jueves, 2 de agosto de 2012

Confusión revolucionaria también en el Opus


Loas a las banderas revolucionarias desde la Obra

Por boca de su Vicario General en la Argentina


Banderas manchadas con sangre de mártires

Un comentarista nos acaba de señalar un artículo publicado el año anterior en el diario Clarín, por el que se advierte que la confusión, para decir poco, con relación a la Revolución Francesa, se extiende también a la jerarquía del Opus Dei.


El 20 de Agosto de 2011, casi un año atrás, Mons. Mariano Fazio Vicario del Opus Dei en la Argentina, y que ha sido rector de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, publicó un artículo bajo el título "El Papa nos dice que la vía es Jesús".
Allí exclama, en línea con el mensaje de Mons. Lozano (publicado en un post anterior), que quiere "gritar con fuerza lo mismo que hace tantos años ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!". ¿Creerá Mons. en la reencarnación?

Fuera de bromas, lo que no ha muerto es el espíritu del mundo, que a fines del Siglo XVIII aterró a la Europa cristiana y persiguió a los fieles; y está hoy encarnado en los enemigos de la Realeza de Cristo, cuyo exponente máximo son las sectas masónicas.
¿Se dará cuenta Mons. de que si quiere gritar lo mismo que los masones puede ser confundido con uno de ellos?

Veamos a continuación el artículo de Mons. Mariano Fazio, con nuestros comentarios en rojo:



Por Mons. Mariano Fazio

Todos los tiempos de la historia plantean un desafío a nuestra fe. Para nosotros, los cristianos del siglo XXI, radica en la apertura y la autenticidad. En reconocer y valorar la diversidad de dones y de formas de vivir la unión con Dios, y dar testimonio de nuestro encuentro con Él. Una vida que incluye, que abre las puertas e invita a entrar; una Iglesia que refleje a Cristo que perdona y abre los brazos para recibir a todos: esa Iglesia debemos ser cada uno.
¿Debemos pensar Mons. que los cristianos de otro tiempos eran, contrario sensu, cerrados (apertura) y falsos (autenticidad), y que no recibían a todos? A propósito: ¿a quiénes incluye el todos? ¿a los incrédulos a quienes no se predica, a los pecadores a quienes no se exige el arrepentimiento, a los falsos profetas a quienes se permite seguir engañando? ¿Recuerda que el Apóstol del Amor escribió palabras como: "Si alguien trae otra doctrina no le recibáis en casa ni le saludéis"

Quizá en otro tiempo, la luz de Dios resplandecía en las catedrales, las mitras, las cátedras, las leyes: hoy debe relucir en los cristianos comunes y corrientes. Juan Pablo II, siguiendo a Pablo VI, ha dicho que nuestra época necesita testigos antes que maestros.
En otro tiempo, Mons., si es que Ud. se refiere como parece a la Cristiandad (resplandecía en las leyes), la luz del Señor resplandecía en lo que Ud. dice y, por lo tanto, en todos los ámbitos de la sociedad incluyendo a las familias y a los creyentes que son su basamento. Quizá Ud. quiere decir que, como hoy no hay Cristiandad -es decir el mundo humano bajo Cristo está prácticamente liquidado- sino cristianos sueltos, la Verdad no puede refulgir en la sociedad y entonces debe hacerlo sólo en las personas. En ese caso acordamos, pero, para lograrlo, hacen falta maestros con mayúscula, sin los cuales no habrá testigos.

Vivimos días de búsqueda, en los que palabras como indignación, revuelta, insatisfacción, poseen una especial resonancia. La sociedad de consumo no logra saciar al hombre, y los jóvenes lo denuncian. Ese es nuestro eclipse.
Nuestro eclipse es no haber enseñado a la juventud, desde la más tierna infancia, que Jesucristo es el Señor, sin vueltas ni componendas, por cuyo amor hay que jugarlo todo. Es haber anestesiado y corrompido el sentido juvenil de la lucha y de la heroicidad, tras banderas infamantes como las que Ud. anhela vitorear. De ahí la insatisfacción, el tedio, la angustia, la desesperación. Nuestro eclipse es en gran parte, nuestra culpa.

