar atento al Apocalipsis y a lo que el P. Castellani interpreta de él, cuando es notorio que hay preclaros signos apocalípticos desde hace 70 años. Me queda la amarga sospecha que en este consejo se entrevea cierta animadversión y fobia hacia Bergoglio, dizque disimulada por una pretensión de discernir los tiempos.

Felices Pascuas


Pancho

Anónimo dijo...

Notable claridad en la respuesta del Prof Caponnetto. Siempre le estaré agradecido por lo que de sus escritos aprendí. Aclaro que lo escuché en conferencias, pero nunca le traté de modo personal. No dudo es una de las Inteligencias más lúcidas. Con todo respeto , a mi entender el comentario del P Iraburu dejó claro que no entendió lo que leyó, o bién, no quiero pensar que sólo se trató de de una "especie" de irrupción mediática por éstos medios. FELICES PASCUAS !!! No soy anónimo. Carlos Darío Alfaro de San Miguel del Tucumán.

Anónimo dijo...

Se viene la " Iglesia Católica Apostólica Argentina "

Anónimo dijo...

Sr. Antonio Caponnetto : amigo, tendra que volverse Usted arriero y biologo , para entropillar a la recua de jumentos , y enderezar los líquenes que protestan por su respuesta al P. Iraburu , o por su nota respecto de Bergoglio y Francisco .Los que amamos a La Santa Madre Iglesia sabemos que cosas son libertad y obediencia . Dios lo bendiga y sostenga .
Martín Aranda.-

Anónimo dijo...


Apostaría que la mayor parte de los que apoyan incondicionalmente al Profesor , no han leído su " repuesta " al P. Iraburu...!!

el pesimista dijo...

Antonio tu eres Jordán continuas iluminando con la luz de Cristo este mundo invadido por cada vez mas espesas oscuridades

Anónimo dijo...

De no poner injurias , también tiene que ser de nuestros amigos del blog.....

Anónimo dijo...

Perdonalmente hubiera preferido como Papa al Cardenal Burke o Rajhin incluso a Scola, pero Dios decidiò que fuera el Cardenal Bergoglio. Pienso que debemos someternos a la Voluntad de Dios que nunca abandona a Su Iglesia la Esposa de Su Hijo y envía al Espíritu Santo como Alma de la Iglesia.

El Card. Begogolio es hoy el Papa Francisco, Vicario de Cristo en la Tierra, Sucesor del Apóstol Pedro, Patriarca de Occidente, Obispo de Roma, Siervo de los Siervos de Dios etc... por lo tanto si queremos seguir siendo católicos en comunión con la Iglesia debemos someternos a la Comunión y autoridad del Papa, sea quien sea, por ello creo que debemos abstenernos de juicios a priori de lo que va a hacer el Papa Francisco y sobre todo de palabras insultantes respecto a su Persona puesto, que sea quien quien sea, la persona del Romano Pontífice es sagrada.

El Dr. Caponeto, sin perjuicio del respeto y ademiración que siento por él y que seguiré teniendo en el futuro, debe abstenerse en sus comentarios de proferir palabras y concepto insultantes y agraviantes a la Persona del Papa como lo hace en sus dos escritos.

Marcos II

No puede de ninguan manera ni él ni ningún católico hablar en esos terminos del Sumno Pontífice. Repito ya no esta hablando del Cardenal Bergoglio sino de quien el es ahora; el Papa Francisco que ya no es Bergoglio como Ratzinger dejo ser Ratzinger cuando se conviertio en Benedicto XVI
Sigo pernsando pese a este error comentido por el Dr. Caponeto en sus dos escritos, que sigue siendo la mente mas preclara que ha dado esta tierra después del Padre Castelani.

Marcos II

Anónimo dijo...

¿…Porque el placer y la gracia de haber conocido y admirado al Profesor Caponnetto , se transformo en una pena ..?….Para mi es como si el cielo se hubiera derrumbado ….

Anónimo dijo...


Que “ atroz encanto “ es para algunos , pensar que el Anticristo a salido de nuestro país …

Anónimo dijo...

Gracias Antonio por tus orientadoras y lúcidas palabras, por tu magisterio férreo en estas horas de confusión y perplejidad. Por tu valentía, a pesar de los golpes que habrás de recibir por el testimonio que das.
Crucificados a la Verdad. Por siempre.
Un abrazo fuerte desde la Madre Patria,
Miguel Menéndez Piñar

Anónimo dijo...

La Virtud del ABandono es querer lo que nos llega por designio de Dios. Amemos la voluntad de DIos y todo se tornará divino.
La Fe se ordena al amor( caridad), los dogmas de nuesetra Fe no son tanto para hallar satisfacciones intelectuales cuanto para movernos a buscar el Don de Dios, el Agua Viva del Espiritu Santo y la Virtud de Su Gracia Vivificante.

Anónimo dijo...

Pues no estoy segura que esto sea la voluntas Dei, ni sus designios, en el catecismo aclara que dia bolo quiere decir el que intecepta los designios de Dios, asi que como se que esto es lo que Dios quiere, si el diablo le puede interceptar un designio.

Anónimo dijo...

Atroz encanto nada anónimo, hay PROFECÍAS que anuncian lo que puede venir, y algunas cosas parecieran estar dándose. Jesucristo nos dice que estemos atentos. Por lo de la higuera ¿recuerda?

Anónimo dijo...

A mí me gustaría saber si el profesor Caponnetto pide consejo a algún pastor de almas, a algún director espiritual, a algún sabio sacerdote, de los que él dice conocer -y que a su vez, lo conozcca muy bien a él, es decir, que conozca sus defectos dominantes, sus fallas, o incluso sus miserias espirituales- antes de divulgar masivamente escritos con las características que tiene éste, y que puede provocar escándalo en muchos espíritus.
Si su artículo original respondió a un reclamo de gente amiga suya que le requerían un consejo, una palabra orientadora, una explicación que los sacara de la perplejidad, consternación y tristeza en que la reciente elección papal hundió a muchos, eso bien pudo haberlo hecho en forma discreta, llegando con su escrito solamente a esa gente. Pero no hacerlo masivo, difundiéndolo y publicándolo -como lo publicó- en su blog Cabildo; porque si bien pudo haber sido espiritualmente provechoso a algunos que lo tienen como lumbrera, a otros muchos que lo respetaban o que cierta estima le tenían, les ha causado un tremendo daño espiritual, haciendo que ya le perdieran el poco o mucho respeto y estima que le tenían, y que no iluminó sus inteligencias, sino que las oscureció.
Las cosas se hacen o no, se dicen o no, conforme hacerlas u omitirlas o decirlas o callarlas, tienen por fin la mayor gloria de Dios, el bien de las almas, y la propia santificación. ¿ Fue éste el fin de sus dos últimos escritos ?


Leopoldo Volker

catolico perplejo dijo...

Marcos II, Pedro seguirá siendo Pedro si enseña y hace lo de Pedro, sino -por previa doctrina de la Iglesia- dejará de ser quien es, ver Bula Cum ex apostolatus oficcio. A seguir viendo sus acciones y las enseñanzas que realiza de palabra y obra, el temor de muchos es que siga siendo Bergoglio, y parece estar confirmando esos temores

Mariano dijo...

Me preocupa que me consideren un "provocador profesional". En algún momento, podré parecerlo; pero ustedes serán capaces de ver la transparencia e ingenuidad con la que quiero decir unas cuantas cosas que me parecen esenciales.
Lo malo de las polémicas es que nunca se acaban; siempre cabe una contrarréplica más. Según Santiago Ramón y Cajal, "en toda discusión porfiada, cada contrincante defiende, no la verdad, sino su propia infalibilidad". Decía ¿por esto? S. Agustín: "alii disputent, ego mirabor": "que otros disputen, yo me dedicaré a admirar".
Con esto quiero decir que yo, que veo numerosísimos errores garrafales en uno y otro contendientes, creo que hay que centrar el debate en lo esencial. Estamos discutiendo cosas tan serias como la autenticidad de un Papa, y no sólo ésa, y ante ellas es un deber que nos incumbe deponer lo personal y buscar lo que imperiosamente necesitamos nosotros: Iraburu, Caponnetto y tantísimos: buscamos la Verdad, y dejaríamos por ella el pellejo.
Me gustaría proponer que el debate se ciñese exclusivamente a eso esencial; si no, perdemos el tiempo. Y, por ende, quiero exponer qué es lo que, en mi falible opinión, es lo esencial.
Como sea que, no obstante, hay algunas cosas que no puedo de ningún modo dejar de censurar, he de exponerlas previamente:
a) No puedo de ninguna manera admitir un ataque contra el diálogo interreligioso -que es caridad-, a menos que se me diga en qué puntos serios se ha pecado.
b) Tengo que sugerir a una y otra parte que se lleve mucho más cuidado del que se lleva al emplear la Sagrada Escritura, puesto que sería muy triste que hiciéramos de ella un objeto al servicio de nuestros personales intereses; que la manipuláramos.
c) Me parece también triste que en nombre de la fe se quebrante la caridad, que todos sabemos que, según S. Pablo, es más grande que la fe y la esperanza y la que perdurará cuando las otras desaparezcan; la caridad en la Iglesia lo es todo: y en Dios, también. He aquí la norma de oro que nos dejó Benedicto XV: "En modo alguno está prohibido a nadie, quedando a salvo la fe y la disciplina, sostener el pro y el contra, expresar y defender lo que opine, en aquellas cuestiones en las cuales la Santa Sede no haya emitido su dictamen. Pero que se procure alejar de tales disputas el apasionamiento del lenguaje. Fácilmente podría desprenderse de aquél grave detrimento para la caridad. En buen hora defienda cada uno libremente su parecer, pero con moderación; y absténgase, por sola esta causa, de acusar de sospechoso de la fe o de faltar a la disciplina a quienes sostengan opiniones contrarias a la suya propia".

