miércoles, 28 de noviembre de 2012

Mons. Lozano aprueba la profanación


Está de acuerdo con la celebración de cultos falsos
en la catedral de Buenos Aires


Bergoglio y Skorka, amigos todo terreno.

El Diario Argentino de Gualeguaychú ha publicado el pasado 24 de Noviembre un artículo del Obispo de esa ciudad, que escribe como columnista invitado, en el cual Mons. Jorge E. Lozano se refiere al último estallido del permanente conflicto de Gaza.

Ya desde el título de la nota, "Juguetes rotos en Gaza", Mons. Lozano denuncia, a su modo, las crueldades cometidas por Israel. Luego de lo cual quizá se crea con derecho a decir "he denunciado lo que pasa, he salido en defensa de los más débiles".

Pero en realidad no es más que una descripción de los hechos que evita señalar las causas del conflicto y denunciar a los responsables; pues él mismo dice: "Muchos queremos la paz pero los responsables de instalarla en Gaza parecen ocupados en otros quehaceres", como si conociera de quienes habla. ¿No le da a Monseñor el cuero para denunciar a los mismos que luego los acompañan en los aquelarres Litúrgicos? 

¿No se da cuenta de que hay una injusticia flagrante en ese lugar que se ha generado por la expulsión de sus centenarios dueños? ¿O acaso está bien encerrar en una lonja de tierra un millón y medio de personas y luego esperar que no haya problemas?

El Obispo menciona en su columna el deseo de Paz. Pero ya enseñó San Agustín que la Paz es la tranquilidad en el orden; el reposo que se obtiene cuando cada uno ocupa el lugar que le corresponde, y ve reconocido lo que le pertenece.

Por eso la frase de Pablo VI que tanto mentan estos días: “Todo se pierde con la guerra. Todo se gana con la paz.”, es un aforismo infeliz pues, en ocasiones, el caballero cristiano está obligado a hacer la guerra para restablecer la Justicia y lograr la Paz.

Todo lo no dicho por Mons. Lozano en su artículo queda opacado por la aprobación que da a la infaustísima y gravísima profanación de la catedral, promovida por su mentor el Cardenal Bergoglio; quien no conforme con haberse prestado a instalar un culto masónico en el lugar santo el 12 de Noviembre pasado, invitó el miércoles 21 del mismo mes a "referentes de diversas confesiones religiosas en la Catedral de Buenos Aires. Cada uno, en su propia fe oró -algunos con cantos- y se comprometió en la búsqueda de la paz".

Por eso la frase final de su artículo en la que llama a rezar en todos los idiomas por la paz, podría ser vista como una reafirmación sintética del sincretismo religioso que estos progresistas sin remedio impulsan, con traición a la Verdad y desdén por la salvación de las almas.

Como dijo irónicamente el padre Leonardo Castellani en una carta enviada a sus superiores de la Compañía de Jesús que lo perseguían cruelmente: "Si Jesucristo existe... pobre de Lozano y Bergoglio si Cristo existe realmente".





“Y cada vez hay menos paz”.
La isla de la buena memoria, de Alejandro Lerner.

Por Monseñor Jorge. E. Lozano

La violencia de la guerra es destructiva. La garra de la muerte derriba edificios públicos, escuelas, casas... y a quienes están dentro. Ancianos, niños, jóvenes, adultos, varones, mujeres... No discrimina por edades o credos.
Ha ido creciendo desde hace unos días la tensión y la violencia en Oriente Medio. La reciente tregua aporta alivio temporalmente mientras las soluciones definitivas parecen estar lejos. En estos días centré mi atención especialmente en los niños de Gaza para rezar por ellos.

Muchos niños murieron sin conocer la paz y la justicia. Otros quedarán mutilados, como para tener una huella permanente en su cuerpo del horror de los misiles. Están también quienes quedaron huérfanos al cuidado de vecinos o familiares. Es común que los niños tengan miedo a la oscuridad o las tormentas. Pero no es natural que en ellos se instale el miedo a jugar afuera o estar bajo techo, miedo a no saber si papá regresará del trabajo o mamá de hacer alguna compra.

En las calles de Gaza hay miedo y desamparo. El llanto de los niños es el resultado de la locura y necedad de los adultos. Casi podría escucharlos.

Imágenes de los diarios, la televisión, Internet nos acercan la crueldad, la brutalidad, el sinsentido, el desprecio a la dignidad humana.

