Monición para la
Solemnidad de la Natividad del Señor
Dios Fuerte, Padre del Siglo Venidero, Príncipe de la Paz |
Navidad es la fiesta instituida para celebrar la memoria del nacimiento temporal de Jesucristo, que tiene la particularidad, entre todas las otras fiestas, de celebrar los divinos oficios en la noche precedente.
La Iglesia ha querido conservar la costumbre de celebrar de noche los oficios de Navidad para renovar con vivo reconocimiento la memoria de aquella noche, en que el divino Salvador dio principio con su nacimiento a la obra de nuestra redención.
En el Evangelio de la Misa Vespertina de la Vigilia de Navidad, la Iglesia propone a nuestra consideración la genealogía del Señor “hijo de David, hijo de Abraham”, que comprende tres ciclos de 14 generaciones, desde este santo patriarca hasta el mismo Cristo; al mismo tiempo que nos recuerda el sueño de San José en que un ángel le revela el misterio de la Encarnación.
En el Evangelio de la Misa de Nochebuena, la Iglesia nos invita a meditar que la Santísima Virgen, en compañía de San José, fue de Nazaret a Belén a empadronarse, según las órdenes del emperador, y no hallando otro albergue, dio a luz a Jesucristo en un establo y le puso en un pesebre o comedero de bestias.; al mismo tiempo que nos recuerda la manifestación de una multitud del ejército celestial que se aparece a los pastores alabando a Dios. Relato que continúa en el Evangelio de la Misa de la Aurora con la visita de estos mismos pastores al divino Niño.
En la Misa del Día de Navidad, la Iglesia nos hace considerar, por medio del Prólogo del Evangelio de San Juan, cómo este Niño que vemos nacer de María Virgen en el tiempo, es desde la eternidad Hijo de Dios. En esta Misa se celebra la revelación del Salvador a todas las naciones y a todos los hombres, y la realeza universal de Jesucristo.
Al proponer a nuestra consideración los misterios de las Misas de Navidad, quiere la Iglesia que demos gracias al Redentor divino por haberse hecho hombre por nuestra salvación, que le reconozcamos, con los pastores, y le adoremos como verdadero Hijo de Dios, atendiendo a las enseñanzas que calladamente nos da con las circunstancias de su nacimiento. Con las cuales circunstancias nos enseña Jesucristo renunciar a las vanidades del mundo y a estimar la pobreza y los trabajos.
Aunque en la Solemnidad de la Natividad del Señor sólo tenemos obligación de oír una Misa; sería muy bueno oírlas todas para conformarnos mejor con las intenciones de la Iglesia.
Para aprovechar adecuadamente la Navidad, la Iglesia nos aconseja hacer estas cuatro cosas:
- prepararnos la víspera con un recogimiento mayor que de costumbre;
- procurar gran pureza por medio de una buena confesión y vivos deseos de recibir al Señor;
- asistir, si nos es posible, a los divinos oficios de la noche anterior y a las Misas, meditando el misterio que se celebra;
- emplear ese día, cuanto nos sea posible, en obras de cristiana piedad.
Hoy resplandecerá la Luz para nosotros,
porque ha nacido para nosotros el Señor.
Y será llamado Consejero Admirable,
Dios Fuerte, Padre del Siglo venidero,
Príncipe de la paz, y su reino no tendrá fin.
Un día santo nos ha amanecido:
venid naciones, y adorad al Señor,
cantando junto al coro de los ángeles,
con jubilosa alegría:
"Gloria in excelsis Deo
et in terra pax hominibus bonae volutatis"
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2 comentarios:
Vruto quiere mandar menzage de Navidad dezendo hamor a todos los de este blok.
Por eso le envía este ermoso bersito que descubrió en una nueva página muy linda. Vruto aprobecha pa pedir perdón por si dijo alguna vrutés.
La página es http://infocatolica.com/blog/caverna.php
y el versito es el ciguiente.
QUE LO DISFRUTN Y FELIZ NAVIDAD PARA TODOS
Manifiesto cavernícola
Los cavernícolas semos así:
Al bisonte lo llamamos bisonte.
No fingimos que es un rinoceronte,
ni que su canto es un kikirikí.
Y por eso, cuando alguien declara
«Soy católico y además budista,
gay, semiarriano, masón, abortista,
y teólogo de mente preclara»,
respondemos, sin dudar un instante,
«Y también les crece barba a las ranas,
que se afeitan todas las mañanas
para tener un aspecto elegante».
Los cavernícolas semos muy brutos:
pretendemos que el católico crea,
que quien se dice cristiano lo sea
y que un árbol bueno dé buenos frutos.
Que no lo dude y venga por aquí
todo el que quiera pasar un buen rato,
y no peque de gruñón ni pacato,
porque en la Caverna semos así.
Estimado amigo Vruto:
Me gustó el poema, lo felisito. Tanvien me gustó que ce valla sibilisando, mas felisitasiones y ke pace ¡Feliz Navidad!
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