Sigue...

Mariano dijo...

...del comentario anterior

"His dictis", propongo a renglón seguido lo que percibo que es esencial; y advierto que si nos vamos por otras líneas colaterales o nos ocupamos de cuestiones personales e invectivas no cristianas, todo esto no habrá servido de nada. A mi leal saber y entender, se trata de esclarecer, o acaso de profundizar, o quizá de saber aplicar al caso presente, unos cuantos puntos de teología del papado:
a) El Cónclave. ¿Cómo se fundamenta teológicamente su infalibilidad, si es que realmente existe? (No niego nada: afirmo mi ignorancia.) La posibilidad que aventura Caponnetto de la asistencia del Espíritu Santo, pero inefectiva por razones humanas, por una parte me parece teóricamente admisible, aunque no sé por dónde podríamos llegar a probarla; y por otra parte me recuerda lo que decía un sacerdote: "Todos tenemos claro que dos más dos son cuatro..., hasta que nos toca hacer la declaración de la renta"; el Cónclave está asistido por el Espíritu Santo, hasta que llega el Papa Francisco, y entonces encontramos la manera de poder acaso recusarlo, sin negarle nada al Espíritu Santo.
Pero tampoco Iraburu ve en el Espíritu Santo una garantía total, y habla de permisiones divinas: Caponnetto nos informa de que "Iraburu [...] postea lo siguiente: “[...] Si en un Cónclave los electores eligen a uno que es hereje, cosa que puede permitir Dios, no se produce un Pastor
necio, falso, precursor del Anticristo: sencillamente la votación, aunque haya sido
unánime, es nula e inválida. Hay ‘error in persona’. No hay Papa". Y menciona también Caponnetto el hecho de que "el Padre Iraburu lance, con buenos fundamentos teológicos, la posibilidad 'in genere' de una elección nula en un Cónclave amañado o torvo" (si bien yo no recuerdo haber leído eso en Iraburu).
Se baraja una especial forma de asistencia del Espíritu Santo, con el ejemplo de Aureliano, consistente en una permisión del error y una posterior subsanación; y de hecho me parece que es lo mismo que Caponnetto desea para el Papa Francisco.
Todo esto es lo que, en primer lugar, considero que hay que profundizar desde el punto de vista eclesiológico. Nadie será capaz de decirme un paso de la Escritura en que se garantice la infalibilidad del Cónclave. Y no valen ejemplos como Mt 28,20 ("yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo"), porque son muy genéricos, y, por ejemplo, alguno podría con todo derecho defender que Mt 28,20 habla de la Eucaristía.
b) ¿Y qué decir de las garantías divinas posteriores a la elección? Tenemos el dogma de la infalibilidad, en las condiciones en que está; pero no tenemos otras garantías; un Papa no sólo enseña; también decide. ¿Está garantizado el acierto de las decisiones? El v. "...y los poderes del infierno no prevalecerán" vuelve a ser demasiado genérico para nuestro intento. Queda "yo he rogado por ti, para que no desfallezca tu fe". Pero es una oración que se refiere a la fe. Incluso, Caponnetto admite que la fe del Papa pueda desfallecer: "‘Yo rezaré por ti para que no desfallezca tu
fe’, le dijo a su primer vicario, y en él a todos sus sucesores. Si [al Papa Francisco] la Fe no le desfallece [luego considera lícito dudarlo] y la conversión lo reviste con su gracia, habrá un bien para la Barca y aún para la
Argentina”.
c) ¿Qué actitud tomar si un Papa comete aberraciones? Porque está garantizada la infalibilidad, no la santidad. Y porque sabemos que en la historia ha habido Papas que han cometido aberraciones. Sobre todo, ¿qué hacer si gobierna con aberración? ¿Si decide -por ejemplo- que se cierren todos los colegios y hospitales eclesiásticos? Y no me refiero a la hipótesis del Papa loco; imaginémoslo sano.

Sigue...

Mariano dijo...

... del comentario anterior

En suma, como puede verse, escribo, no para ofrecer respuestas, sino para consignar preguntas. Doy como posible que mi ignorancia desconozca que están ya bien contestadas en teología.
Pero mi machacona intención -lo repetiré por última vez- es dejar bien claro que, en mi modesta y falible opinión, o nos vamos a los ejes del tema -que pueden ser éstos o quizá otros también-, o nos desperdigaremos en minúsculas cuestiones de detalle -que en los escritos de la controversia aparecen, tentadoras, en gran número-, o, peor, haremos del debate una lucha entre banderías en la cual lo que se ventilará serán la honra o la superioridad de uno sobre otro y de otro sobre uno.
Porque estaremos discutiendo. Y discutir es -como hubiera dicho Emerson- robar tiempo a la búsqueda de la verdad.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿.. De todos estos comentarios , que queda para los mil millones de Católicos en el mundo que no leen este blog.....?

Pavel

Anónimo dijo...

El Dr. Caponetto es un habil sofista. La verdad no entiendo qué aportan sus artículos a la vida de fe. Siempre que tengo oportunidad lo leo y me parece que su postura es la típica del ideólogo. Es un reduccionista ideológico. Pero lo respeto, pese a su fascismo confeso. Prefiero leerlo a él y no a De la Serna. Aunque son muy pareciditos. Mal que les pese a los dos. Miguel Grosso.

Anónimo dijo...

Lo de Caponeto es puramente autorreferencial, puro autobombo. Su respuesta tan extensa como estéril, sólo demuestra la impotencia del que fue dialécticamente vencido (de modo contundente, por cierto)y no atina a resignarse. Ya está, Caponeto. Ya es tarde para ocultar la vergüenza.

Anónimo dijo...

pavel que ganas de decir pavadas.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 13:47 los dogmas son para creerlos y defenderlos porque son verdades reveladas, quién le dijo en este sitio que son para hallar satisfación intelectual, en todo caso la alegría que da adherirse a la Verdad.
¿y de donde sacó que el abandono es una virtud? será en todo caso una disposición del ánimo en la que concurren muchos factores pero no una virtud.

El teólogo rioplatense dijo...

Anónimo que dice que Caponnetto fue dialécticamente vencido, explique por qué, dé argumentos.
Con su mismo criterio, es decir pour la galerie, yo también puedo decir que el padre Iraburu fue dialécticamente vencido por el Dr.
Aquí se trata de argumentar, sino no tiene sentido opinar.
Saludos.

Anónimo dijo...

Me permito considerar dos interrogantes. El primero surge de pensar si la Masonería y los judíos están en proceso de conversión al catolicismo, por la alegría que manifestaron ante la elección del nuevo Papa. El segundo, para el caso de que así no fuera, el significado de su satisfacción, ¿es meramente protocolar? o, ¿qué sentido tiene?. En cuanto a lo que pueda surgir del nuevo pontificado, más allá de los antecedentes que lo ubiquen al Papa antes de serlo, lo cierto es que cualquier persona como pecadora que es y que somos, siempre tiene que ser vista en la perspectiva de lo que sucedió con San Pablo antes de que tuviera la conversión en el camino a Damasco. Como siempre, Dios tendrá la última palabra.

Anónimo dijo...

Ay anónimo lo de San Pablo no es lo usual.

Anónimo dijo...

Si la masonería y los judíos se alegran no es casualidad, algo hay detrás. ¿acaso esa gente da puntada sin hilo?

Anónimo dijo...