Es difícil rezar allí. En esta semana se publicó un artículo en un diario de tirada nacional con el testimonio de un sacerdote y dos religiosas argentinos que están viviendo en la única Parroquia católica sirviendo en la fe a ese pueblo. Celebran misa fuera del Templo por temor a los bombardeos, tuvieron que suspender las clases del colegio parroquial y todas las actividades pastorales. Hasta rezar se hace difícil.

La gente no quiere salir de sus casas y se hace complicado brindar acompañamiento a las familias que sufren por la muerte. Otros están abrumados por el pánico que provocan los estruendos, algunos más cercanos que otros. La diplomacia mundial choca con intereses políticos internos y económicos globales. Muchos queremos la paz pero los responsables de instalarla en Gaza parecen ocupados en otros quehaceres.

Hoy celebramos en la Iglesia la solemnidad de Cristo Rey del Universo. En las tierras por donde Jesús anduvo predicando hace falta insistir en la Buena Noticia del Evangelio: “Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5, 9).

El miércoles pasado se encontraron para rezar por la paz, referentes de diversas confesiones religiosas en la Catedral de Buenos Aires. Cada uno, en su propia fe oró -algunos con cantos- y se comprometió en la búsqueda de la paz. “Todo se pierde con la guerra. Todo se gana con la paz.” Esta frase le pertenece a Pablo VI y la llevó a la oración interreligiosa el cardenal Bergoglio. Te invito a sumarte en esta oración.

Paz, Hetep, Peace, Paix, Kapayapaan, Pace, Salam, Shalom, Pax, Pyguapy… En todos los idiomas y con todas las letras. Es urgente nuestra oración y compromiso.


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10 comentarios:

Memoria dijo...

Al Sr. administrador de la Página: con todo respeto, estas noticias son indigeribles. Humildemente, para aquellos que somos lectores cotidianos, sugiero que intercale otras donde la Iglesia de Cristo, viva y militante esté reflejada verdaderamente.
Dios lo bendiga.

JANUA COELI-PUERTA DEL CIELO CENTRO DE APOSTOLADO CATÒLICO dijo...

Este asunto de "traidores a la tradición católica" seguirán saliendose con la suya . Bien sabemos que existen cardenales, obispos y curas al servicio de la sinagoga de satanás . La masonería infiltrada en la Iglesia de Dios como se dio cuenta pero demasiado tarde Paulo VI con su histórico pronunciamiento posconciliar " por una grieta ha entrado el humo de satanás en el templo de Dios". Todo esta amalgama de maldades y iniquidades solo provocaremos la Santa Ira de Dios . Roguemos a la siempre Virgen María es Ella que pisará la cabeza de los militantes de la escuadra y el compás.

Anónimo dijo...

No me sorprende en nada lo de "Monseñor Nosano", ama la revolución francesa, ama los sionistas, ama los curas sin sotanas y ama las misas a puro rock.
No me molesta,que el administrador de la pagina muestre lo que sufrimos las diócesis del interior; lo que si me molesta es que los diarios publiquen las gansadas de este sujeto devenido en obispo y pensar que con esa tilinguería barata estuvo en el sínodo. Dominus Vobiscum.

Página Católica dijo...

Querido Memoria:
Es problema es el tiempo. Por el momento levante el ánimo con la prédica dominical del padre Sáenz que es una buena noticia. Le prometo seguir con el Congreso Eucarístico del 34 que tenemos sin concluir. Y algunas otras cosas mejores que las que nos afligen en estos últimos días.
Saludos.

Anónimo dijo...

Sí, me uno al comentario de Memoria... intento seguir todas las entradas, pero la mayoría amarga más que edifica. No digo que deba uno hacer lo del avestruz ante estas atrocidades, pero quisiera uno tener descanso en una página católica; aunque no sea de buenas noticias, a falta de ellas podrían publicar sana doctrina (un ejemplo, lo que hacen con el padre Sáenz).
Por lo demás, mis felicitaciones en su continuo uso de este medio.

Anónimo dijo...