Sin embargo, los hombres y las mujeres de hoy no renunciamos a los ideales grandes, queremos gritar con fuerza lo mismo que hace tantos años “¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!”. Oh lalá, está todo dicho, ¿vale la pena seguir?

No queremos ceder al cinismo o al conformismo. El Papa Benedicto XVI nos dice que Jesús es el camino para llenar estas expectativas: la vida cristiana es encuentro personal con Cristo. No es una ideología, una doctrina, un programa ético. Es diálogo, confianza, amor. Benedicto XVI nos desafía a todos y nos muestra su juventud: un mundo distinto es posible. Que tu vida no sea una vida estéril, que sea algo grande, depende de vos: si dejás entrar a Dios en ella, puede ser como la vida de Dios.
Lo que hay que recordar a la juventud, es que Dios se ha revelado porque quiere que lo conozcamos y amemos como Él es. Que de esa revelación surge una doctrina que la Iglesia custodiará hasta el fin de los tiempos, y que conviene conocer para amar mejor al Señor y vivir en plenitud "el encuentro personal con Cristo";  porque se vive según se cree y según se reza.
Si la vida cristiana, como dice el autor, no surge de una doctrina sino del diálogo: ¿nos estará sobrando también el Credo?.



11 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto es lo que enseñaba San Josemaría sobre la Realeza de Cristo y el laicismo (ver las citas debajo). Aclaro que el año pasado fue publicada una crítica a las ideas de Mons. Fazio y otros pensadores de su línea, en el Diario de Filosofía del Derecho de "El Derecho", bajo el título "Los neomaritaineanos". Su autor fue miembro del Opus Dei, actualmente es cooperador de la Obra y trabaja en instituciones educativas relacionadas con la Prelatura...

Don Juan de Austria (desde la Taberna del Fin del Mundo)

CITAS DE SAN JOSEMARÍA (I)

“Muchos no soportan que Cristo reine; se oponen a El de mil formas: en los diseños generales del mundo y de la convivencia humana; en las costumbres, en la ciencia, en el arte. ¡Hasta en la misma vida de la Iglesia! Yo no hablo —escribe S. Agustín— de los malvados que blasfeman de Cristo. Son raros, en efecto, los que lo blasfeman con la lengua, pero son muchos los que lo blasfeman con la propia conducta (…) A algunos les molesta incluso la expresión Cristo Rey: por una superficial cuestión de palabras, como si el reinado de Cristo pudiese confundirse con fórmulas políticas; o porque, la confesión de la realeza del Señor, les llevaría a admitir una ley. Y no toleran la ley, ni siquiera la del precepto entrañable de la caridad, porque no desean acercarse al amor de Dios: ambicionan sólo servir al propio egoísmo (...) Por El reinan los reyes, con la diferencia de que los reyes, las autoridades humanas, pasan; y el reino de Cristo permanecerá por toda la eternidad, su reino es un reino eterno y su dominación perdura de generación en generación. El reino de Cristo no es un modo de decir, ni una imagen retórica. Cristo vive, también como hombre, con aquel mismo cuerpo que asumió en la Encarnación, que resucitó después de la Cruz y subsiste glorificado en la Persona del Verbo juntamente con su alma humana. Cristo, Dios y Hombre verdadero, vive y reina y es el Señor del mundo. Sólo por El se mantiene en vida todo lo que vive” (Es Cristo que pasa, Homilía “Cristo Rey”)

Anónimo dijo...

CITAS DE SAN JOSEMARÍA (II)


“Aconfesionalismo. Neutralidad. —Viejos mitos que intentan siempre remozarse.

¿Te has molestado en meditar lo absurdo que es dejar de ser católico, al entrar en la Universidad o en la Asociación profesional o en la Asamblea sabia o en el Parlamento, como quien deja el sombrero en la puerta?” (Camino, nº 353)

“Un error fundamental del que debes guardarte: pensar que las costumbres y exigencias —nobles y legítimas—, de tu tiempo o de tu ambiente, no pueden ser ordenadas y ajustadas a la santidad de la doctrina moral de Jesucristo.