Hago una súplica al Padre Iraburu y al Dr. Caponnetto: que dejen de debatir en público. El Dr. Caponnetto ya ha anunciado, al final de su "Respuesta" que no tiene intenciones de seguir el debate.Pero el Padre Iraburu,en cambio ha anunciado que tras la Pascua responderá.Esta reyerta está causando muchas, pero muchas divisiones entre los amigos, y muchas pero muchas ocasiones de que los enemigos se regodeen. Entiendo que lo más prudente sería, o que cada cual se dé por satisfecho habiendo mostrado su opiniòn, o que discutieran en privado.
Gracias

Wolfgang dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Es obvio que cada uno de los contendientes sostendrá su posición con sus respectivos argumentos. Y es claro que ambos contendientes poseen vastos fundamentos de erudición, que no vamos a cuestionar acá.
No me consta que Caponetto tenga malas intenciones al opinar como opina sobre el hoy Papa Francisco, a pesar de su claro, expreso, constante e injustificado hostigamiento durante la gestión de Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires. Es una loable actitud rezar por el Sumo Pontífice, y es lo que necesita la Iglesia. Sin embargo, me gustaría resaltar dos cosas:
1) su respaldo es muy dubitativo y endeble, y está claramente condicionado a que el Papa haga lo que a Caponetto le parece bien.
2) No deja de sorprenderme cómo les duele a quienes se denominan "tradicionalistas" u "ortodoxos" el tema del otorgamiento del Doctorado Honoris Causa por parte de la UCA al rabino Abraham Skorka. Era absurdo esperar que Skorka hiciera una profesión de fe en Nuestro Señor Jesucristo, ya que pertenece a otro credo, pero está clarísimo que en dicho acto no se cometió ninguna "blasfemia contra la Fe Católica, causado por la heterodoxia insensata del judeo-cristianismo". Más bien, me parece que la indignación y la cerrazón de mente y corazón frente a este tipo de actos habla sobre la medida de su prejuicio, su resentimiento, y su miedo y aversión hacia todo lo que es diferente.

D dijo...

Okay. No tengamos "miedo" a lo diferente (!?) y ordenemos sacerdotes a travestis y permitamos la poligamia como otra nueva forma de familia moderna.
(Ya alguno le encontrará la justificación antropológica, psicológica y existencial).
Su argumento de defensa del premio al rabino es cualunque y difícil de misericordear.

Wolfgang dijo...

Los católicos tenemos una jerarquía superior y al parecer más santa que la del Papa, si ellos no están de acuerdo con lo que dice o hace el pontífice, lo pueden declarar anticristo, revelarse a su mandato y pedir a sus seguidores que también lo hagan.

Anónimo dijo...

Tergiversación malintencionada, muy esperable de D... Está claro que lo de "diferente" aludía a quienes piensan o creen en algo diferente de lo que Caponetto, Ud., o cualquiera de los otros que se hacen llamar "tradicionalistas" u "ortodoxos" y se ponen en pose de pseudodefensores de la fe, piensan o creen. Y puede ser que nuestro argumento de defensa del rabino Skorka sea parezca "cualunque", pero habría que tener en cuenta lo siguiente:
1) cuando se ataca desde posiciones tan básicas y absurdas como la de las personas mencionadas (hablo de Ud., no de Skorka), no hacen falta grandes verdades reveladas para demostrar que están equivocados, basta la realidad.
2) el problema no es cómo se defiende al rabino, sino que haya gente como Ud. o Caponetto que lo ataque, y aún peor, que se ataque a la UCA por haberlo distinguido, y a la Iglesia misma por apoyar esa distinción.
3) qué querría decir "misericordear"? no lo encuentro en el diccionario. Si quiere decir "tener misericordia de algo o alguien", le agradezco, pero guárdesela, solo pedimos y necesitamos de la de Dios.
4) insistimos, cómo les duele....!

Anónimo dijo...

Wolfgang, creo que entiendo a quiénes alude con su comentario, pero por favor, le pido que no generalice y no se refiera a "los católicos", ya que quienes incurren en el comportamiento y actitud que Ud. menciona son solo un pequeno grupo de personas que se hacen llamar de ese modo (una minoría que suele despreciar a las mayorías...).

Anónimo dijo...

Y si anónimo de las 00;09 la apostasía y defección duele, es el flagelo actual ad intra de la Iglesia. Están flagelando nuevamente a Cristo y eso a ustedes no les mueve ni un pelo. Muy considerados y condolientes que digamos no son con Cristo uds. Debería darles vergüenza.

Anónimo dijo...

Misericordear es sacar de la miseria. es decir vete Y NO PEQUES MAS, NO VAYA A SER QUE TE SOBREVENGA ALGO PEOR.
Para eso sirve la misericordia no para pavadas, no para confirmar en el error, como quién dice vete y sigue sin Jesucristo que total todo da igual. Porque asi se hace inútil la cruz de Cristo.

¿se entiende lo grave que es eso?

Anónimo dijo...

Como les dueleeeeeeeeeee....dice el tan "amoroso" anónimo.

Y a vos te encanta que nos duelaaaaaaa......si hasta parece que los disfrutas.


gracias por nada.

Anónimo dijo...

No, la verdad es que no gozamos con el sufrimiento ajeno, no somos sádicos, ni nos gusta la "cargada futbolera del lunes", pero no podemos comprender por qué sufren tanto por eso del Doctorado de Skorka. Lamentamos ese sufrimiento, en el cual vemos un trasfondo de prejuicio (antisemitismo, con todas las letras) y miedo muy importantes. Lo lamentamos y esperamos que esas actitudes cambien, por el bien de Uds. mismos y de toda la Iglesia, de la que dicen ser parte.

Anónimo dijo...

Para el anónimo de las 4:01, estamos de acuerdo en que la apostasía y la defección duelen, pero no hay ni la una ni la otra en el hecho del cual hablamos...

Anónimo dijo...

Si la hay, pero ud no la quiere ver.

Anónimo dijo...

SON SÁDICOS, A SU MANERA EN SU MEDIDA PERO LO SON

Anónimo dijo...

EN CUALQUIER MOMENTO SALEN DICIENDO QUE LA CRUZ DE CRISTO ES UN PREJUICIO. SÁDICOS.

Anónimo dijo...

Sr. Caponetto, una pregunta que puede ayudar:

¿usted recibió alguna revelación privada para hacer un juicio PÚBLICO sobre el santo Padre?

Anónimo dijo...

Algunos infantiloides confunden juicio con discernimiento.

Anónimo dijo...

Que bueno!!! que Caponetto haya recibido la asistencia del Espíritu Santo para hacer el DISCERNIMIENTO que pareciera que no puede hacer el santo Padre.
De todas maneras espero poder salvarme siendo infantiloide ya que de los que son como niños es el Reino de los Cielos.

Anónimo dijo...

Seguro que no confunden elogios con calumnias.....

Anónimo dijo...

La infancia espiritual nada tiene que ver con ser infantiloide.

Anónimo dijo...

Pues si anónimo el Espíritu Santo sopla donde quiere, y Dios le da el Espíritu Santo a los que le obedecen.
Y a Bergoglio no se lo ve obediente con las rúbricas y tampoco se lo veía muy obediente con Benedicto antes de ser Papa Emérito. ¿vió?

Luis Alvarez Primo dijo...

Newman, Caponnetto y el Papa Francisco.
Mi respeto y admiración por Antonio Caponnetto en la fidelidad a su conciencia ;(lo cual no me exime de identificar alguna expresión poco ajustada en su discurso); el caso me remite a aquel párrafo conclusivo de la Carta de Newman al Duque de Norfolk (en ocasión de las afirmaciones del Primer Ministro Gladstone): “Si yo tuviera que llevar la religión a un brindis después de una comida—lo que no es muy oportuno hacer—desde luego brindaría por el Papa. Pero antes por la conciencia, y después por el Papa” (Cardinal Newman, Conscience,concensus and the development of doctrine, Image books, Double day, USA 1992, pag. 457). La clave de interpretación de esta afirmación la da el Cardenal Ratzinger con su lucidez y sabiduría conocidas:
“Según la intención de Newman esto tenía que ser—en contraposición con la afirmaciones de Gladstone—un claro reconocimiento del papado, pero también – contra las deformaciones ultramontanas—una interpretación del papado, el cual es entendido correctamente sólo cuando es considerado conjuntamente a la primacía de la conciencia—por lo tanto no contrapuesto a ella, sino más bien garantizado y fundado sobre ella--. Comprender esto es difícil para el hombre moderno, que piensa a partir de la contraposición entre autoridad y subjetividad. Para él, la conciencia está de parte de la subjetividad y es expresión de la libertad del sujeto, mientras que la libertad parece limitar, amenazar o hasta negar dicha libertad.”… “Para Newman el término medio que asegura la conexión entre los dos elementos de la conciencia y de la autoridad es la verdad. No dudo en afirmar que la idea de la verdad es la idea central de la concepción intelectual de Newman; la conciencia ocupa un lugar central en su pensamiento precisamente porque en el centro está la verdad. Con otras palabras: la centralidad del concepto de conciencia va unida, en Newman, con la precedente centralidad del concepto de verdad y se puede comprender sólo partiendo de esta.”… “ La conciencia significa la presencia perceptible e imperiosa de la voz de la verdad dentro del sujeto mismo; la conciencia es la superación de la mera subjetividad en el encuentro entre la interioridad del hombre y la verdad procedente de Dios.” (Ser Cristiano en la era neopagana, Encuentro, 1995, pag. 38-39).
Quizá Caponnetto en esta hora repetiría aquellos versos que Newman compuso en Sicilia en 1833: “ Me gustaría elegir y entender mi camino. Ahora en cambio rezo: ¡Señor, guíame tú!”.
Mis oraciones por Antonio, el más lúcido heredero contemporáneo del Padre Menvielle, del Padre Castellani, de Jordán Bruno Genta y de Carlos Sacheri, y por el Papa Francisco. ¡Que la Verdad en la Caridad establezca un puente entre la conciencia del primero y la autoridad del segundo!
Bella Vista.

