Cardenal Bergoglio, tibio sin remedio

Ya se empuñan las armas homicidas

Y el Arzobispo sigue fiel a su estilo timorato 

¡Hay de los malos pastores que se apacientan a sí mismos!

No sabemos qué hubiera sido mejor, que el cardenal se callara frente a la legalización "ilícita" del aborto en la Ciudad de Buenos Aires, o que hiciera lo que hizo, un comunicado tibio digno de la Iglesia de Laodicea, es decir de la que está a punto de merecer el vómito divino.

Nos enteramos por AICA, que esta ha sido la respuesta de Mons. Bergoglio al genocidio que se pone en marcha en la ciudad (nuestros comentarios en rojo, disculpen no pudimos contenernos):

Comunicado del Card. Bergoglio

sobre la resolución para abortos no punibles

Ante la reglamentación del procedimiento sobre los casos de abortos no punibles (ANP) en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, percibimos una vez mas que se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer. Al hablar de una madre embarazada hablamos de dos vidas; ambas deben ser preservadas y respetadas pues la vida es de un valor absoluto.

A los niños abortados se les hace un mal aún mayor que quitarles la vida, a saber: impedirles el Bautismo. Pues la vida la entregan los mártires por fidelidad a Jesucristo, demostrando que no es ella el valor absoluto sino la visión beatífica, es decir, la salvación del alma.
¿No era conveniente que V.E. recordara aquí que los niños abortados mueren sin recibir la Iniciación Cristiana? Pues si bien es cierto que el aborto podría implicar un bautismo de sangre, por ser una invención que procede del odio demoníaco a la Cruz, no tenemos la seguridad del Sacramento.

La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, con la secuenciación del genoma humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental.” (CEA. “No una vida sino dos”. 2011)

La vida no está tutelada por los "derechos humanos" nacidos de la Revolución Francesa, que hoy son y mañana no, según lo decidan las cambiantes mayorías o las camarillas gobernantes. Es el mismo Dios quien manda respetarla en el V Mandamiento de su Ley. 

El aborto nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo.

¡Y esto a qué viene! Ya hay quienes tienen el puñal en la mano dispuestos a matar, habiendo antes hecho cambios "ilícitos" en las leyes para quedar impunes, y V. E. les habla como si no supieran lo que les dice? 

Esta decisión que amplía la despenalización del aborto cediendo a la presión del fallo de la Corte Suprema de la Nación, la cual excediendo sus competencias exhortó a aprobar protocolos, afectando de esta manera la división de poderes y vulnerando el federalismo, tiene consecuencias jurídicas, culturales y éticas porque las leyes configuran la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una “cultura de la muerte” (Evangelium vitae, n° 21).

Si bien es cierto lo que aquí se dice, lo principal fue disimulado. La mayor consecuencia no es jurídica ni cultural, sino ética, es decir, MORAL. El pecado es una ofenda a la majestad de Dios, no una transgresión simplemente; y los que maquinan contra él, más en este caso en que se comete un pecado que clama al cielo, muy probablemente reciban como castigo el fuego eterno. V.E. tiene la obligación de advertirles.

Ante esta lamentable decisión hacemos un llamado a todas las partes involucradas, a los fieles y ciudadanos para que, en un clima de máximo respeto, adoptemos medidas positivas de promoción y protección de la madre y su niño en todos los casos, a favor siempre del derecho a la vida humana.

+ Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j

Arzobispo de Buenos Aires

10 de Septiembre de 2012.

¿Eso es todo? ¡Va a comenzar la matanza de los inocentes y V.E. habla de "llamados y máximo respeto"! Por qué razón se olvido de incluir la palabra "diálogo", a la que es tan afecto y que tan buenas consecuencias nos ha traído, como se ve por las pías leyes sancionadas durante su episcopado.

Con todo respeto Monseñor, pero no podemos dejar de decirle lo que nos hubiera gustado que hiciera:

Decir a los cuatro vientos que el aborto es un crimen que clama al cielo, y que todos los responsables de esta política asesina, desde Mauricio Macri para abajo, quedarán automáticamente excomulgados cuando sea asesinado el primer porteño en el vientre de su madre.

Exhortar a los agentes sanitarios a desobedecer un "protocolo" que además de inconstitucional es inmoral, y apercibirlos de la excomunión en que incurriran si atentan contra la vida inocente.

Portarse, en fin, como un valiente Obispo de la Iglesia de Jesucristo, que para más viste la púrpura, signo de su disposición al martirio, y no como un personaje timorato que habla con eufemismos y sin nombrar a los enemigos de Dios y de las almas.

Y, concluyendo, permítanos también decirle con el máximo de los respetos: Si V.E. no quiere o no puede hacerlo, entonces váyase... si es que aspira a entrar un día en el Reino de los Cielos.

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