Fíjate que he precisado: las nobles y legítimas. Las otras carecen de derecho de ciudadanía” (Surco, nº 307)

“No podemos cruzarnos de brazos, cuando una sutil persecución condena a la Iglesia a morir de inedia, relegándola fuera de la vida pública y, sobre todo, impidiéndole intervenir en la educación, en la cultura, en la vida familiar.

No son derechos nuestros: son de Dios, y a nosotros, los católicos, El los ha confiado..., ¡para que los ejercitemos!” (Surco, nº 310)

“Muchas realidades materiales, técnicas, económicas, sociales, políticas, culturales..., abandonadas a sí mismas, o en manos de quienes carecen de la luz de nuestra fe, se convierten en obstáculos formidables para la vida sobrenatural: forman como un coto cerrado y hostil a la Iglesia.

Tú, por cristiano —investigador, literato, científico, político, trabajador...—, tienes el deber de santificar esas realidades. Recuerda que el universo entero —escribe el Apóstol— está gimiendo como en dolores de parto, esperando la liberación de los hijos de Dios” (Surco, nº 311)

“Vociferan los sectarios contra lo que llaman “nuestro fanatismo”, porque los siglos pasan y la Fe católica permanece inmutable.

En cambio, el fanatismo de los sectarios —porque no guarda relación con la verdad— cambia en cada tiempo de vestidura, alzando contra la Santa Iglesia el espantajo de meras palabras, vacías de contenido por sus hechos: “libertad”, que encadena; “progreso”, que devuelve a la selva; “ciencia”, que esconde ignorancia... Siempre un pabellón que encubre vieja mercancía averiada.
¡Ojalá se haga cada día más fuerte “tu fanatismo” por la Fe, única defensa de la única Verdad!” (Surco, nº 933)

Anónimo dijo...

CITAS DE SAN JOSEMARÍA (III)


“Esas medidas, que toman algunos gobiernos para asegurarse de la muerte de la fe en sus países, me recuerdan los sellos del Sanedrín en el Sepulcro de Jesús.

—El, que no estaba sujeto a nada ni a nadie, a pesar de esas trabas, ¡resucitó!" (Forja, nº 259)

"Los enemigos de Dios y de su Iglesia, manejados por el odio imperecedero de satanás, se mueven y se organizan sin tregua.

Con una constancia "ejemplar", preparan sus cuadros, mantienen escuelas, directivos y agitadores y, con una acción disimulada —pero eficaz—, propagan sus ideas, y llevan —a los hogares y a los lugares de trabajo— su semilla destructora de toda ideología religiosa.

—¿Qué no habremos de hacer los cristianos por servir al Dios nuestro, siempre con la verdad?” (Forja, nº 466)

“Hoy se ataca a nuestra Madre la Iglesia en lo social y desde el gobierno de los pueblos. Por eso envía Dios a sus hijos —¡a ti!— a luchar, y a difundir la verdad en esas tareas” (Forja, nº 722)

“Los enemigos de Jesús —y algunos que se dicen sus amigos—, cubiertos con la armadura de la ciencia humana, empuñando la espada del poder, se ríen de los cristianos como el filisteo se reía de David, despreciándole.

También ahora caerá por tierra el Goliat del odio, de la falsía, de la prepotencia, del laicismo, del indiferentismo...; y entonces, herido el gigantón de esas falsas ideologías por las armas aparentemente débiles del espíritu cristiano —oración, expiación, acción—, le despojaremos de la armadura de sus erróneas doctrinas, para revestir a nuestros hermanos los hombres con la verdadera ciencia: la cultura y la práctica cristiana” (Forja, nº 974)

“En las campañas contra la Iglesia, maquinan muchas organizaciones —a veces del brazo de los que se llaman buenos—, que mueven al pueblo con prensa, hojas, pasquines, calumnias, propaganda hablada. Después lo llevan por donde quieren: al mismo infierno. Pretenden que la masa sea amorfa, como si las personas no tuvieran alma..., y dan compasión.

Pero, como tienen alma, hay que arrancarlas de las garras de esas organizaciones del mal y ponerlas al servicio de Dios” (Forja, nº 975)

Anónimo dijo...