D dijo...

CEA del 1 de abril de 2013 00:09,

el otorgamiento de un título en una Universidad Pontificia a un rabino reconocido negador formal de la divinidad de Cristo y ferviente defensor de su maestro en el rabinato corruptor de menores declarado en juicio civil, es a lo menos una imprudencia enorme, pero que se explica claramente como ya se lo dije en otros intercambios, por la cantidad de entregadores de lo santo a los cerdos que como Ud abonan la tierra con sal.

Anónimo dijo...

La prudencia o imprudencia de un acto es materia de juicio, y en todo caso habrá que evaluarla en el transcurso del tiempo y en el contexto adecuado, pero qué bueno que por lo menos Ud., amigo D, no sostenga, como lo hizo Caponetto, que se trata de una "blasfemia contra la Fe Católica, causado por la heterodoxia insensata del judeo-cristianismo". Qué quieren que les diga? Esperen sentados, hace rato que se sabe que el diálogo interreligioso y el fortalecimiento de la confraternización con otros credos (que nada tiene que ver con el sincretismo, la tan mentada y temida "religión universal", y no importa en lo más mínimo una claudicación en la fe de la Iglesia), tienen un lugar clave en la agenda Papal, así que si prefieren continuar en su postura de pánico y horror frente a este proceso, es su decisión, pero es inadmisible que tilden al Papa de hereje, y que utilicen esto para poner en duda la validez de su elección, es un auténtico mamarracho, un manotazo de ahogado absurdo y ridículo que no hace más que demostrar lo mal que los tiene que el Bergoglio que ayer lapidaron, hoy sea el Santo Padre. La ira produce este tipo de reacciones...

Anónimo dijo...

Ridículos son ustedes que no anuncian a Cristo, y le recuerdo lo que dijo San Pablo que si no guarda el depósito de la fe como la han recibido en vano han creído.
No es pánico lo que causa el sincretismo negado por usted, es mas bien pena porque desaprovechan amar a Jesucristo.

LO QUE ES INNEGABLE ES COMO CAMPEA EL IRENISMO EN ESAS REUNIONES, QUE ES LA PAZ EN
DETRIMENTO
DE LA VERDAD
Y ASI
HACEN INÚTIL LA CRUZ DE CRISTO
ESO LO DIJO JP II EN VERITATIS SPLENDOR.
EL MISMO QUE TAMBIÉN PRACTICO EL IRENISMO.

Anónimo dijo...

http://infocatolica.com/blog/puertadedamasco.php/1304010424-respetar-al-papa

D dijo...

CEA del 1 de abril de 2013 15:07,

dígame con nombres las decenas o cientos de conversos a la única y verdadera Fe católica que logró Bergoglio con su pastoral del diálogo ecuménico.
Porque en última instancia lo que vale es "ir y bautizar en el nombre...".
Aguardo el número aproximado de conversos desde el judaísmo, islamismo, animismo, etc.

Anónimo dijo...

¿y el cuando nos va a respetar a nosotros?

Anónimo dijo...

ademas que los obsecuentes que piden respeto con su propia obsecuencia una falta de respeto a la autoridad.
Se mienten a si mismos y pretenden que creamos su propia mentira. La obsecuencia es en si misma una mentira.

Anónimo dijo...

Ya se los paso D, los tengo a todos anotados en una planilla Excel! Como Bergoglio (ahora Francisco) me paga el sueldo (y ahora me lo paga en Euros y en una cuenta del exterior), yo le llevo los registros... No le parece un poquito absurdo lo que me está pidiendo? En todo caso, no solo Bergoglio tiene que lograr conversiones, sino que la evangelización la tenemos que hacer todos, como miembros de un mismos Cuerpo Místico que somos. Ud. realmente cree que una misa que solo puede ser comprendida por iniciados es más eficaz en la actualidad que vivimos, a la hora de evangelizar, que la pastoral que impulsan el Papa y los Obispos? Y repito un planteo que ya he formulado muchas veces aquí mismo. Hagamos un ejercicio de reflexión sincera, un examen de conciencia profundo, y veamos qué hemos hecho nosotros, cada uno en su vida, para que toda esa gente ya no vaya a la Iglesia, y qué estamos haciendo concretamente para que regrese...

Anónimo dijo...

un examen de conciencia profundo, y veamos qué hemos hecho nosotros, cada uno en su vida, para que toda esa gente ya no vaya a la Iglesia, y qué estamos haciendo concretamente para que regrese...


jaja no me haga reir



y quién le dijo a usted que la gente no se examina en eso, deje de juzgar sin saber.
en todo caso los que guían la barca son ellos no nosotros
ellos deben examinarse en eso

Pero ya sabemos que ellos como de costumbre siempre hacen un análisis de las consecuencias mas nunca apuntan a las causas.


Los que tenían la verdadera fe antes del VII si lograban conversiones sin ir mas lejos Emille Zolle el rabino de Roma
se convirtió gracias a Pío XII.


D dijo...

Ni en el excel ni en la libreta tiene un solo nombre porque no logró ni una sola conversión con este ecumenismo vacío de Fe. Puro bla bla para las cámaras y quedar bien con la gilada, nada mas.
Cuando tenga el nombre de algún rabino convertido a la verdadera y única Fe católica por el trabajo ecuménico de Bergoglio / F, me avisa.
Excepto que ahora dude que la nuestra es la verdadera Fe, cosa que de Ud puedo creerlo.

D dijo...

La frase dicha antes arriba por C-CEA:

"Ud. realmente cree que una misa (la Tridentina) que solo puede ser comprendida por iniciados es más eficaz en la actualidad que vivimos, a la hora de evangelizar, que la pastoral que impulsan el Papa y los Obispos? "

muestra lo que se esconde detrás de poses y caretas varias de todos estos buenos muchachos mistongos. Sin palabras.

PD: aguardo sentado el nombre de algún rabino convertido por el ecumenismo suyo o de Bergoglio.

Anónimo dijo...

En realidad, Ud. no puede saberlo con certeza, pero por lo visto elige descreer del Espíritu, y asumir que no se produjo ninguna conversión. No diría que es una actitud aconsejable, pero bueno, allá Ud. Lo que sí le puedo asegurar que tengo es una lista muy larga de personas que se alejaron de la Iglesia (por suerte muchos ya volvieron) porque pusieron a todos los católicos en una misma bolsa y asumieron que todos pensábamos más o menos como piensa Ud. Sé muy bien que las expresiones que tienen que ver con la democracia le resbalan, pero es bueno que lo sepa, amigo D, que gente como Ud. son unos auténticos "piantavotos" para la Iglesia.

Anónimo dijo...

Otro que quiere la Iglesia democratica. Entonces elijamos al proximo papa por votacion universal.....Estos tipos hoy le dirian a Jesus que elija a sus apostoles en el cuarto oscuro. Que necios. Viva la santa Tradicion y desaparezcan pronto los modernostas destructores de la religion catolica.

D dijo...

"piantavotos" !!!
Se le están cayendo las caretas en forma acelerada.
Las almas que se alejaron fue porque no encontraron mas que se les predique la Verdad.
Avise a donde están volviendo porque las iglesias modernistas se siguen vaciando y las tradicionales siguen creciendo.
PD: avise lo del rabino.

Anónimo dijo...

Hubiese preferido "lastre", "peso muerto", "pelotazo en contra" quizás? Como le anticipé, utilicé esa expresión que tiene que ver con la democracia solo como una ilustración (de paso se lo aclaro al necio ridículo que me acusa de querer una "Iglesia democrática"), pero la alergia que le causa es evidente.
Me pregunto, por otro lado, cómo puede estar tan seguro de por qué "se alejaron las almas" y cómo maneja las estadísticas de qué Iglesias se vacían y cuáles se llenan? Le pasa los datos Moreno??? Por la precisión y la imparcialidad, digo...

D dijo...

Lo vi y lo sigo viendo con MIS propios ojos desde hace 20 años a hoy.
El modernismo no perdona.

Anónimo dijo...

