lunes, 12 de agosto de 2013

Vea a Pio XII proclamar la Asunción


Solemne Proclamación de la
Asunción de la Santísima Virgen María
.

Siervo de Dios Pío XII

(Video: 09' 49")

Ya entra la Princesa bellísima, vestida de perlas y brocados.

Despliegue esta entrada para ver el video


El 1º de Noviembre de 1950, mediante la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, y luego de consultar a todos los obispos del orbe, el siervo de Dios, Papa Pío XII, proclamó solemnemente ser Verdad de Fe la Asunción de la Santísima Virgen María. Así describió aquella imponente ceremonia el padre Antonio Royo Marín O.P.:

"El inmortal pontífice Pío XII, el día 1 de noviembre de 1950, en el atrio exterior de la Basílica Vaticana, rodeado de 36 cardenales, 555 patriarcas, arzobispos y obispos, de gran número de dignatarios eclesiásticos, y de una muchedumbre enardecida de entusiasmo que no bajaba del millón de personas, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica el dogma de la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo".

Una vez que el Pontífice terminó de pronunciar las solemnes palabras de la definición, "Un rugido de entusiasmo se levantó de la enorme muchedumbre al oír las palabras del Papa, temblorosas de infalibilidad. Las campanas de toda la cristiandad fueron lanzadas al vuelo en señal de júbilo. Y los miles de millones de espectadores que presenciaron en las cinco partes del mundo la emocionada proclamación dogmática a través de la televisión o la oyeron a través de todas las emisoras de radio del mundo católico, unieron su emoción y su alegría al delirante entusiasmo que invadió el ánimo de los que tuvieron la suerte de presenciar aquella inolvidable escena en la plaza de San Pedro, o en la prolongada via della Conciliazione, que a ella desemboca desde el Tíber y el castillo de Santángelo. Las religiosas se ofrecieron a copiar la bula pontificia con letra artística y a encuadernar el texto en magníficos adornos para que el Papa leyese la fórmula dogmática. Técnicos romanos habían construido un micrófono precioso para que a través de él la voz infalible del Vicario de Cristo anunciase al mundo el dogma. Fue, en fin, una jornada de indescriptible emoción y de gozo intensísimo para todo el mundo católico". 

En el video publicado por ProVaticanus y editado por Biblia y Tradición, podemos ver cuán exacta es la descripción que se acaba de leer arriba. Veámoslo a continuación:






(sin traducción de las palabras finales de Pío XII)





Oiga la Proclamación del Dogma de la Asunción






De la Constitución Apostólica Munificentissimis Deus

"Por tanto, después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces e invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para acrecentar la gloria de esta misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y por la nuestra,

pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste".  

Por eso, si alguno, lo que Dios no quiera, osase negar o poner en duda voluntariamente lo que por Nos ha sido definido, sepa que ha caído de la fe divina y católica. A ninguno, pues, sea lícito infringir esta nuestra declaración, proclamación y definición u oponerse o contravenir a ella. Si alguno se atreviere a intentarlo, sepa que incurrirá en la indignación de Dios omnipotente y de sus santos apóstoles Pedro y Pablo".


Nos, Pío,
Obispo de la Iglesia Católica,
definiéndolo así, lo hemos suscripto.



Oración que Pío XII compuso exprofeso
para la ocasión de proclamar el Dogma

“¡Oh Virgen Inmaculada, Madre de Dios y Madre de los hombres! Nosotros creemos, con todo el fervor de nuestra fe, en vuestra asunción triunfal en alma y cuerpo al cielo, donde sois aclamada Reina por todos los coros de los Ángeles y por toda la legión de los Santos; y nosotros nos unimos a ellos para alabar y bendecir al Señor, que os ha exaltado sobre todas las demás criaturas, y para ofreceros el aliento de nuestra devoción y de nuestro amor.

Sabemos que vuestra mirada, que maternalmente acariciaba la humanidad humilde y doliente de Jesús en la tierra, se sacia en el cielo a la vista de la humanidad gloriosa de la Sabiduría increada y que la alegría de vuestra alma, al contemplar cara a cara a la adorable Trinidad, hace exultar vuestro Corazón de inefable ternura; y nosotros, pobres pecadores, a quienes el cuerpo hace pesado el vuelo del alma, os suplicamos que purifiquéis nuestros sentidos, a fin de que aprendamos desde la tierra a gozar de Dios, sólo de Dios, en el encanto de las criaturas.

