viernes, 30 de noviembre de 2012

La Misa Tradicional se abre camino


Solemne Pontifical del Cardenal Burke

en el Santuario de Montenero, Livorno



¡Vea el video al final de este post!


"El Modo Extraordinario manifiesta más concreta y fuertemente la sacralidad del Rito por el cual, el mismo Cristo desciende desde el cielo hasta el altar, para hacer presente el sacrificio que efectuó en el Calvario". (Cardenal Raymond Burke)

Algunos lectores nos reclaman buenas noticias; he aquí una:

Después de 40 y tantos años, y al final de la V Peregrinación Tradicionalista Toscana que partió desde la Plaza de las Carrozas, un cardenal de la Iglesia Católica celebró un Solemne Pontifical según el Modo Extraordinario del Rito Romano, en el Santuario de Nuestra Señora de la Gracia, emplazado en las colinas de Montenero, Livorno, Italia.

El Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica (La Corte Suprema de Justicia de la Iglesia), Cardenal Raymond Burke, dialogó con un periodista en la puerta del santuario donde luego celebraría la Santa Misa, en la mañana del pasado Sábado 22 de Septiembre:

Cardenal Raymond Burke

Periodista: Su eminencia, ¿cuál es el significado de su presencia en Liborno?

Cardendel Burke: Vengo en peregrinación a implorar la ayuda de Nuestra Señora de la Gracia a este lugar sagrado desde siglos ha; y para celebrar la Misa en el Modo Extraordinario, según lo ha dispuesto el Santo Padre para la renovación de la vida litúrgica de la Iglesia.

Periodista: ¿Por qué celebrar la Misa en el Rito Romano Antiguo?

Cardendel BurkePara que podamos entender más fácilmente la unidad orgánica de la tradición litúrgica; de modo que veamos más claramente que la Misa en el Modo Ordinario proviene de la forma Extraordinaria, vigente por muchos siglos. 

Periodista: ¿Qué puede aportarle al hombre de hoy una tradición como esta?

Cardendel BurkeComo dijo el Santo Padre en la carta con que acompañó el Motu Proprio Summorum Pontificum, el Modo Extraordinario manifiesta más concreta y fuertemente la sacralidad del Rito por el cual, el mismo Cristo desciende desde el cielo hasta el altar, para hacer presente el sacrificio que efectuó en el Calvario.

El clero que se ha encargado de esta celebración, procede mayormente del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote, presente en la diócesis desde hace dos años por pedido de su Obispo Mons. Simone Giusti, para asegurar las confesiones en la Catedral, y la santa misa tradicional en la Iglesia de Santa Julia, cerca del Duomo de la ciudad.
Mons Giusti les ha cedido la villa del Seminario, desde la que desarrollan su apostolado especialmente entre los jóvenes.

El Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote ha hecho suyos los carismas de sus santos patronos: San Benito, Santo Tomás de Aquino y San Francisco de Sales. San Benito les marca la importancia que han de dar a la oración y al culto divino; Santo Tomás de Aquino les señala la principalía del estudio de la Verdadera Doctrina Católica y del Magisterio de la Iglesia; y San Francisco de Sales les indica el alma de todo lo anterior: el amor de Dios.

Preguntado en esta ocasión acerca de la falta de vocaciones, el prior general y superior del Instituto dijo que les falta lugar para aceptar los postulantes que tienen, y que los jóvenes cuando deciden entregarse a Dios, deben responder seriamente a su llamado. Recordemos que este Instituto tiene la Misa Tradicional como propia.

A la Tradición le sobran vocaciones

Esta celebración fue organizada por el Cordinamento Toscano Benedetto XVI, asociación que tiene como fin difundir la Misa Tradicional y bregar para que el Motu Proprio Summorum Pontificum sea aceptado sin objeciones.


Solemne Pontifical en el Santuario de Montenero




¡Por favor, deje su comentario!

8 comentarios:

Jeremías Pastor dijo...

Pequeño comentario:

A mi entender el cardenal encierra, en sus respuestas al periodista, varias ambiguedades, que si no se aclaran, podrían ser muy peligrosas.

En primer lugar porque pone a la misma altura ambas misas, aunque el cardenal diga que la misa de SIEMPRE "manifiesta más concreta y fuertemente la sacralidad del Rito por el cual, el mismo Cristo desciende desde el cielo hasta el altar, para hacer presente el sacrificio que efectuó en el Calvario". Es decir, solamente habría una diferencia de "manifestar algo" un poco mejor. Por lo tanto, salvo esa pequeña diferencia, ambas misas son lo "mismo".

En segundo lugar, el cardenal dice:
"la Misa en el Modo Ordinario proviene de la forma Extraordinaria". Esto también es ambiguo, y por dos motivos. Primero porque entre la misa de SIEMPRE y la misa nueva hay una diferencia tal, como la que hay entre una obra de Dios y la obra hecha por un hombre. La misa Tradicional es una obra de Dios. La gran mayoría de sus oraciones provienen directamente de tradición apostólica. La misa tradicional tal como se la conoce ahora, existía ya del mismo modo, salvo pequeñas excepciones, en la época de San Gregorio Magno. Y el segundo motivo, relacionado con el primero, es que cómo se puede decir que la misa nueva proviene de la de SIEMPRE, si ya solo comparándolas exteriormente nos damos cuenta de que la diferencia es enorme, y ni que hablar de las horrorosas oraciones que tiene el nuevo misal. La misa nueva es una obra hecha por los hombres y no por Dios. La misa nueva es peligrosa para la fe, por sus errores y ambiguedades.