Lo que yo escuché con MIS propios oídos desde hace mucho tiempo es gente que rechazaba a la Iglesia porque decía que los católicos éramos "fachos, oscurantistas, prejuiciosos e intolerantes", además de que bancábamos a la Dictadura. Es casi como que tenían su identikit, estimado D! jeje...

catolico perplejo dijo...

una persona conocida me transcribió un mensaje que le enviaron a una pagina a la que está suscripta http://www.fraynelson.net/ en la cual se envió este mensaje por parte de otro de los miembros a todos los demás: Asunto: Análisis de Vaticano I y vaticano II

Estimados amigos:

Adjunto les envío este resumen  en espera de recibir sus comentarios  luego de analizarlo y saber que nos falta por enmendar y corregir. Y que necesitamos para progresar como lo esta preguntando una de nuestras  amigas en España.

VATICANO I  VS. VATICANO II

El vaticano II para algunas personas constituye  el mayor  acontecimiento del siglo XX,  para otro el paso del anatema al dialogo, Un concilio  profético para nuestros días, el paso de una Iglesia occidental a una Iglesia universal,   una gran gracia del Espíritu para la Iglesia dicho por Juan Pablo II,  y para otros el concilio constituye una gran pesadilla nauseabunda  como afirmó un Lefebriano.

(Mons. Marcel Lefebvre acabó formando un grupo disidente y que al proceder a nombrar sus propios obispos fue excomulgado por Juan Pablo II en el año 1988)

Para recordar hoy  lo importante que ha sido el Vaticano II para nosotros y para el mundo Cristiano Católico, debemos recordar la época preconciliar.

UNA EUCARISTÍA PRE CONCILIAR.

El sacerdote celebra de espaldas  al pueblo, es el hombre de lo sagrado, mediador  entre Dios y los Hombres que actúa en nombre de Cristo  en los sacramentos, que reza  y lee la palabra de Dios en latín, no existe concelebración, muchas veces se celebran misas  simultaneas  en altares laterales, a veces la misa es con el santísimo expuesto. El sagrario  preside el templo. Lo central es el relato  de la consagración y la elevación (Campanitas), la adoración parece más importante  que la comunión.  La liturgia es acción de solo el sacerdote, el canon romano es el único existente.

El  pueblo esta pasivo, asiste a la misa como a un espectáculo, no entiende el latín, reza el rosario o novenas, los más promocionados siguen la liturgia con un misalito bilingüe latín – lengua vernácula, los fieles están arrodillados  casi todo el tiempo, se comulga de rodillas  y  en la boca, con una sola especie, muchos no se atreven a comulgar si no se han confesado antes, otros asisten sin comulgar, muchos asisten a misa simplemente para cumplir el precepto dominical, ya que de  lo contrario se peca mortalmente y para que la misa valga hay que llegar por lo menos al evangelio.

La Eucaristía no se comprende ni valora como celebración comunitaria del misterio pascual, no hay oración de los fieles, no se da la paz, se reza el credo y el padre nuestro en latín, los cantos son mayormente en latín y gregoriano, al final se lee el prólogo del Evangelio de Juan  y luego todos rezan  arrodillados tres avemarías y una oración latina a San Miguel para que defienda la Iglesia y lance al demonio al infierno. (sigue)

catolico perplejo dijo...

El sermón u homilía  que, cuando había era en lengua vernácula, resumía el evangelio interpretado muy literalmente, la predicación era muchas veces moralista. Lo poco que el pueblo sabía  de la Biblia era a través de la predicación y del catecismo para preguntas y respuestas, apenas se leía Biblia.

La celebración litúrgica no es algo accidental  en la Iglesia ya que expresa su fe, su teología y su modelo de Iglesia. Lo que está debajo de esta liturgia tridentina preconciliar es la Iglesia de la Cristiandad que se origina en el siglo  IV con Constantino y Teodosio, se afianza en el siglo XI con  la reforma de Gregorio VII que centraliza toda la Iglesia y que ha estado en vigor hasta el Vaticano II. Es piramidal, en cuya  cúspide está el Papa, obispos y sacerdotes y en la base los laicos, Es desigual unos pocos enseñan, mandan y celebran, los demás obedecen, aprenden, rezan, callan y pagan.

Es clerical, la que posee el poder de consagrar, de perdonar y bautizar, la que tiene el Espíritu. Una Iglesia en la que los sacerdotes y religiosos están llamados a la santidad por los consejos evangélicos, mientras  que los laicos se contentan  con cumplir  los mandamientos  para salvarse. Es una Iglesia unida al Estado, que la protege y ayuda.

Los dos concilios de la Cristiandad moderna, Trento (Siglo XVI) y Vaticano I   (Siglo XIX – 1870) tuvieron muchos tropiezos, sus costos fueron muy graves: separación de la Iglesias de Oriente y de la Reforma, cruzadas, guerras de religión, antisemitismo, cerrazón al mundo moderno de la ilustración, oposición a la revolución Francesa y de América Latina, a la ciencia y técnica moderna, abandono de muchos intelectuales.  No es casual que Juan Pablo II en el jubileo del año 2000 pidiera perdón por estos pecados y errores de la Iglesia del “segundo milenio”

En los dos últimos siglos   con los papas Pio IX al papa Pio XII  (la época piana) la Iglesia se convierte en una institución clerical, legalista y triunfalista, muy alejada  de la que Jesús quería y de la del “Primer milenio” o de los primeros siglos, que era un Iglesia de comunión,  de fraternidad, del Espíritu, una Iglesia estructurada a imagen de la comunidad trinitaria. (sigue)

catolico perplejo dijo...

A la muerte de Pio XII en 1958, Roncalli es elegido Papa como Papa de transición. A sus 77 años sorprendió al mundo  al convocar en 1959 un Concilio Ecuménico que debía completar lo que el Vaticano I había dejado inacabado pero no debía ser la mera continuación de este sino un nuevo Concilio, el Vaticano II. Este Papa es Juan XXIII, buscaba  la puesta al día de la Iglesia, dialogo con el mundo moderno, inculturación en las nuevas culturas, vuelta a las fuentes  vivas de la Tradición Cristiana, renovación cristiana,  doctrinal y pastoral, un salto hacia delante, incrementar la fe, renovar las costumbres del pueblo cristiano, se trataba de abrir una ventana  para que un aire nuevo entrase en la Iglesia y sacudiese el polvo acumulado  durante siglos. El 11 de Octubre de 1962 Juan XXIII da por  inaugurado el Concilio.   

El Vaticano II fue un concilio de la Iglesia sobre la Iglesia, tanto en torno a la Iglesia misma, como en su relación con el mundo. En todos los campos Eclesiales hubo una renovación.

En el terreno  ecuménico se levantaron excomuniones  mutuas entre Roma y Constantinopla con encuentros en Jerusalén y Roma.

En la Liturgia hubo una renovación de los rituales sacramentales y en especial de la eucaristía: mayor abundancia de la palabra, mayor participación activa de los fieles, uso de lenguas vernáculas. Lecturas Bíblicas abundantes y escogidas, altar de cara al pueblo, sede en el centro, sagrario a un lado, plegaria de los fieles, saludo de paz, comunión bajo las dos especies, renovación de los rituales de los sacramentos.

En Vaticano II hay una renovación teológica y espiritual en la formación sacerdotal, en la vida religiosa, en el laicado que toma conciencia de su protagonismo eclesial. Sele da una mayor apertura a la realidad y a los signos de los tiempos.

De una eclesiología exclusivamente  cristocéntrica, se pasa a una Iglesia que vive tanto bajo el principio cristológico como bajo el principio del Espíritu, que la rejuvenece, la renueva y la conduce a la unión consumada con Cristo.

Paso a ser de una Iglesia Centralista  a una Iglesia corresponsable y sinodal que respeta las Iglesias locales, en las cuales y por las cuales existe la Iglesia universal. De una Iglesia  identificada con la Jerarquía, a una Iglesia  toda ella Pueblo de Dios con diversos carismas y ministerios. Es una Iglesia  que camina en la Historia, servidora de todos  y en especial de los pobres, en los que reconoce la imagen de su fundador pobre y paciente.  Es una Iglesia  enviada a evangelizar a los pobres, con los que se siente solidaria.

De una Iglesia arca de salvación, a una Iglesia sacramento de salvación, en dialogo con otras Iglesias y con las otras religiones de la humanidad, en pleno reconocimiento de la libertad religiosa, cada persona tiene el derecho de seguir  su propia conciencia. (sigue)

catolico perplejo dijo...

El Vaticano II tiene una valoración positiva de toda la creación, de la persona humana, del trabajo, de la cultura, afirma que los bienes de la tierra están destinados a todo el mundo, poseen una hipoteca social. 

