miércoles, 13 de febrero de 2013

Benedicto XVI había elogiado a San Celestino


Papa que abdicó en el siglo XIII


Benedicto XVI frente a las reliquias de San Celestino

En junio de 2010 el Papa Benedicto XVI visitó la tumba de San Celestino V y, luego de rezar frente a ella, lo puso como ejemplo de quien, sin temor a perder la dignidad, siguió la voz de su conciencia.

Pietro de Murrone, luego elevado a la Sede de San Pedro como Celestino, nació en 1215 cerca de Nápoles. Siendo muy joven ingresó a la orden de San Benito, en cuyo seno recibió el orden sagrado.
Cumplía acabadamente el lema de la orden "Ora et labora" viviendo en comunidad. No obstante se sintió llamado al más extremo ascetismo lo cual concretó viviendo algunos años como eremita en las grutas de Morrone.

Basándose en esa experiencia, fundó la orden de los Benedictinos Celestinos aprobada por el Papa Nicolás IV en 1264; dirigiéndola hasta 1284, cuando renunció en su segundo para retirarse nuevamente a la vida ermitaña en grutas de la zona.

Diez años después, Julio de 1294, la soledad de su retiro fue interrumpida por una delegación del Colegio Cardenalicio, acompañada de una multitud de fieles y monjes, que le rogaban aceptase el Papado, cuya sede se hallaba vacante desde más de dos años atrás, por luchas políticas entre las familias dominantes en Roma.

Con lágrimas en los ojos, y el beneplácito de miles de fieles de la zona, aceptó Celestino la consagración de los Cardenales.
Días después, montado en un borrico cuyas bridas llevaba el rey Carlos de Nápoles, entró Celestino en Aquila donde fue coronado.

Estableció su corte en Nápoles, pero al cabo de sólo cinco meses, agobiado por las intrigas y deseoso de volver a la vida eremítica, abdicó.

El Papa Bonifacio VIII, elegido en el Cónclave que comenzó solo 9 días después, llevó a Celestino a Roma, pero cuando el anciano monje se escapó para volver a sus grutas, el nuevo Papa ordenó su arresto. Durante alrededor de nueve meses logró evitar ser apresado escondiéndose en los montañas que tanto amaba; pero, cuando intentaba llegar a Grecia fue apresado y devuelto a Roma.

Bonifacio VIII lo confinó en el castillo de Fumone, donde halló el fin de su larga existencia luego de orar y ayunar por nueve meses, asistido por dos monjes. Fue canonizado en 1313.

Quien hubiera estado atento a estas palabras del Papa, podría haber conocido lo que tenía in mente, en caso de llegar a la situación actual.




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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Que feo que expongan asi los cuerpos, excepto los que están realmente incólumes como Santa Bernardette los otros me parece que solo sirven para saciar la morbosa curiosidad de la gente.
Es una mala costumbre de la IC.

Anónimo dijo...

Ese fiambre es Celestino?

Petronius Máximus dijo...

¿Qué hace el guarango de anónimo de las 15:33h en este foro?
¿Podría el vulgar zafio,llevar su mal gusto a otro sitio?

Fernando Eros Amilcar dijo...

Bravo Benedicto XVI sólido paradigma a tener en cuenta y seguir. Eros.

Anónimo dijo...

Disculpe Fernando Eros, seguir a dónde?.
D

Elisa Lassalle dijo...


Estimados hermanos en Cristo:estoy de acuerdo en lo que pide P. Católica, ¡no pongan "ANÓNIMO"!, es muy difícil de seguir, por ej. Petronius Maximus, está muy bien o cualquier otro seudónimo.-

Según interpreto yo, lo que dijo Fernando Eros no es "seguir a dónde" sino "seguir a quien" En este caso es seguir el ejemplo de Su Santidad Celestino y ahora la de SS Benedicto XVI.Ambos han seguido los pasos del Pastor Jesucristo, a quien representan en esta tierra.
No cabe duda de que ambos han implorado la Luz del Espíritu Santo para tomar tan difícil decisión. Y lo que pido a todos ustedes, es que en esta Santa Cuaresma, nosotros también vayamos a nuestro desierto interior, a rezar a la Santísima Trinidad y a la Dulce Madre de Jesús que tanto poder tiene como intercesora, para que nos envíe un Papa de la Tradición para que restaure la Iglesia Católica.
Con Xto su Hijo nos bendiga la Virgen
María

Anónimo dijo...

Al anónimo de las 13,59: será feo pero es la realidad en que todos terminaremos: "recuerda que eres tierra y en tierra te convertirás", nos decía ayer la Iglesia en el portal de la Cuaresma...

Recuerdo que hace unos años en unas ermitas del Sur de España había expuesto un cráneo humano con esta inscripción: "lo que yo he sido / tú lo serás / piensa en esto / y no pecarás". Para muchos la meditación sobre lo transitorio de la vida terrena ha sido motivo de conversión y los ha llevado a elevar los ojos al cielo y, en consecuencia, a tener los pies más firmes en la tierra. Pensemos en S. Francisco de Borja, S. Francisco Javier y tantos otros... Un abrazo en Xto...

Un carmelita descalzo..

Anónimo dijo...

No me refiero a eso carmelita, ya se sabe que todos vamos a morir pero eso estimula la morbosa curiosidad, que manera de tergiversar lo que uno dice.

Anónimo dijo...

Poner un cráneo con esa inscripción es diferente, el cuerpo de un santo asi expuesto se presta a profanación.

Anónimo dijo...

Estimado Anónimo, disculpe si malentendí su comentario, de ninguna manera hubo en mí voluntad de tergiversación. Y perdón si discrepe en esto último que afirma: todo depende de la persona. Supongo que la exposición del cuerpo de un Santo busca despertar sentimientos de veneración antes que de profanación. Pero en estos tiempos, uno nunca sabe... Reciba un abrazo

CD