miércoles, 6 de marzo de 2013

Monición para el IV Domingo de Cuaresma


Monición para el IV Domingo de Cuaresma

Ciclo C

10 de Marzo de 2013

"Deseaba comer las algarrobas de los cerdos"

En la parábola del Hijo Pródigo, que se lee en el Evangelio de hoy, se describe todo el itinerario que sigue el pecador: en primer lugar le pide a Dios su parte de la herencia, sus facultades: la inteligencia, la voluntad, la memoria, etc.; pero no para el bien, como el Señor quiere, sino para pecar.

Luego, como consecuencia de sus pecados, el pecador va perdiendo sus dones: si utiliza la inteligencia para ofender a Dios, ésta se volverá rebelde a descubrir la verdad.
Si usa de la voluntad en contra de su Señor, ella se inclinará hacia el amor de los falsos dioses.
El fin de esta caída, que en el fondo responde al grito satánico "non serviam - no serviré", es la inmundicia del chiquero; pues como dice San Agustín el pecado animaliza.

En extremo afligido por esta situación, el pecador entra en sí mismo, se levanta y se pone en camino hacia la casa paterna; donde el Padre, que a diario otea el horizonte, lo esperaba anhelante.

Cuando llega, sin dejarlo casi hablar, el Padre lo cubre con un vestido nuevo, la Gracia recuperada, pone un anillo en su dedo, símbolo del desposorio entre Dios y los hombres, y sandalias en sus pies, porque lo envía a misionar.

Después comienza la fiesta, preludio del Cielo, que se prolonga en el Santo Sacrificio de la Misa; cuando en medio de las oraciones de los ángeles y los de los hombres arrepentidos, se eleva hacia el cielo el único y eterno sacrificio agradable a Dios.

Pidámosle entonces al Señor, conmovido por las oraciones de quienes se han dejado lavar con la sangre del Cordero, que en esta Cuaresma nos enseñe a odiar el pecado, a despreciar las pompas del mundo, y nos libre de todo mal.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias. Dios les siga bendiciendo por este servicio tan importante para los ciberfieles. Que el Espíritu Santo le siga guiando. Saludos desde México, D. F.

Página Católica dijo...

Gracias a Ud. estimado lector. Rece por nosotros y que Dios lo bendiga.