Por eso, a mi juicio, hay que tener mucho cuidado con ciertas declaraciones, que pueden ser malinterpretadas y peligrosas si no se tiene una buena formación.

Memoria dijo...

Sr. Jeremías Pastor: la Misa que usted llama de SIEMPRE en realidad no fue de SIEMPRE, sino de una etapa de la historia, quizás la más gloriosa de la Iglesia. Si tuviésemos la máquina del tiempo viajaríamos al siglo I, o al IV, o al VII y habría realmente que ver cómo era la liturgia. Claro que esto no quita que sea un rito bello, atrayente, místico. Pero no llamemos SIEMPRE a lo que no fue SIEMPRE (DEJANDO A SALVO EL cANON POR SUPUESTO).

Jeremías Pastor dijo...

Al querido "Memoria":

Acabo de leer su comentario. En breve le dejaré una respuesta, debido a mi falta de tiempo.

Pero por el momento le pregunto: Cuando usted dice que "no llamemos siempre a lo que no es de siempre", usted inmediatamente aclara que "hay que dejar a salvo el Canon".

Si entiendo bien, usted, con el paréntesis, quiere dejar en claro que el Canon de la Misa Tradicional sí es de Siempre. Ahora, como el Canon de la misa es el centro de la misa, ya que en el canon, se pronuncian las palabras de la consagración, con las cuales se realiza la transubstanciación, y por ende, el sacrificio incruento de Nuestro Señor Jesucristo; entonces: ¿no se podría decir que la Misa es de Siempre? Porque si el Canon, donde se realizan los sagrados misterios, es de siempre, sí se podría decir que la misa es de siempre. Porque si lo principal (el canon) es de siempre, entonces la misa es de siempre.

Igualmente pretendo aclarar algunas cosas en otro comentario.

Fernando R. dijo...

La Misa Tradicional debería ser rezada más a menudo, para ilustración de los que no la conocen, y para renovado deleite de los que sí la conocimos en nuestra juventud. Además de todos los valores que se enuncian en esta nota, está el de poder seguir la Santa Misa en cualquier país, lo que no ocurre cuando se utiliza la lengua vernácula. Claro que me permito una duda: ¿cuántos sacerdotes y obispos están preparados para ello?

Anónimo dijo...

Y si los dos ritos son tan válidos como dicen algunos

¿porque REPRIMIERON de tal forma el rito tridentino que lo hicieron desaparecer?

Anónimo dijo...

Lo reprimieron, querido amig@, porque a una nueva religión como la surgida del CV II correspondía una nueva liturgia y una nueva teología. Eso es lo que pasó.
Atte..
D

C. dijo...

Ah bueno D, no solo ve "otra" Iglesia, sino también "otra" religión? No será mucho? Cuánta cerrazón, por favor... Saludos, C.

Jeremías Pastor dijo...

Al querido Memoria:

Te dejo la respuesta que te debía, y espero que sea de tu agrado.

La cuestión trataba de que si la misa tradicional es o no la de siempre.

Comienzo con la siguiente analogía: La misa es como un diamante en bruto que Jesús entregó a sus apóstoles el Jueves Santo y que la Iglesia fue tallando con mucho cuidado a lo largo de los siglos. De la misma manera en que se va tallando, puliendo y embelleciendo un diamante, hasta llegar a su mejor forma, así sucedió con la misa.

El misal tridentino ha sido la conclusión de un largo perfeccionamiento, que, a través de sus fases principales, se reanuda substancialmente con la más antigua tradición de la Iglesia romana. Se puede decir, sin ningún tipo de error, que el rito de la misa tridentina, es “substancialmente” el mismo que a través de San Gregorio, San León, San Hipólito y San Justino, nos une con la misa de los apóstoles y la primera misa del jueves santo. Nombro a estos Santos Padres, porque son los principales (entre otros) que aportaron para el embellecimiento del misal, y los que más que trataron del tema. Ejemplo: Tal como fue ratificado por San Pío V, el Canon romano ya estaba acabo en la época de San León (400-461); La misa cantada por San Gregorio (590-604), es muy similar a la misa codificada por San Pío V. Estos ejemplos demuestran la gran tradición que tiene el misal tridentino. A fines de la Edad Media, podemos decir que esta piedra preciosa llegó a tal estado de perfección doctrinal y simbólica, que ya no necesitó ser retocada.

Acá es necesario hacer una aclaración: generalmente se le dice a la misa tradicional, “misa de San Pío V”, pero esta denominación en realidad no es adecuada. San Pío V no inventaba ninguna misa nueva. San Pío V no hizo más que codificar y promulgar el rito recibido por tradición, para luchar contra la herejía protestante y defender la unidad de culto. Ese rito es realmente la Misa de SIEMPRE, la joya de la Iglesia.

Cuando digo entonces, que la misa tradicional es la misa de siempre, obviamente no me refiero a que el rito se celebraba de la misma manera en el siglo I, que en el siglo XVI. Pero sí se puede decir que la misa es “substancialmente” la misma. Ergo, la misa tradicional es la misa de SIEMPRE, ya que la substancia no ha cambiado.

Distinto pasa con el nuevo misal de Pablo VI. La nueva misa representa una ruptura con la tradición, porque su espíritu es diferente y su teología es diferente. Pero esto es otro tema.

PD: cuando decís que la misa tradicional correspondió a una "etapa de la Iglesia" pareciera que decís básicamente que ya no corresponde a “esta” etapa de la Iglesia. Te recuerdo que cuando Pío V codificó el misal, por la bula “Quo primum tempore”, autorizó a perpetuidad el uso de este misal.