La Corte convalida la ejecución de inocentes
Cuando anoche algunos diarios como Infobae titularon "la Corte ordenó que se practique el aborto no punible", utilizando para ello la tipografía correspondiente al comienzo de acciones bélicas o a la muerte de un Presidente, dieron a entender, se lo hayan propuesto o no, lo sepan o no, que esta medida del máximo Tribunal era, para la Nación Argentina, más importante que perder una guerra.
Porque el infanticidio, pecado que clama al cielo como no nos cansaremos de decir, es para una Nación Católica que ha sido reiteradamente consagrada a la Madre de Dios, una verdadera apostasía idolátrica por la cual el Estado, en representación del pueblo todo, ofrece al dios Moloch a los más inocentes de sus hijos.
La única disculpa que podemos esbozar como Nación, es que estas políticas nos están siendo impuestas en paquete, junto con el putimonio por ejemplo, por los representantes foráneos de intereses extranjeros, a través del fraude partidocrático de hacer lo que nunca fue anunciado en las plataformas electorales.
La connivencia de la mayoría de los partidos políticos con estos designios del Nuevo Orden Mundial (NOM), han convertido al aborto en política de Estado. De modo que están logrando imponerlo, aún cuando el derecho absoluto a la vida desde la concepción está consagrado en nuestra Constitución.
Para ello se han valido de una Corte Suprema, que algunos juristas llamaron del Prevaricato, que ya hizo gala de parcialidad ideológica cuando desconoció, hace no mucho tiempo, normas fundamentales e internacionalmente reconocidas del Derecho cuales son las de la irretroacitivad de la ley penal, de la cosa juzgada y de la ley penal más benigna.
Esta Corte, que en nuestra opinión ni es independiente ni representativa de la composición social de nuestro pueblo (no hay ni un sólo católico practicante en un país de mayoría absoluta católica), actuó sorprendentemente con la velocidad del rayo para apresurar la muerte de un inocente, enviando una señal contundente de que el aborto será impuesto en la Argentina a como dé lugar.
Por eso las deficiencias gravísimas del Episcopado argentino son tan lamentables en la hora presente. Nuestros pastores tendrían que recordarnos a todos, y especialmente a los que nos gobiernan, que el complot inconstitucional por el aborto es una afrenta directa a la Realeza Social de nuestro Señor, porque "el deber de adorar públicamente y obedecer a Jesucristo no sólo obliga a los particulares, sino también a los magistrados y gobernantes". Quienes deben tener presente "el pensamiento del juicio final, cuando Cristo, no tanto por haber sido arrojado de la gobernación del Estado cuanto también aún por sólo haber sido ignorado o menospreciado, vengará terriblemente todas estas injurias; pues su regia dignidad exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristianos, ora al establecer las leyes, ora al administrar justicia, ora finalmente al formar las almas de los jóvenes en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres". (Quas Primas - Pío XI)
Recemos con confianza al Señor que ha vencido al mundo, las siguientes estrofas del Salmo 21 que Jesucristo repitió desde la soledad de la Cruz, y que seguramente están musitando desde el seno de sus madres, los miles de niños sobres los cuales, por la injusticia e impiedad de los hombres, pende la cuchilla brutal del aborto:
Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?
¿Por qué estás lejos
de mi clamor y mis gemidos?
Yo soy un gusano, no un hombre;
la gente me escarnece
y el pueblo me desprecia;
los que me ven, se burlan de mí,
hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:
"Confió en el Señor, que él lo libre;
que lo salve, si lo quiere tanto".
Tú, Señor, me sacaste del seno materno,
me confiaste al regazo de mi madre;
a ti fui entregado desde mi nacimiento,
desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.
No te quedes lejos, porque acecha el peligro
y no hay nadie para socorrerme.
Me rodea una manada de novillos,
me acorralan toros de Basán;
abren sus fauces contra mí
como leones rapaces y rugientes.
Me rodea una jauría de perros,
me asalta una banda de malhechores;
taladran mis manos y mis pies
y me hunden en el polvo de la muerte.
Puedo contar todos mis huesos,
ellos me observan satisfechos y triunfantes.
Puedo contar todos mis huesos,
ellos me observan satisfechos y triunfantes.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme.
Libra mi cuello de la espada
y mi vida de las garras del perro.
Sálvame de la boca del león,
salva a este pobre de los toros salvajes.
Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,
te alabaré en medio de la asamblea.
Porque sólo el Señor es rey
y él gobierna a las naciones.
Oiga algunas estrofas del Salmo 21
(Domingo de Ramos - Ciclo A)
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9 comentarios:
La decisión de la Corte y sus argumentos legales son impecables. Recomiendo la atenta lectura del caso FAL para observar cómo se interpreta el Derecho. Es imposible argumentar nulidad de ese fallo.