Confiamos que vuestros ojos misericordiosos se inclinen sobre nuestras angustias, sobre nuestras luchas y sobre nuestras flaquezas; que vuestros labios sonrían a nuestras alegrías y a nuestras victorias; que sintáis la voz de Jesús, que os dice de cada uno de nosotros, como de su discípulo amado: Aquí está tu hijo; y nosotros, que os llamamos Madre nuestra, os escogemos, como Juan, para guía, fuerza y consuelo de nuestra vida mortal. Tenemos la vivificante certeza de que vuestros ojos, que han llorado sobre la tierra regada con la Sangre de Jesús, se volverán hacia este mundo, atormentado por la guerra, por las persecuciones y por la opresión de los justos y de los débiles, y entre las tinieblas de este valle de lágrimas esperamos de vuestra celestial luz y de vuestra dulce piedad, alivio para las penas de nuestros corazones y para las pruebas de la Iglesia y de la patria. 

Creemos, finalmente, que en la gloria, donde reináis vestida de sol y coronada de estrellas; Vos sois, después de Jesús, el gozo y la alegría de todos los Ángeles, de todos los Santos; y nosotros, desde esta tierra donde somos peregrinos, confortados por la fe en la futura resurrección, volvemos los ojos hacia Vos, vida, dulzura y esperanza nuestra. Atraednos con la suavidad de vuestra voz para mostrarnos un día, después de nuestro destierro, a Jesús, fruto bendito de vuestro seno, ¡oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!”



14 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Gracias por tan excelso material! Tuve la inmensa gracia de nacer ese preciso día, y nunca había visto la filmación italiana, aunque había escuchado la grabación de la expresión dogmática del gran Pío XII. De nuevo, ¡muchísimas gracias les de Dios! Un saludo en Cristo Nuestro Señor y su Santísima Madre.

NAVIS dijo...

¡què bueno que miremos el Cielo juntos!

Anónimo dijo...

¡Qué estupendo material! Reconforta el alma ver la angélica figura de Pío XII y escuchar su clara voz romana proclamando el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen. ¡Qué tiempos de gloria, de esplendor para la Iglesia! ¡Cómo duelen estos tiempos entenebrecidos de apostasía universal!
Que María, Regina in caelum assumpta y Mater Ecclesiae sostenga a la Iglesia y al Papa.
Mario Caponnetto

Anónimo dijo...

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Tomás dijo...

La declaración de Pío XII ha sido infalible, pero no "ex cathedra", pues antes de la declaración el último Papa consultó a todos los Obispos, de los cuales la inmensa mayoría se pronunció a favor del dogma.
Por ello esta definición dogmática es parte del Magisterio ordinario de la Iglesia.
+
Lo aclaro para mostrar que el Papa no (solamente) es infalible en sus declaraciones "ex cathedra", sino también cuando ensenia o decreta junto con todos los Obispos dispersos por todo el globo o reunidos en un Concilio general.

Anónimo dijo...

¿entonces el vedos?

Anónimo dijo...

Adversus Haereses para el anónimo de 13:15

BOSSUET SOBRE LA IGLESIA
PENSAMIENTOS CRISTIANOS Y MORALES

BOSSUET

(El principio de la Religión restablecida
por la Iglesia como remedio teológico
universal es absolutamente anti-ecumenista)

“En vano se busca en la medicina un remedio único y universal que restituya la naturaleza a su verdadera constitución hasta el punto de poder curarla de todas sus enfermedades. Lo que no se encuentra en la medicina, se encuentra en la Ciencia Sagrada. Cada herejía tiene su remedio particular; el remedio general es el amor de la Iglesia, que restablece tan dichosamente el principio de la religión, que encierra enteramente en si mismo la condena de todos los errores, la abominación de todos los cismas, el antídoto de todos los venenos, por fin la curación infalible de todas las enfermedades."