Pars I
Espero que tengan paciencia, vale la pena.
+++
LA CONJURA DE LA ALTA VENTA DE LOS CARBONARIOS
Henos aquí, en nuestro breve bosquejo histórico del liberalismo católico, en las vísperas del Concilio Vaticano II. Pero antes de analizar la victoria ganada por el liberalismo en el Concilio, querría retroceder para mostraros que la penetración del liberalismo en toda la jerarquía y hasta en el mismo papado, que era impensable hace dos siglos, fue sin embargo, pensada, predicha y organizada desde principios de siglo pasado por la francmasonería. Bastará con reproducir los documentos que prueban la existencia de esa intriga contra la Iglesia, de ese "atentado supremo" contra el papado.
Los papeles secretos de la Alta Venta de los Carbonarios que cayeron en manos del Papa Gregorio XVI, abarcan el período de 1820 a 1846. Fueron publicados a pedido del Papa Pío IX, por Crétineau-Joly en su obra "La Iglesia romana y la revolución” (1). Y por el Breve de aprobación del 25 de febrero de 1861 dirigido al autor, Pío IX confirma la autenticidad de sus documentos pero no permitió que se divulgaran los verdaderos nombres de los miembros de la Alta Venta implicados en esta correspondencia. Estas cartas son absolutamente pavorosas, y si los Papas pidieron que se publicaran, fue para que los fieles sepan de la conjuración contra la Iglesia urdida por las sociedades secretas, conozcan su plan y estén prevenidos contra su eventual realización. Ya no digo más, pero con temblor se leen éstas líneas. No invento nada, no hago sino leer, pero no es un misterio que hoy día ellas se cumplen. ¡No os oculto que aún sus proyectos más audaces son aventajados por la realidad actual! Leamos, pues. Sólo subrayaré lo que más nos debe impresionar.
"El Papa, cualquiera que sea, jamás vendrá a las sociedades secretas: a ellas corresponde dar el primer paso hacia la Iglesia para vencer a ambos.
El trabajo que vamos a emprender no es obra de un día, ni de un mes, ni de un año; puede durar varios años, quizás un siglo; pero en nuestras filas el soldado muere y el combate continúa.
No queremos ganar a los Papas para nuestra causa, hacerlos neófitos de nuestros principios, propagadores de nuestras ideas. Sería un sueño ridículo. Cualquiera sea el giro de los acontecimientos, el hecho de que cardenales o prelados, por ejemplo, hayan entrado de pleno grado o por sorpresa en una parte de nuestros secretos, no es en absoluto un motivo para desear su elevación a la Cátedra de Pedro. Esta elevación nos perdería. Sólo la ambición los habría conducido a la apostasía y la necesidad del poder los forzaría a inmolarnos. Lo que debemos pedir, lo que debemos buscar y esperar como los judíos esperan el Mesías, es un papa según nuestras necesidades (...).
Así marcharemos con más seguridad al asalto de la Iglesia que con los liberarales de nuestros hermanos de Francia y el mismo oro de Inglaterra. ¿Queréis saber la razón? Es que con ello, para destrozar la roca sobre la que Dios construyó su Iglesia, ya no necesitamos el vinagre anibalino, ni la pólvora del cañón; ya no necesitamos ni siquiera nuestros brazos. Tenemos el dedo meñique del sucesor de Pedro comprometido en la conju ra, y ese dedo vale en esta cruzada más que todos los Urbano II y todos los San Bernardo de la Cristiandad.
(SIGUE)

Anónimo dijo...

Pars II

No dudamos que llegaremos a ese término supremo de nuestros esfuerzos, pero ¿cuándo y cómo? La incógnita no se devela aún. Sin embargo, como nada debe apartarnos del plan trazado sino por el contrario todo debe tender a él como si ya desde mañana el éxito viniera a coronar la obra apenas esbozada, queremos en esta instrucción que para los simples iniciados permanecerá secreta, dar a los encargados de la Venta Suprema, consejos que deberán inculcar a la universalidad de los hermanos, en forma de enseñanza, o de memorandum (...).
Ahora bien, para asegurarnos un Papa de las debidas proporciones, se trata primero de labrar a ese papa una generación digna del reino que soñamos. Dejad de lado la vejez y la edad madura; dirigios a la juventud y, si es posible, aún a la infancia (...) os ganaréis sin mucho esfuerzo una reputación de buen católico y de patriota sin doblez.
Esta reputación hará llegar nuestras doctrinas tanto al seno del joven clero, como al fondo de los conventos. Dentro de algunos años forzosamente este clero joven habrá invadido todas las funciones. Será el quien gobierne, administre, juzgue, forme el consejo del soberano, y será el llamado a elegir el Pontífice que tendrá que reinar, y este pontífice, como la mayor parte de sus contemporáneos, estará necesariamente más o menos imbuido de los principios italianos y humanitarios que comenzaremos a poner en circulación. Es un granito de mostaza que confiamos a la tierra; pero el sol de las justicias lo hará crecer hasta el más alto poder, y un día veréis qué mies abundante producirá este granito.
En la ruta que trazamos a nuestros hermanos, hay grandes obstáculos que deberemos vencer, muchos tipos de dificultades que superar. Triunfaremos gracias a la experiencia y la perspicacia; pero la meta es tan espléndida que es preciso izar todas las velas al viento para alcanzarla. Si queréis establecer el reino de los elegidos sobre el trono de la prostituta de Babilonia, que el clero marche bajo vuestro estandarte, creyendo ir siempre tras las bandera de las llaves apostólicas. Si queréis hacer desaparecer el último vestigio de los tiranos y los opresores, echad vuestras redes como Simón Bariona; echadlas en el fondo de las sacristías, de los seminarios y de los conventos más que en el fondo del mar; y si no os apuráis, os prometemos una pesca más milagrosa que la suya. El pescador de peces se convirtió en pescador de hombres; vosotros os rodearéis de amigos junto a la Cátedra Apostólica. Vosotros habréis predicado una revolución por la tiara y la capa, marchando con la cruz y el estandarte, una revolución que no tendrá necesidad más que de una chispa para incendiar las cuatro esquinas del mundo". (2)