Lo demás (me refiero a lo que dice este artículo) ni siquiera merece comentario alguno.
Dios Moloch? Nación Católica? NOM? fraude partidocrático? Defensa del terrorismo de Estado?
No sólo pretenden que todo un país viva bajo el absurdo pensamiento integrista católico sino que además pretenden que se legisle y, consecuente, se viva en pleno siglo XXI con los parámetros sociales, culturales y religiosos de la Edad Media.
Señor, administrador. No voy a opinar sobre lo que decidió la corte suprema porque leyendo el desarrollo de la noticia me llamó la atención eso de que somos una nación católica. Yo creo que esto ya no es así, lamentablemente. Nominalmente y desde el punto de vista numérico, no cabe duda. Pero las iglesias vacías, la caída abrupta en el número de bautismos, comuniones y casamientos, el escaso interés de la gente en temas como justamente el del aborto, las críticas hacia la iglesia, el desprestigio que la misma ha ido acumulando, entre otras razzones, me hacen pensar que de nación católica queda más bien poco. Yo no creo que la caminata a Luján señale que el pueblo se reconoce como católico. Gracias por la oportunidad.
María Angélica.
En un hospital de La Plata, el San Martín, se estaría realizando un aborto a una "prostituta violada" (no me hagan reír).
Lo notable es que todos los médicos del lugar se negaron a efectuar el crimen por objeción de conciencia. (¿Habrán traído un verdugo desde otro lado?)
¿Cómo puede decirse entonces que esta abominable práctica, propia de seres bárbaros y despreciables, cuenta con el apoyo de la mayoría del país?
el anonimo de las 10:47 es otro pobre tipo que se cree los cuentos modernistas del ateismo militante, ¡como si la modernidad aún existiera!! aun no se desayunó que la modernidad cayó junto con el descreimiento en los "grandes relatos" a causa de las dos guerras mundiales, en esta etapa postmoderna y segun los diversos analistas entre ellos Lipovetsky "el proyecto moderno perdió sustancia en vista de sus fracasos para brindar un mundo ordenado, fraterno, justo. Finaliza la idea de progreso, la racionalidad se cuestiona profundamente; no existe una historia coherente, única, sino multiples historias minusculas sin ninguna meta." Por lo tanto venir con un discurso moderno a estas alturas es haberse quedado a poco mitad del siglo XX, no del siglo XXI como quiere venir a pontificar. Claro que hablarle de Moloch a un ateo es como hablarle de Mozart a una hormiga, imposible que lo entienda, es el tema de la incommensurabilidadde los paradigmas. El problema es que el tipo cree que aún existe el paradigma modernista y esta especie es dificil que tome conciencia de ciertas cosas, sobre todo de las metafisicas, y además hablarle de valores a un relativista es como escribir en el mar, no perdamos el tiempo con ejemplares similares.
lo minimo que deberia hacer el episcopado argentino es excomulgar a todos los que colaboren con su acción u omisión en el crimen nefando del aborto, y que se explicite que entre otras cosas están privados del entierro eclesiastico. Hay que retornar a la doctrina que establece que esos deben estar separados de la Iglesia de Cristo en este mundo como lo van a estar en el otro. Si el episcopado no pone las cosas blanco sobre negro en este tema serán complices.
si bien siempre se dice que hay que implorar por los pecados del mundo, creo que en cierta medida hay que liberar la mano de Dios para que Él haga lo que crea conveniente pues -además de hacer nosotros todo lo que haga falta de nuestra parte- va siendo hora de "un punto de Basta" con el genocidio de estos inocentes. A nosotros no toca vigilar y orar, y que Él haga valer su poderosa mano en este y en otros temas.
En los que aplauden éstas decisiones anticristianas, es determinante el cuidado del bolsillo y/o las debilidades morales que terminan convirtiéndose en una posición ideológica, o viceversa..
Excomulgar nooo que va.... aquí vaticanosegundeando solo se excomulga a la Verdera misa, y ni siquiera se siguen los consejos de su tan idolatrado juan XXIII que sugirió que del concilio en adelante se iba a apelar a la misericordia antes que a la excomunión....
Les recuerdo que el Código de Derecho Canónico establece la excomunión lætæ sententæ para quienes participan en el aborto.
Es automática y no hace falta que hagan nada los obispos.
Si sería bueno que recuerden la pena y la declaren una vez ocurrida. Pero creo que nada de eso harán y espero equivocarme.
Al anónimo anterior le recuerdo que Juan Pablo II aclaró que esta excomunión se extendía a los legisladores. De modo que no puede decir justamente lo que dice.
Saludos-
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