viernes, 5 de octubre de 2012

Se ejecutará la 1ª sentencia de muerte


Macri anunció que la ejecución tendrá lugar
el martes 9 de Octubre

Vea al final la Carta enviada por el
Centro de Investigaciones de la problemática familiar


¿Médico de la vida o de la muerte?

A los postres de una cena realizada anoche por Consenso Republicano, el Jefe de Gobierno Porteño anunció que se realizará el primer "aborto no punible", eufemismo detrás del que se oculta el genocidio diabólico del aborto, la semana próxima en el hospital Ramos Mejía.

Dicho así, parece que la escena hubiera transcurrido en la época de mayor decadencia del Imperio Romano, cuando en los festejos de las casas "bian", se enfrentaban gladiadores cuya sangre se entremezclaba entre los aromas de exquisitos platos y lúbricos perfumes.

Preguntado el Ing. Macri sobre la posibilidad de que vete la Ley de Aborto recientemente sancionada por la legislatura porteña, contestó ágilmente "soy el jefe del veto", sin responder la pregunta. Para agregar luego: 
"Les quiero contar que el próximo martes se hace el primer aborto legal en la ciudad de Buenos Aires. Es una mujer de 32 años en un caso que pasó por todas las instancias legales".
Fuentes periodísticas aseguran que esta mujer se vio involucrada en un caso de trata de personas.

Cabe preguntarse desde un punto de vista político, si el Jefe porteño no les estaba diciendo con esto a sus oyentes: "me preguntan sobre el veto, pero la Justicia lo ha dispuesto con o sin veto". Para el caso en que la frase "pasó por todas las instancias legales" quiera decir que se acudió a los Tribunales. Porque podría ser que sólo hayan sido medidas administrativas, que no es lo mismo.

Esto nos demuestra que, aunque se vetara la Ley, lo cual es un bien objetivo, seguiría abierta la puerta del crimen vía el mal aplicado fallo de la Corte, puesto que la ejecución se realizará, salvo milagro del cielo, aún cuando aquella no esté en vigencia todavía. Lo cual podría ser la solución del PRO para quedar bien con Dios y con el diablo: el veto por el protocolo.

Si la muerte amenaza a los inocentes, en un país en que está consagrado constitucionalmente el derecho a la vida desde la concepción, es porque no rige el pleno estado de derecho en nuestra patria, donde todas las normas se interpretan, cuando no se vulneran directamente, en beneficio de la Revolución.

La ley de Macri, como dice el Dr. Ricardo Curutchet en una carta que copiamos abajo, ha creado una nueva categoría de seres humanos en razón de su origen, los hijos de la violación, a quienes se les niega el derecho fundamental de vivir. Como si esto no fuera una máxima discriminación ocurrida en el seno de una sociedad que se precia de ser sustancialmente antidiscriminatoria.

Soñamos, porque soñar nada cuesta, que antes de la hora mortal, el Cardenal Bergoglio que es el pastor del niño que va a asesinar, levante su voz para defenderlo y fulmine la excomunión sobre Macri, los legisladores y jueces involucrados y sobre todos el personal de la salud (de la muerte sería mejor decir) que participe en esta atrocidad.

Mientras tanto, elevemos nuestra mirada hacia lo alto para implorar que la misericordia de Dios contenga su santa ira, al ver la traición que a sus mandatos hace la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires.




Buenos Aires, 1° de octubre de 2012.

Señor Jefe de Gobierno de la CABA
Ing. Mauricio Macri.

De nuestra consideración:

En mi carácter de presidente del Centro de Investigaciones de la Problemática Familiar cumplo en dirigirme a Ud., en su condición de Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a fin de solicitarle, en nombre de la asociación que presido, que ejerza el derecho de veto que le confiere la legislación vigente respecto de la ley de aborto que, bajo el eufemismo de "no punible" introduce la práctica encubierta del aborto libre y obligatorio en la ciudad de Buenos Aires; y, de ese modo, cumpla Ud. con el deber de custodia y promoción del Bien Común que se le ha encomendado y que incluye, en su primer nivel de exigencia, el cuidado de los más desvalidos. El Estado jamás debería verse involucrado, bajo ningún aspecto, en la eliminación sistemática de seres humanos inocentes, incluidos obviamente los niños y las niñas por nacer.

En efecto, como bien se ha dicho, aun cuando se pretendiera acordar vigencia -que no la tienen-, a las categorías de abortos "no punibles"; la -nula, inconstitucional y derogada- solución de los incisos 1° y 2° del artículo 86 del Código Penal únicamente se limitaba a establecer que sólo cuando el aborto era practicado en las dos hipótesis específicamente previstas, ese hecho delictivo quedaría sin castigo, no corresponde que de ello se extraiga la consagración de un "derecho a abortar", y, mucho menos, la obligación de llevar a cabo la práctica o de proporcionar medios para que el aborto se realice.

Los bienes públicos sujetos a la administración del Estado, en este caso a la suya, de ningún modo pueden aplicarse al financiamiento de prácticas ilícitas (ni siquiera en el supuesto de que ellas, por las razones que sean, no reciban sanción penal) y, menos aún puede obligarse a los funcionarios públicos a incurrir en ellas o a contribuir a su ejecución.