CITAS DE SAN JOSEMARÍA (IV)

Carta de San Josemaría al Generalísimo Francisco Franco Bahamonde

"Al Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado Español.

Excelencia,

No quiero dejar de unir a las muchas felicitaciones que habría recibido, con motivo de la promulgación de los Principios Fundamentales, la mía personal más sincera.

La obligada ausencia de la Patria en servicio de Dios y de las almas, lejos de debilitar mi amor a España, ha venido, si cabe, a acrecentarlo. Con la perspectiva que se adquiere en esta Roma Eterna he podido ver mejor que nunca la hermosura de esa hija predilecta de la Iglesia que es mi Patria, de la que el Señor se ha servido en tantas ocasiones como instrumento para la defensa y propagación de la Santa Fe Católica en el mundo.

Aunque apartado de toda actividad política, no he podido por menos de alegrarme, como sacerdote y como español, de que la voz autorizada del Jefe del Estado proclame que "la Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única y verdadera y Fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación". En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituídas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.

Pido a Dios Nuestro Señor que colme a Vuestra Excelencia de toda suerte de venturas y le depare gracia abundante en el desempeño de la alta misión que tiene confiada.

Reciba, Excelencia, el testimonio de mi consideración personal más distinguida con la seguridad de mis oraciones para toda su familia.

De Vuestra Excelencia affmo. in Domino

Josemaría Escrivá de Balaguer

Roma, 23 de mayo de 1958"

(Revista “Razón Española”, enero- febrero 2001)

Página Católica dijo...

Quizá Ud. nos pueda enlazar el trabajo al que se refiere (sobre los neomaritaineanos. Se lo vamos a agradecer.
cualquier novedad la puede dejar aquí o por mail:
pagina.catolica@yahoo.com.ar

Saludos y gracias.

Catolicidad dijo...

LA REVOLUCIÓN PERMANENTE

Derivado de que el empleo de la persecución religiosa como vía única no ha dado históricamente todos los frutos esperados y considerando, además, que la sangre de los mártires ha sido siempre semilla fecunda que hace germinar más católicos firmes y decididos a defender su fe, hoy en día el accionar de la Revolución permanente, de la Revolución anticristiana, es distinto: Opera a través de la infiltración ideológica en los mismos creyentes, contaminando la propia ideología católica con los "valores" del relativismo moral y doctrinal, e imponiendo -sutilmente- en la sociedad los principios proclamados en 1789. Esa Revolución ha evolucionado y hoy -tras el devenir histórico- está más viva que nunca, y se ha infiltrado en todos los ámbitos preparando el gran asalto final por todos los medios -incluida la labor quintacolumnista en la propia Iglesia Católica a la que intenta socavar-. De este modo, programa un asalto interno y externo, ideológico pero también material, donde no sólo el engaño estará operante en lo intelectual sino combinado también con la violencia, buscando aniquilar toda resistencia a sus planes de dominio, siempre en nombre de los "valores" que enarbola -libertad, igualdad y fraternidad- interpretándolos con su propia filosofía que -en última instancia- pretende hacer del hombre un "dios" y declarar -ahora sí- que el Dios verdadero de los cristianos y su Iglesia han sucumbido sacrificados en nombre de la dizque "diosa-razón" por medio de un sincretismo ideológico, donde cada quien tendrá su propia versión subjetiva de la "verdad" en una gran confederación de falsas religiones y paganismo. El plan está ya a la vista de quien quiera verlo, pues ha dado ya grandes y significativos pasos.

La Revolución anticristiana programa y prepara, así, de manera permanente, unas generaciones "dignas" para cuando arribe -tarde o temprano- el Anticristo.

sigue...

Catolicidad dijo...