He aquí aún un extracto de una carta de "Nubius" a "Volpe", del 3 de abril de 1824:
(SIGUE)

Anónimo dijo...

Pars III

"Se ha puesto sobre nuestros hombros una pesada carga, querido Volpe. Debemos hacer inmoral la educación de la Iglesia y llegar por medios pequeños, bien graduados aunque bastante mal definidos, al triunfo de la idea revolucionaria gracias a un papa. En este proyecto, que siempre me ha parecido sobrehumano, marchamos aún tanteando (...) (3)
"¡Plan sobrehumano" dice Nubius, y quiere decir plan diabólico! ya que es planear la subversión de la Iglesia por medio de un mismo Jefe, lo que Mons. Delassus4 llama el atentado supremo porque no se puede imaginar nada tan subversivo para la Iglesia como un Papa seducido por las ideas liberales, un Papa que utilice las llaves de San Pedro al servició de la contra-Iglesia. Ahora bien ¿no es acaso lo que vivimos actualmente desde el Vaticano II, desde el nuevo Derecho Canónico? ¡Con este falso ecumenismo y esta falsa libertad religiosa promulgados en el Vaticano II y aplicados por los Papas con fría perseverancia, a pesar de todas las ruinas que han provocado desde hace más de veinte años!
Sin que se haya comprometido la infalibilidad del Magisterio de la Iglesia, incluso quizás sin que jamás haya sido sostenida una herejía propiamente dicha, asistimos a la Auto demolición sistematica de la Iglesia. Auto demolición es una palabra de Pablo VI, que implícitamente denunciaba al verdadero culpable, pues ¿quién puede "auto demoler" la Iglesia sino aquél cuya misión es mantenerla en la roca firme?... ¡Y qué ácido tan eficaz para disolver la roca como el espíritu liberal que penetra al mismo sucesor de Pedro! ¡Este plan es de inspiración diabólica y de realización diabólica! No sólo lo han revelado los enemigos de la Iglesia, sino también los Papas lo han develado y predicho. Es lo que veremos en el próximo capítulo.

NOTAS:
(1) (Vol. 2, Ed. original, 1859; reimpreso por el Círculo del Renacimiento francés, Paris, 1976. Mons. Delassus reprodujo de nuevo sus documentos en su obra "La conjuración anticristiana" DDB, 1910, T III p. 1035-1092).
(2) Instrucción permanente de 1820, op. cit., p. 82-90. 3 (Op. cit. p. 129).
(3) ("El problema de la hora presente", DDB, 1904, T.I, p. 195).

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Extraído de "Carta abierta a los católicos perplejos". Monseñor Marcel Lefevbre.

D

Anónimo dijo...

Leyendo el artículo de Monseñor LOZANO, diría que no me extrañan éstas cosas de ésta jerarquía. Tan solo observando el silencio de la Iglesia Argentina con relación a la sanción de la ley del aborto, o los silencios que guardan cada vez que los gay, lesbianas y transexuales se reúnen junto con los pro abortistas en la Plaza de Mayo, así como las marchas que se hacen en cada lugar del interior del país donde agravian e insultan a nuestra fé, no me extraña en absoluto que se liciten los altares laterales de la Catedral, en una comunión ecuménica con las restantes religiones.
Hay confusión en la Iglesia, porque hay confusión y traición a Cristo en nuestra jerarquía eclesiástica.

C. dijo...

Con respecto al comentario del usuario Anónimo de las 14:12, adjunto el link a una nota sobre un documento de la 104° Asamblea Plenaria del Episcopado.

http://www.ambito.com/noticia.asp?id=665256

Hay que diferenciar. Una cosa es que los obispos no digan ni hagan nada, y otra cosa es que uno no esté de acuerdo con lo que hacen y dicen, y preferiría que hicieran o dijeran otra cosa... Saludos, C.