La ley sancionada, que hace impune, legitima y convierte en obligatoria la práctica de los abortos en los casos que allí se prevén, no sólo es moralmente repugnante sino que, más allá de su inconstitucionalidad sustancial, excede por completo su competencia, ya que la sanción de normas en materia penal ha sido delegada al Poder Legislativo Nacional.

En nombre del Centro cuya representación ejerzo, le pido que tenga en cuenta que dicha ley en ciernes pisotea el derecho a la vida del que es titular el niño por nacer, cuya muerte se autoriza y, peor aún, se promueve; y a cuya práctica se obliga a los prestadores de salud y a las instituciones sanitarias de la Ciudad, olvidando que tal derecho tiene rango constitucional de primer nivel; y que, en concreto, consiste en el interés superior del niño; interés que las disposiciones constitucionales y legales en vigencia obligan a proteger en primer término y en absoluto, es decir, sin condiciones, por lo que está por encima de toda otra consideración y derecho que, supuestamente, se vean afectados por el respeto de aquél, es decir, de la vida del niño cuyo asesinato se preconiza.

Recuerde, señor Jefe de Gobierno, que la ley cuya promulgación se pretende, concordantemente con el fallo de la Corte Suprema que es su antecedente (conf. re "Fuentes, Aurora s/ medida autosatisfactiva" -Fallo n° 259/2010 Letra F, Libro 46-) cínicamente pero de acuerdo con el dictamen unánime de la ciencia, reconoce la existencia de vida humana en el niño concebido como consecuencia supuesta de una violación pero -contradiciendo esa premisa- autoriza y manda suprimirla en aras de difusos derechos de la madre que, aunque existieran, son de evidente subordinación a aquél superior de la vida del niño por nacer. Tenga presente entonces que quienes recojan ese criterio estarán autorizando y ordenando suprimir vidas inocentes, sólo "culpables" (¡culpables!, ¡qué aberración tan patente y que parece no se advierte!) de su origen.

Porque es así: el autorizar, y reitero, obligar, la práctica de abortos, implica la creación de una categoría especial de personas, las que han sido concebidas a raíz de una violación, a las cuales, sin que calidad alguna suya las distinga de otras, se las priva de la protección de los servicios de justicia y de salud y a las que niega, lisa y llanamente, el derecho a la vida. O sea, de personas sin derecho a la vida. No otra cosa implicaría la promulgación de la ley en cuestión.

Por ello, solicito que vete el proyecto de aborto no punible sancionado por la Legislatura porteña.

No desconocemos los graves problemas que para la víctima de una violación puede acarrear un subsiguiente embarazo y su gestación, alumbramiento y el posterior sostén de un hijo nacido bajo tales circunstancias.

Creemos sinceramente que una acogida favorable y maternal a ese niño residente en su seno será, para la madre que así lo reciba -sea cual fuere la condición específica de su salud mental-, una generosa fuente de alegrías y bendiciones a lo largo de su vida; pero comprendemos también que eso no pueda ser así aceptado por parte de quien ha sufrido una tan grande violencia en su cuerpo, en su psiquis y en su dignidad, por lo cual ofrecemos a ese Gobierno y a todas las mujeres afectadas, a sus familias y a su entorno social, hacernos cargo de esos niños desde su nacimiento y, si fuere necesario, hacernos cargo de las madres, desde el momento en que ellas tomen conciencia de su embarazo y hasta el momento que sea necesario.

Esta oferta, que ahora hacemos simplemente por medio de esta carta que enviamos por vía electrónica, nos comprometemos a confirmarla con los datos suficientes que la tornen aceptable y digna de confianza por parte de la sociedad y de sus legisladores.

Mientras tanto, y nuevamente invocando la representación del Centro de Investigaciones de la Problemática Familiar, le pido encarecidamente que atienda nuestra solicitud y vete la ley para cuya promulgación ha sido elevada a la consideración de esa Jefatura de Gobierno.

Junto con nuestra encendida petición y en la espera de que será favorablemente atendida, reciba Ud. nuestro saludo.

Ricardo S. Curutchet
Presidente Consejo Directivo


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

llega la hora de las espadas, si los guerreros no combaten,entonces sí seremos testigos de la ira de Dios. Que nos libre y guarde de los necios con poder.

NAVIS dijo...

TENEMOS QUE IDENTIFICAR A LOS MÈDICOS VERDUGOS.

Anónimo dijo...

Claro, típico de nazis. No Navis?

Anónimo dijo...

Manga de hijos de puta, Parásitos del Estado!!!! Viva el Estado Laico!!!!

Anónimo dijo...

Nazis no, Caballeros Cristianos, defensores de los pobres, de los huérfanos y de las viudas.

Anónimo dijo...

los ateos laicistas pro-genocidio de inocentes siempre muestran la hilacha, en todo ven nazis, menos donde deberían, es decir en sus espejos, nada más nazi que ellos. como dicen mis amigos españoles: "el estado laico me la suda" y también los laicistas descerebrados