Celebramos el medio millón de visitas

Y queremos compartirlo con nuestros lectores

¡Tu es Petrus!

No es bueno ser fanático de las estadísticas, porque el exitismo puede ser incluso pecado, cuando se traiciona la Verdad para lograrlo, o cuando se confunde con ella.

Hecha esta aclaración, queremos compatir con nuestros lectores que, siendo las 22,12 minutos del Domingo 4 de Noviembre de 2012 (para más dato XXXI del Tiempo Durante el Año M.O. - XXIII Después de Pentecostés M.E.), el contador interno de nuestro Blog indica 506.700 páginas vistas.

Mucho antes de que este blog fuera creado, el 8 de Agosto de 2000 empezamos nuestro apostolado enviando aforismos o frases comentadas y poemas por correo electrónico. En aquel entonces era muy difícil mandar tales cartas a miles de lectores dos veces por semana. La conexión más común era dial-up, la banda ancha era una rareza y el servidor de Listas de Correo Egrupos, por ejemplo, no se había iniciado todavía.

Más adelante, cuando el R.P. Dr. Alfredo Sáenz comenzó a celebrar la santa Misa en 2006 en la Capilla Sagrado Corazón de Jesús de la Arquidiócesis de Buenos Aires, empezamos a enviar a nuestros lectores, por la misma vía,  un enlace que permitía oírlas.

Cuando los servidores que almacenaban estos archivos de audio empezaron a colocar allí banners de propaganda inconveniente, nos vimos obligados a buscar una alternativa que permitiera oírlos sin el peligro de ensuciar el alma, y por eso nació este Blog el 26 de junio de 2008.

Claro que a ellos esto no les gustó mucho, y tiempo después anularon todos los enlaces, de modo que hay muchos archivos en este Blog que no se podrán oír hasta que sean localizados en otro lugar.

En fin, pasó el tiempo y a pesar de los muchos meses en que no hubieron publicaciones aquí, hemos arribado al medio millón de páginas vistas. Para celebrarlo les dejamos tres simplezas:

1. La primera homilía del padre Sáenz que nuestro sistema primitivo de correo envió en 2006, pronunciada en la Capilla Sagrado Corazón de Jesús el 3 de Septiembre de aquél año, y en la que habló sobre el Fariseísmo; pero haciendo una breve introducción acerca de la Santa Ira. Algo que viene muy bien oír en estos tiempos en que algunos dudan de la legitimidad de utilizar la violencia para defender los derechos de Dios. Verán que el audio no es estéreo porque aún no disponíamos de los medios actuales.
2. Una de las primeras frases comentadas enviadas que hace referencia al Rey del Cielo.
3. Un poema que nos enseña que la humildad es condición básica para el éxito de los príncipes terrenos.

Gracias por acompañarnos a diario, y por difundir lo bueno que puedan encontrar en nuestro Blog. Dios permita que todo lo que aquí se publique sirva solamente para su mayor Gloria. Amén.

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1 - La Santa Ira - Padre Alfredo Sáenz

Oír la Homilía en el enlace de arriba.

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2 - Domingo 26 de Noviembre de 2000

Fiesta de Cristo Rey

Christus Vincit, Christus Regnat, Christus Imperat

Entonces Pilato le dijo:

"¿Luego tú eres Rey?"

Respondió Jesús:

"Sí, como dices, soy Rey.

Yo para esto he nacido

y para esto he venido al mundo..."

  

(Jn; 18, 37).

Biblia de Jerusalén, Editorial Española Desclée de Brouwer SA (Bilbao - 1975).

Claves para meditar

Lejano ya el tiempo en que el llamado "triunfalismo" de la Iglesia iluminaba las naciones, el Papa Pío XI tuvo la intuición, exacta y restallante en la Encíclica Quas primas, de crear la fiesta de Cristo Rey ¡en 1925!. Como quien dice, ayer nomás.

Justo en el momento preciso en que la ideologías venían a decirle al mundo que ellas serían mejor piedra de toque que la Religión, a la hora de construir y reconstruir el orden temporal, quebrantado por la Primera Guerra Mundial.

 Pero, otra vez, la infalible Cátedra romana sale al cruce de los hombres de nuestro tiempo, recordándoles que "si Dios no edifica la casa, en vano trabaja el arquitecto".

Y vuelve a proponer como fórmula elemental para la política concreta,

la realeza social de Nuestro señor Jesucristo.

Las pruebas de la dignidad real del Hijo de Dios, están en este documento pontificio, demostración renovada del inagotable amor divino a las naciones. Y como se diría hoy, de la "creatividad" infatigable de este amor concreto.

Hoy, no tanto los incontestables argumentos de la Santa Sede, que son en sí cuestiones de principios, cuanto la prudencia política y la desastrosa experiencia histórica contemporánea, nos imponen la urgente necesidad de proclamar y alcanzar el Reino de Cristo.

Que es para este mundo y para nuestras Patrias.

Es ésta una instrucción política para nosotros, los viadores, y no para los beatos que están en la Gloria o para el tiempo parusíaco que ha de llegar.

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3 - El rey humilde

(28 de Abril de 2001)

Al rey Oscar lo revienta

quien lo adule o quien lo halague

(LA NACIÓN de ayer lo cuenta,

"Crónica de Copenhague").

Fue a visitar un colegio

de niñas, Oscar Augusto,

llenas ante el fausto regio

de curiosidad y susto.

Y echando agujas y ruecas

con infantil reverencia,

se alzaron todas las suecas

ante la real presencia.

(El frío hacía arabescos

con la nieve en los cristales

y amorataba las frescas

narices angelicales

de las niñas, y un sombrío

viento sollozaba fuera...

En Suecia hace mucho frío

hasta en plena primavera).

Bien. Alzáronse las suecas,

y haciendo, de un gesto urbano,

sentar a aquellas muñecas

les preguntó el soberano.

"-¿De los héroes que han la gloria,

cuál ha sido, o bien cuál es

el más grande la historia

de este pueblo finlandés?".

"-¡Gustavo Adolfo!" contesta

una, "¡Carlos Doce!" o bien

"¡Ulrica Leonor!" dice ésta.

Y entonces se oye entre cien

decir a una voz distinta

y muy clara, como quien

lo sabe de buena tinta:

"-Y Oscar Segundo también".

Al ver la mentira enorme

que aquella boca deslíe

el rey de gran uniforme

se sonríe.

"-Menester es que conteste

a la que tanto me aprecia;

en mis títulos hay éste:

Primer Preceptor de Suecia".

(La maestra las razones

les habrá dictado antes

-pensó-. ¡Las adulaciones

cómo me son repugnantes!).

Y dijo: "La que esto opina

hágame el bien de pasar".

Alzóse una chiquitina

como un pimpollo de azahar.

Y adelantándose luego

arrastrando los chapines

se hicieron rosas de fuego

de su rostro los jazmines.

Y el rey preguntó a la grave

doctorilla de la ley:

"-Usted, ¿qué gran hecho sabe

del reinado de ese rey?".

La pequeña no sabía...

su pa-pá so-lía ha-blar

y en el día-rio salí-a...

La pobre se echó a llorar.

Levantando los bracitos

a la faz toda encarnada

empezó a hacer pucheritos

como una desesperada...

Mas el rey, dándole un beso,

dijo entonces, oportuno:

"No llores, nena, por eso:

yo tampoco sé ninguno".

  

Leonardo Castellani (1)

Doctor Sacro Universal

(Argentino, 1899-1981)

 (1)    Camperas - Ediciones Vórtice - Bs. As. - (Pag. 133).

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