La misión de la Iglesia no es simplemente religiosa y espiritualista, sino integral y puede decir su palabra evangélica  a la sociedad siempre que lo exija el bien de las personas."

como podrán ver y analizar una sarta de heterodoxias, le sugerí a a mi persona conocida un articulo de Sandro Magister como respuesta a quien le posteó lo anterior, y quien respondió lo siguiente: "Gracias por sus comentarios. voy a analizarlos con la debida dedicación e investigación requerida."
Obviamente por su respuesta pareciera no conocer la otra campana y solo llegar a sus oídos los cantos de sirena modernistas

Anónimo dijo...

Para D..

El retorno al sacramento de la penitencia y a la practica religiosa en Argentina desde la elección de Francisco ….. que lo que es para vos …..Si no le ves nada ..límpiate los ojos ......

Anónimo dijo...

Muchacho hable claro, no se le entendio nada.

Anónimo dijo...

Sobre el Santo Padre Francisco: a esperar. Roguemos a Dios que haga las cosas como El manda.
Sobre Bergoglio: no veo mal que se enuncien los pasados errores por un tema de correccion fraterna.
Sobre la Iglesia: que Dios la ayude en este momento de crisis (cambio) y que los cambios sean para bien.
Sobre el Sr Caponneto: comparto casi todo lo que dice, salvo el hecho de las peleas via blog que siempre me resultaron vacuas e infructuosas. Y por otro lado mi consejo seria que de la misma forma que hablamos de la "falsa humildad" de ciertas personas, no pequemos nosotros enalteciendo al Sr Caponneto que podemos nosotros hacerlo caer en el orgullo o la soberbia.

Anya

Anónimo dijo...

Optimista con lentes de aumento del 2 de abril de 2013 08:58

una golondrina no hace verano, estos hechos son por moda y no por conviccion. Veremos cuan llenas estan las iglesias dentro de unos meses mas. No hay caso los moderniostas son incorregibles y mas fachos que a los que acusan...Me parece que mas fascista que ese tipo que le dicen C CEA no hay por aqui, pero se disfrazan de corderos y en esto se parecen a los stalinistas, los extremos en estos infelices siempre se tocaron dependiendo de para donde sopla el viento.

Anónimo dijo...

Es impresionante , la cantidad de discípulos de Meinvielle , Castellani , Caponnetto que en pocos días se han pasado al modernismo , según acusaciones de varios de este blog …

Anónimo dijo...

SE CUMPLEN LAS PROFECIAS. Ver libro "PEDRUS ROMANUS" QUE PUBLICÓ EEUU.

Anónimo dijo...

Estos modernistas que pululan por aquí porque F ganó las "elecciones" seguro que a Benedicto no le daban ni la hora. Vienen a echarnos en cara que ahora ellos son los dueños de la iglesia van a imponer sus criteros y que van a hacer y deshacer a piaccere impunemente.

Anónimo dijo...

ay fray nelson....¡que cachafaz!
las cosas que hay que soportar de estos modernistas.

Anónimo dijo...

Gracias a Dios cuando vino a dar una charla al carmelo de Santa Fe no fui, es enfermante lo que dice en esa nota no quiero ni pensar lo que habrá sido esa conferencia.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 15:18, lo que dice es falso. Yo no soy "modernista", pero comento en este sitio mucho antes de que Benedicto XVI manifestara su decisión de abdicar. Y le cuento algo más, a Benedicto XVI, los que se hacen llamar "tradicionalistas" también le han tirado palos más de una vez, y varios hemos tenido que defenderlo.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 15:18,

Cuantos juicios temerarios y calumnias en tres lineas........

Anónimo dijo...

la peor es la suya 16:57

Anónimo dijo...

anónimo 16:33 si usted no es modernista entonces usted no está incluído en lo que comenté porque salta.

Anónimo dijo...

anónimo de las 16:57 juicio temerario es el suyo.

Anónimo dijo...

Muy simple, porque en muchas oportunidades me han llamado así, y se me ha acusado de la misma falacia que plantea Ud., aunque yo no me haga cargo de ese mote.

Anónimo dijo...

Mucha dialéctica parecida a la dialéctica marxista .....

Anónimo dijo...

si no se hace cargo para que responde, yo no lo conozco asi que no me incluya en su acusación, no salte si no es modernista, no sea quisquilloso.

Anónimo dijo...

passaggio della predicazione di Padre Cantalemessa davanti al Papa la sera del Venerdì Santo nella Basilica di San Pietro durante la Passione di N.S.G.C.
>
“Dobbiamo fare il possibile perché la Chiesa non divenga mai quel castello complicato e ingombro descritto da Kafka, e il messaggio possa uscire da essa libero e gioioso come quando iniziò la sua corsa. Sappiamo quali sono gli impedimenti che possono trattenere il messaggero: i muri divisori, a partire da quelli che separano le varie chiese cristiane (>quali?) tra di loro, l’eccesso di burocrazia, i >>residui di cerimoniali, leggi e controversie passate, divenuti ormai solo dei detriti“.(!!??)
http://blog.messainlatino.it/2013/04/la-predica-preoccupante-di-p.html#comment-form

Abbiamo visto il Papa fatto oggetto di violente contestazioni, vilipeso. Ma anche non rispettato dai suoi Vescovi, utilizzato dai suoi Cardinali come parafulmine per i loro errori. E sono proprio questi Cardinali ad aver eletto Bergoglio.
http://fidesetforma.blogspot.it/2013/03/60-anni-di-crisi-ma-la-crisi-dove.html

Marco (Italia)

Anónimo dijo...

Ok, anónimo de las 5:41, pero entonces Ud. no generalice y diga que quienes apoyamos al Papa somos modernistas, y "pululamos" porque "Francisco ganó las elecciones". Me parece una falta de respeto total.

Wolfgang dijo...

Los tradicionalistas solamente lo son en lo que les conviene, ya que en lo referente a la autoridad de la jerarquía eclesial, son mas modernistas que los ateos: libertad de consciencia y derecho de resistencia proclaman, supremacía de la conciencia sobre la fe...

Wolfgang dijo...

Los tradicionalistas solamente lo son en lo que les conviene, ya que en lo referente a la autoridad de la jerarquía eclesial, son mas modernistas que los ateos: libertad de consciencia y derecho de resistencia proclaman, supremacía de la conciencia sobre la fe...

Mariano dijo...

Los documentos de Caponnetto e Iraburu presentan una gran ramificación en temas y subtemas. Se trata, por otro lado, de una diatriba de cariz muy personal. Por último, se adscribe a uno a una tendencia muy determinada dentro de la Iglesia, y al otro, a otra para muchos opuesta, pero en cualquier caso diferente.
Me decepciona profundamente comprobar cómo, por estos motivos y por recelos de muy lejana data, el hecho es que la mayoría de los comentarios están siendo personales y cercanos al insulto, o bien parciales, como olvidando el tema vertebral: nada menos que la legitimidad de un Papa y temas conexos.
Lo advertí en mi comentario del 30 de marzo, pero no ha servido para nada. Insistí de muchas maneras en la alternativa ante la que estamos: o ceñirnos a lo esencial -y yo decía lo que me parecía esencial, unos puntos de teología del papado, empezando por la infalibilidad del Cónclave-, o desparramarnos en la multitud de los microtemas posibles, o degenerar lisa y llanamente en el insulto.
Y no soy quién para estos consejos, pero si yo fuera el administrador de esta página, suprimiría, sistemáticamente, cualquier comentario insultante. No sólo en nombre de la caridad -y es que de verdad hace subir los colores el pensar que puedan leer estos comentarios personas ajenas a la Iglesia-, sino también porque desaparecería por principio toda una línea de dispersión.
Señores, por favor: ¿Buscamos la verdad, o detalles de ésta? Skorka será quien sea, pero no es esencial aquí. Señores: ¿Buscamos la verdad, o darnos -nunca fue más fácil que con el anonimato de los blogs- cuchilladas en el vientre? ¿Somos cristianos, o seguimos la moral de las tabernas? Iría yo cogiendo comentario tras comentario, y diría: "Éste sólo quiere insultar", "a éste lo del Papa le trae sin cuidado", "éste parece que habla como portavoz de una facción", "estos 999 no se han leído los textos de Caponnetto e Iraburu"...
Ni espero que esto mejore. Saco mi lección. No volveré a esperar que la verdad se haga presente en un blog.
Volveré a los libros.

Mariano dijo...

http://soycurayhablodejesucristo.wordpress.com

Anónimo dijo...

PARA MARIANO

http://youtu.be/v9Z6PAaEa04

Anónimo dijo...

anónimo de las 16:44 porque no lee bien lo que escribí:

yo dije esto
Estos modernistas que pululan por aquí porque F ganó las "elecciones

no dije todos los que defienden a f son modernistas......

CUYANO dijo...