(Viene de arriba)

En nuestras manos está ser envueltos o no en ese programa materialista que exalta el hedonismo, la sociedad secularizada sin Dios, el terrorismo intrauterino contra los no natos, la rectoría antinatal y microabortiva, la libertad de pecar en nombre del pluralismo, el afán de lucro por sobre todo y el control económico; así como también la uniformidad de los criterios mediante la socialización del pensamiento dirigido, manipulado y atrapado por lo que difunden los medios informativos donde la Revolución, sutil pero eficazmente, dictaminará lo que es o no políticamente correcto; asimismo, la destrucción de la familia natural (con el divorcio, los dizque "matrimonios" gay y las adopciones por parte de homosexuales), la indistinción de los géneros, la libertad para sostener como un "derecho" la difusión, exposición y práctica de cualquier criterio amoral, y la negación de que existan verdades absolutas (paradojicamente afirmando esto como la más absoluta de las verdades). Este programa incluye, además, la relajación de toda costumbre moral (las modas indecentes, el sexo prematrimonial, el amor libre, el adulterio, etc.), la propagación de todo tipo de superticiones (astrología, adivinación, limpias, espiritismo, ouijas, new age, hinduismo, etc.), y, finalmente, hasta llegar al satanismo mismo que actualmente ya está presente en diversos países.

LA SOLUCIÓN

El que es fiel en lo poco, lo será en lo mucho...

¿Cómo escapar a todo esto? Solamente aferrándonos a Cristo y a su Cruz, a la Iglesia Católica Romana y a la verdadera e incontaminada doctrina que Cristo le confió. Apartándonos de los falsos pastores modernistas que adulteran la fe o la moral. Conduciendo a los nuestros por ese único camino estrecho que nos llevará a la salvación si permanecemos fieles hasta el final. No cediendo un ápice al programa revolucionario, pues si se llega abrir un tanto la puerta, éste se colará poco a poco, imperceptiblemente, de manera que finalmente todo lo envolverá en mayor o menor medida. ¡Al hacerlo así, inicialmente pasará inadvertido!. Todo es cuestión de tiempo y nadie está exento. Finalmente se acaba -con los años- cediendo a lo que jamás se supuso. Todo es cuestión de empezar a contemporizar con lo que parecía de poca monta. No lo hagamos porque el que es, primero, infiel en lo poco, terminará siéndolo en lo mucho. No nos separemos nunca de Cristo. Finalmente el triunfo será suyo, pues las puertas del infierno no prevalecerán contra su Iglesia.

La escena del video presentado en este post es realmente ejemplar y aleccionadora. Ojalá que nosotros, al igual que estas religiosas, estemos siempre en la disposición de dar todo por Cristo-Dios, sea esto lo que sea, incluso la vida misma. Pidamos a Dios la gracia de serle fieles siempre y no contemporizar nunca con esa Revolución permanente, esa Revolución anticristiana que programa apartarnos eternamente de Él.

En nosotros está no permitirlo nunca.

Atte.

Anónimo dijo...

Es muy lamentable que nuestros obispos ayuden a la confusión en vez de ser la voz clara y potente que necesitamos hoy mas que nunca.

Ricardo dijo...

En el post anterior yo comentaba mi asombro por lo que consideraba una inaceptable alabanza a la Francesada en un colegio católico dirigido por un cura adscripto al Opus. Y hablo de 15 años atrás.
Bueno, por lo que aquí se aporta está visto que el pobre cura seguía la línea que le bajaban del Opus en este punto tan emblemático: la mayor caza y carnicería de cristianos de la historia, hasta ese momento.
Esperemos que la gente honesta del Opus, la que se considere y sea realmente fiel a las enseñanzas de su santo fundador, tome la debida nota y se decidan a corregir una deriva que no parece menor.
Ni por la temática que se predica, ni por la jerarquía del predicaror.

NABO NAVIS dijo...

Podrían sacar la palabra "católica" de la Web, gracias. Les paso un link para que busquen una idea para los que siembran cizaña:
http://www.fercam.com.ar

Anónimo dijo...

Gracias por estas citas de San Josemaría... lamentablemente muchos de sus "hijos" se han degenerado.
Prueba de esto es la Universidad Austral, del "Opus Dei", con profesores liberales dando cátedra... Algunos de ellos tratando de tapar con su actual "postura" ciertos "errores" inconfesables del pasado. Pero claro, de qué serviría hablar con el Sr. Vicario en Argentina si es de la misma calaña que aquellos...