***

La antedicha exposición del gran predicador francés da una noción de la Iglesia diametralmente opuesta a la montiniana de "Iglesia=diálogo". Y si el amor de la Iglesia implica por fuerza la condena de todos los errores y la Megasecta Postcatólica odia esa condena (desde la apertura del Concilio Vaticano II por Roncalli), la Megasecta Postcatólica odia el amor de la Iglesia, luego odia a la Iglesia y desea que no sea. Luego, más que obviamente, la Megasecta Postcatólica no es la Iglesia Católica.

Bossuet dice, además, estas palabras hermosas sobre la Iglesia verdadera:

“¿Qué es la Iglesia? Es la asamblea de los hijos de Dios, el ejército del Dios viviente, su reino, su ciudad, su templo, su trono, su santuario, su tabernáculo. Digamos algo más profundo: la Iglesia es Jesucristo; pero Jesucristo difundido y comunicado.”

La Megasecta Postcatólica no comunica a Cristo, antes bien lo esconde, lo oscurece, y deforma su imagen: luego no es la Iglesia, sino la Anti-iglesia"- Patricio Shaw


Página Católica dijo...

Tomás:
La proclamación del Dogma de la Asunción, es una declaración Ex Cathedra, pues Pío XII en esa ocasión habló en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, para definir una doctrina de fe que debe ser sostenida por toda la Iglesia.

En nada influye que haya consultado o no a los obispos. Como en nada habría influido si, contestanto todos que no, él hubiera seguido adelante con la definición.

Hablar Ex Cathedra significa hacerlo desde lo alto de la Cátedra Romana, con toda solemnidad y como Pastor de la Iglesia Universal. Lo cual se ve claramente en el video de este post.

Saludos.

Tomás dijo...

Es una propiedad de las declaraciones "ex cathedra" que el Papa por autoridad propia sin el consentimiento de la Iglesia docente ensenia una verdad en materia de Fe o de costumbres.
+
Dado que en este caso - como en el caso de la definición solemne de la Inmaculada Concepción - han sido antes consultado los Obispos, no pueden ser ejemplos típicos de las declaraciones ex cathedra, ya que estas excluyen la necesidad del consenso de la Iglesia.
+
Lo comento simplemente para recalcar que el Papa no solamente es infalible cuando ensenia ex cathedra, sino cada vez actúa ex officio, es decir como Pontífice Supremo.

Anónimo dijo...

Gracias por el magnífico material fílmico. Otro mundo. Otra Iglesia. Otro Papa... También estuvieron presentes en el corazón de aquel Gran Pontífice los pobres y marginados de este mundo. "Las perferias existenciales" no son de ahora.
Mario Caponnetto

Anónimo dijo...

Las periferias existenciales de ahora son la miseria espiritual cumbiera tumbera villera y varios eras mas...
gracias bergoglio esta es tu herencia, gracias por la herencia que nos dejaste en Argentina, claro ahora el se fue alto y nos dejó la porquería a nosotros, lindo chiquero nos dejaste pobrero existencial...

Página Católica dijo...

Tomás:

No sé de dónde saca Ud. lo del consenso decir que tal declaración no es ex cathedra.

La Constitución Apostólica Pastor Æternus, dice expresamente qué es una declaración "Ex Cathedra", veamos:

El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables.

Aquí se ven las tres características de toda definición Ex Cathedra:

Que el Papa hable como Pastor y Maestro de la Iglesia Universal.

Pare referirse a una doctrina de Fe o de moral.

Que deba ser considerada como definitivamente definida.

La frase final dice que por cumplir estas tres condiciones, la definición es irreformable, no por el consentimiento de la Iglesia.

Que el Papa haga una consulta antes de una definición, no cambia su naturaleza de Ex cathedra que; como queda claro, está determinada por el cumplimiento de las tres condiciones señaladas arriba.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿vaticano segundo no contradijo algunas de esas enseñanzas como por ejemplo libertad religiosa?

Anónimo dijo...

Este dogma de elevar a la Madre de Jesús al seno de La Trinidad, lo que hace es elevar el problema del hombre a Dios, dejando al hombre sumido en un sino de inmadurez. Qué espanto. Hasta dónde llegó el humano que hizo las más inéditas guerras de la humanidad, por no aceptar sus culpas. En el fondo, solapadamente se está echando la culpa a Dios por aquellos horrores, al incrementar con un cuarto elemento humano a la Trinidad de los cristianos. Si hay un Dios como se lo piensa, que nos perdone.