QUERÍA POR ESTE MEDIO SALUDAR Y REZAR POR ANTONIO. SUS ESCRITOS CALAN HONDO Y SON MUY CONTUNDENTES. OBVIAMENTE NO GUSTA EN SECTORES MODERNISTAS Y PAPÓLATRAS, PERO EN LOS QUE CONCEBIMOS LA CATOLICIDAD EN SU HISTORIA BIMILENARIA NOS SENTIMOS PLENAMENTE IDENTIFICADOS CON SU PRÉDICA.
QUE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA LO PROTEJA.
VIVA CRISTO REY........!!!!!!!!!

Wagner dijo...

Wolfgang A. Mozart, el único Wolfgang coherente que hay por acá.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

anónimo de las 13 52 quedate con tu circo

VATICANO
Cristina gestiona una reunión entre Tinelli y el Papa

Anónimo dijo...

anónimo de las 14 52 quedate con tu circo

VATICANO
Cristina gestiona una reunión entre Tinelli y el Papa

llamate vos a silencio con toda esta payasada progre



llevan toda la estulticia a Roma
pobres romanos.

Anónimo dijo...

http://youtu.be/JE2muDZksP4

LACRIMOSA DIES IRAE MOZART

ES LO QUE SE VIENE

SS dijo...

CC

Anónimo dijo...

Mucha tinta gastada. Dejen al Espíritu Santo obrar. Lo que está pasando es magnífico, es obra de Dios y ustedes nada podrán hacer por cambiar lo que Dios ha dispuesto que pasara. No pueden impedir que su poder avance contra su necedad y fariseísmo, como pasó con el poder de Jesús, con el Concilio II, y con Francisco, su parado y el AMOR del pueblo de Dios. Caponetto, llamate a silencio que te quedaste abajo del tren y del tiempo!!! Jesús quiere otra cosa de nosotros, que vos nunca entendiste.

Anónimo dijo...

LO QUE ESTÁ PASANDO NO CREO QUE SEA DEL ESPIRITU SANTO ES COSA HUMANA, DEJA DE REPETIR IDIOTECES ANÓNIMO.

Anónimo dijo...

QUE TREN DEL TIEMPO PARA DIOS QUE ES LA VERDAD NO HAY TIEMPO, DIOS NO SE MUDA, ATOLONDRADO.

Anónimo dijo...

ANÓNIMO LLAMATE A SILENCIO, ÑEÑEÑEÑE SOS UN ÑOÑO ATÓMICO.

catolico perplejo dijo...

al anonimo de 4 de abril de 2013 23:21 tenga cuidado que Cristo no le diga "aléjate de mí satanás, un tropiezo eres para mí, porque no sientes las cosas de Dios sino las de los hombres"

Anónimo dijo...

http://infocatolica.com/blog/reforma.php/1304050535-el-papa-francisco-y-algunos-m#comments.
Caponnetto – Iraburu. La Respuesta muy extensa del profesor Caponnetto me hace pensar que entendió mi artículo Papa-Apocalipsis como si fuera un ataque mío personal contra él. Pero mi escrito impugnaba su texto, no a su Autor. En realidad, yo contra él no tengo nada, pues no lo conozco personalmente. Y si es verdad que «los amigos de mis amigos son mis amigos», he de señalar que mis mejores amigos argentinos son amigos suyos, y siempre me han hablado de él con estima y afecto.

Por otra parte, si don Antonio Caponnetto viene años aguantado los ataques de los neo-modernistas, el ninguneo del oficialismo-buenista, y la hostilidad de filolefebvrianos, lefebvrianos y sedevacantistas, eso me demuestra que también «sus enemigos son mis enemigos». Lo cual me hace pensar que él y yo estamos en el mismo campo. Pero también es cierto que, en mis viajes a Argentina, leyendo a veces la revista Cabildo que él dirige, he visto que los modos que uno y otro tenemos de afirmar y defender la verdad católica difieren muy notablemente.

El presente escrito no es, pues, propiamente una Respuesta al profesor Caponnetto. Pretendo más bien llamar a algunos medios tradicionales a una aceptación plena, confiada y pacífica del nuevo Papa Francisco. Y empleo la palabra medios en doble sentido: medios de comunicación y medios de la Iglesia más tradicionales –grupos y congregaciones, familias y círculos–.

Anónimo dijo...

La comunicación de la verdad es un acto de caridad que ha de ser prudente. La prudencia, la más alta de las virtudes morales, gobierna el ejercicio concreto de todas las virtudes morales y teologales, incluida la caridad, la reina indiscutible de las virtudes. Una caridad ejercitada en forma imprudente puede ser nefasta. Una verdad dicha sin prudencia en unas concretas circunstancias puede causar graves daños a los oyentes o lectores. Y eso aunque sea verdad, o al menos así lo estime subjetivamente el que habla o escribe.

El Catecismo enseña que «el derecho a la comunicación de la verdad no es incondicional. Todos deben conformar su vida al precepto evangélico del amor fraterno. Esto exige, en situaciones concretas, estimar si conviene o no revelar la verdad a quien la pide» (2488). Y no es obligado dar la verdad a todos porque la pidan algunos. «El bien y la seguridad del prójimo, el respeto a la vida privada, el bien común, son suficientes para callar lo que no debe ser conocido, o para usar un lenguaje discreto. El deber de evitar el escándalo obliga con frecuencia a una estricta discreción» (2489). Aquí habría que recordar especialmente la doctrina moral cristiana sobre el scandalum pusillorum, que supongo conocida por mis lectores.

–Santo Tomás estudia si la corrección fraterna incumbe sólo a los prelados, y si es posible que alguien esté obligado a corregirlos (Summa Thlg. II-II, 33,3-4). Se refiere sobre todo a la corrección más o menos pública, no a la secreta, o con uno o dos testigos (Mt 18,15-17). Y distingue dos tipos de corrección. Como acto de justicia, la corrección es propia solamente de los superiores, que tienen potestad pastoral para amonestar e incluso castigar, si conviene. Como acto de caridad, que mira el bien del pecador y de la comunidad, incumbe especialmente a los pastores, pero también a los fieles laicos idóneos para ello. Citando a San Agustín, dice: «No os compadezcáis sólo de vosotros mismos, sino también de él [superior, prelado], que corre mayor peligro en cuanto que ocupa un puesto más alto. Y si la corrección fraterna es una obra de misericordia, también los superiores deben ser corregidos».

Pero en tal caso ha de realizarse con especialísima prudencia y discreción en el modo, pues los superiores necesitan especialmente la «buena fama» para procurar eficazmente el bien común de quienes les están encomendados. Una denuncia pública, por ejemplo, de ciertas culpas o deficiencias inculpables de los Obispos o del mismo Papa, si es desconsiderada en el modo, en la prudencia y en el respeto, puede ser gravemente dañina para quien la realiza, para los denunciados y para el bien común de la Iglesia.

–El Código de Derecho Canónico reconoce que los fieles «tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad comun y de la dignidad de las personas» (c. 212,3). Y ya conocemos el precioso discurso del Papa Pío XII sobre el valor de la opinión pública en la Iglesia (L’importance de la presse, 17-II-1950).

–Santa Catalina de Siena enseña maravillosamente la veneración que debemos tener al Papa, a los Obispos y a los sacerdotes. Ella conocía muy bien los males de la Iglesia de su tiempo, especialmente los que afectaban a muchos sacerdotes y a la misma Santa Sede de Roma, y mucho sufría por ellos. En el Diálogo (1378), Jesús, en una ocasión, le recuerda que su sangre ofrecida en sacrificio «abrió la vida eterna», y que a Simón le dijo: «Pedro, te doy las llaves del reino de los cielos» (Mt 16,19)." Padre Iraburu en info catolica

Anónimo dijo...

Muy poco claro lo del P. Iraburu

Anónimo dijo...

Lo del Padre Iraburu es para los derechos y simples ...., los torcidos no pueden entender .... ni eso y ni muchas otras cosas ...

Anónimo dijo...

Lo del Padre Iraburu es para los izquierdos y complejos ...., los derechos no pueden entender .... ni eso y ni muchas otras cosas ...

Anónimo dijo...

20:46 simplemente jajaj

Anónimo dijo...

Iraburienses vayanse tranquilos con su padrecito y sus notas retóricas y densas. No creo que aca alguien las lea.

Déjense de molestar, aca leemos cosas interesantes y substanciosas, no necesitamos sus notitas.

Anónimo dijo...

NO ESTOY SEGUR SI SANTA CATALINA VENERARÍA A ESE QUE ESTÁ HOY EN DÍA EN EL LUGAR DE PEDRO.

Anónimo dijo...

«¿A quién dejó las llaves de esta sangre? Al glorioso apóstol San Pedro y a los demás que han venido y vendrán hasta el último día del juicio. Ellos tienen y tendrán la misma autoridad que Pedro. Por ningún defecto suyo se aminora esa autoridad, ni se quita la perfección a la sangre ni a ningún sacramento… De modo que Cristo en la tierra [el Papa] tiene la llave de la sangre; para darte a entender cuánta reverencia deben tener los seglares a estos ministros, sean buenos o malos, y cuánto me desagrada la falta de reverencia a ellos… No deben ser ofendidos, porque ofendiéndoles me ofenden a mí… Y nadie se puede disculpar diciendo: “yo no hago injuria ni soy rebelde contra la Iglesia, sino que actúo contra los defectos de los malos pastores”. Ese tal miente… Yo los castigaré; no deben hacerlo ellos…

«Duélete, hija queridísima, infinitamente de ver tanta ceguera y miseria de los que, como tú, están lavados en la sangre y se nutrieron y crecieron con esa sangre a los pechos de la santa Iglesia. Ahora, como rebeldes, por temor y con el pretexto de corregir los vicios de mis ministros, se han apartado de estos pechos. Esto debe causarte terror a ti y a los demás servidores míos» (Diálogo 115-117).

Anónimo dijo...

Anonimo del 6 de abril .. 21:02

Ud. no a leído lo del Padre Iraburu , pero tampoco a leído lo del Profesor Caponnetto......

Anónimo dijo...

Señora M. Virginia O. de Gristelli gracias por su nota que ayudo a muchos .. no haga caso de Mario Caponetto que no es quien para mandar a callar a nadie. En todo caso. si el esta amargado o sin fe.. que se calle el. Dios la bendiga. muchas personas estan animadas por su carta


Anónimo dijo...

EL PRIMERO EN NO RESPETAR LA INVESTIDURA PAPAL ES EL MISMO QUE LA PORTA. EL SE TENDRÍA QUE DOLER DE COMO DEJARON LA IGLESIA, NO TRAIGAN A COLACIÓN ESAS FRASES QUE ESTÁN FUERA DE CONTEXTO, SON OTROS TIEMPOS.

ELLOS PUEDEN DECIR CUALQUIER BARBARIDAD ENTRE OTRAS QUE LOS DOGMAS EVOLUCIONAN Y NOSOTROS ¿DEBEMOS CALLAR?
NO SEÑORA,SEA USTED QUIÉN SEA.

Anónimo dijo...

POBRECITO DE EL SI DESPERDICIA LA SANGRE DE LAS LLAVES. EL NO PUEDE HACER LO QUE SE LE OCURRE CON ESA SANGRE Y CON SU PODER O POTESTAD.

Anónimo dijo...

El mejor ejemplo al hecho de que satanás anda echando su humeante maleficio dentro de la Iglesia, es la discordia que todos textos muestran. Pareciera que coexistimos en una nueva Babel. Cada uno quiere tener razón, tan sólo uno o dos no dan por sentada como certeza su opinión. Muchas de ellas se dejan llevar por la erudición tal vez aparente,"Yo te bendigo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las ha revelado a la gente sencilla" (v. 25-26). Por otra parte, la "gente sencilla" no es aquella que hace ostentación de humildad. "Algunos no entienden bien este sentido: son las personas que se apegan a la penitencia y a los ejercicios externos a los que dan importancia porque se buscan en ellos a sí mismas. ¡Que Dios se apiade de ellas por tener un conocimiento tan pobre de la Verdad divina! A estas personas les llaman santas por las apariencias externas, pero interiormente son asnos, porque no saben discernir el sentido profundo de la Verdad Divina" (Meister Eckhart: El Sermón del Hombre Pobre). Por lo tanto, oremos los unos por los otros, no nos creamos sabios, no nos sintamos heridos (en nuestro orgullo), dejemos a un lado el EGO, sin que todo ello signifique que callemos ante los signos de los tiempos, pidiendo al Espíritu Santo nos guíe para expresarnos con mayor delicadeza y antes de hacer interpretaciones observar los hechos, mirar la higuera, las nubes en el cielo, atento a las señales, no para "sacarnos el cuero", orando a Dios Padre (ABBA), para estar despiertos con suficiente aceite en nuestras lámparas en esta oscuridad sin adelantarnos a los tiempos, sin caer en la trampa que satanás nos prepara. Sin creernos dueños de la verdad, orando para que no actuemos notros sino Cristo en nosotros y sea Él quien nos mueva. Pleno domino de emociones, sentimientos y pensamientos bajo la santa Conciencia por Gracia del Espíritu Santo. Amen. Guillermo Cajas

Anónimo dijo...

Los que saben dicen que el aceite de las lámparas es la Caridad.
¿porque será que ese aceite no lo quisieron compartir las vírgenes prudentes de la parábola con las necias?

Anónimo dijo...

La lámpara es la vida, el aceite es la caridad, relativa al don del Amor divino que fluye por nosotros por gracia del Espíritu Santo. Podemos tener caridad cuando utilizamos las palabras menos hirientes para corregir al prójimo. Caridad si contestamos con la misma atención y cariño a nuestros ancianos padres que a cada rato repite las mismas preguntas o la atención sin variar cuando escuchamos la historia repetida mil veces. Hay millares de oportunidades de salirnos del mundo y acumular aceite en nuestra lámpara. Mantenernos vírgenes, puros, manteniendo correcta conciencia manteniendo pleno dominio sobre lo que pensamos, decimos y hacemos... no basta, aunque ayuda, debemos incluir caridad suficiente, amor sobrenatural.

Mariano dijo...

Quiero dar las gracias a "Anónimo" del día 9 a las 2,02 (Guillermo Cajas), porque tiene toda la razón. Tenemos delante un problema gravísimo, como es que se nos plantea la legitimidad del Papa, con otros interrogantes conexos, y la chusma se dedica a creer en su opinión más que en Dios, a administrar navajazos al comentarista anterior o a hacer chistes de estupidísimo gusto. Aquí no hay amor a la verdad. Aquí lo del Papa importa a pocos. Aquí no hay cristianismo.
Hay excepciones honrosas; por lo demás, los inteligentes no hacen lo que hacemos la chusma y yo: seguir este absurdo como si sirviera para algo.
En cualquier caso, si a alguien le interesa -doy por supuesto que no-, yo, después de estudiar el tema punto por punto, y basándome en los documentos de Caponnetto e Iraburu, que muy pocos más se han leído, he dejado mis conclusiones en un comentario del 8 de abril al artículo "El Padre Iraburu responde a Caponnetto". La chusma me ha contestado que me vaya a hacer acupuntura con un chino que por lo que se ve se la practicaba al Card. Begoglio. ¿Qué se puede esperar?

Anónimo dijo...

Mariano vaya a hacerse la víctima a otro lado.

Mariano dijo...

TÍTERES EN EL AMBÓN

¿Lo ven? ¿Qué decía yo (19 de abril)? "Navajazos al comentarista anterior, chistes de estupidísimo gusto" (no debí usar un calificativo tan duro), "lo del Papa importa a pocos". Inmediatamente se me contesta: "Mariano [no anda bien provisto de comas el amigo] vaya a hacerse la víctima a otro lado". Y del Papa, ni palabra. En lugar de un debate que crece empeñoso hacia la consecución de la verdad, esto es una vulgar reyerta de arrieros. Y de todos los personajes, el Papa, que es nuestro tema, es personaje de quinta o sexta importancia para muchísimos de los que participan (y no deberían participar).

Perdonadísimo y querido anónimo: no hables de mí; habla del Papa.
Y hazlo con argumentos. Si no los tienes, tu deber es callar.
Quien hace lo que tú acabas de hacer es como quien se cuela en el ambón mientras el rey está pronuniando su discurso, y emplea el tal ambón para presentar una función de títeres.
Y no es ni el lugar ni el momento.

Anónimo dijo...

Aquí se le han dado argumentos de peso suficientes pero usted está encriptado en su trinchera y no quiere salir de ella, asi que ni modo. No se haga la víctima que no lo es.

tomás dijo...

Caponnetto pese a que sabe que Bergoglio difunde herejías y los "papas" modernistas anteriores lo han hecho los reconoce como verdaderos Papas.
Con ello Caponnetto niega la enseñanza dogmática de la Iglesia que define que un Papa no puede caer en herejía y un hereje no puede ser Papa.

Igualmente rechaza algunas de sus enseñanzas y decisiones pese a reconocerlos como Papas, lo cual es una negación del Primado de Pedro.

Caponnetto, como los lefebvrianos y todos los linea media, tiene una noción herética del Papado.

Jose Pacheco dijo...

Demasiadas palabras, demasiada vanidad, demasiada ociosidad.
Oración, ayuno, penitencia, confesión, comunión,Santo rosario, adoración ante el Santísimo......contemplación y silencio, mucho silencio
Dios se revela a los humildes. Contemplemos a Jesús en su pobreza, humildad, sencillez. Jesús que se conmueve, que llora, que se compadece. Jesús que entra a la ciudad montado en un burrito, Jesús que se conmueve aún en el extremo del sufrimiento de la cruz.
Que Jesús nos haga mansos y humildes.