lunes, 20 de junio de 2011

Mons. Fellay desmiente rumores


Ningún ofrecimiento ha sido hecho a la Fraternidad

"El artículo 19 no es un acto de reconciliación sino de guerra" (1)


Despliegue esta entrada para oír, en inglés, las palabras de Mons. Fellay. Interpretación de Página Católica.


En una homilía pronunciada en el Semimario de Winona (USA), el 17 de Junio pasado, durante la Misa en que fueron ordenados 11 diáconos y 5 presbíteros, el Superior General de la Fraternidad San Pío X, Mons. Fellay, desmintió los rumores que han circulado este mes con referencia a una inminente regularización canónica de esa Asociación.

A manera de ejemplo del enfrentamiento entre los sectores progresistas y tradicionalistas dentro de la Iglesia, Mons. Fellay resaltó la contradicción que se advierte entre la amplia concesión reafirmada por Universæ Ecclesiæ, y el artículo 19 de la misma, por el cual se excluyen de sus beneficios a los críticos de la Nueva Misa. Ese artículo, dijo, "no es un acto de reconciliación sino de guerra". He aquí sus palabras según nuestra traducción:

"Para mostrar cuán limitado está el Papa en sus acciones, basta mirar la reciente instrucción sobre la Misa, un buen ejemplo de las fuerzas contradictoras que actúan en Roma. Por un lado, es obvio que en el texto se ve la voluntad de difundir la Misa por todas partes, de manera que para cualquier alma sea posible, no solamente oírla, sino también solicitar la antigua forma de administrar los sacramentos. Todos los libros litúrgicos antiguos siguen en vigencia.

Pero, al mismo tiempo, nos encontramos con sorprendentes restricciones, la primera de las cuales dispone que los únicos seminarios que pueden ordenar según la forma antigua, son los regidos por la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. ¿Por qué se dice, entones, (en el mismo texto) que el Pontifical, que contiene la antigua forma de ordenación, está en vigencia?...

Por un lado se ve la voluntad de poner a disposición de los fieles del mundo entero la misa antigua, pero al mismo tiempo tenemos el artículo 19, que establece que solamente pueden beneficiarse con esto, los fieles que no pertenezcan, ni siquiera ayuden, a grupos que estén en contra de la Nueva Misa. ¡Pero si el 95 % de los que quieren la Misa antigua están en contra de la Nueva! ¿Por qué quieren la Vieja Misa? Ni siquiera pensarían en ella si estuvieran felices con la Nueva. Pero no... para aquellos que dudan de la validez o de la legitimidad de la Nueva Misa... ¡nada, nada! ¡Esto ya no es un acto de reconciliación sino de guerra!

Creo que estas profundas discrepancias en un mismo texto, se pueden justificar solamente por las divisiones que existen en el seno del Vaticano, en donde cada una de las fuerzas en pugna quiere obtener algo. ¡Y nosotros, por supuesto, estamos en el medio!"

Luego de esta parte, que nos pareció indispensable traducir para entender el resto, Mons. Fellay afirmó que son sólo invenciones los rumores recientes:

"Han oído toda clase de rumores, absolutamente todos, tanto posibles como imposibles... Por favor, queridos hermanos, no hagan caso de estos rumores. Cualquier cosa que llegáramos a saber, se la diremos. No hemos sabido nada... y si nada les hemos dicho, es porque nada pasa. Algunos dicen que... no sé que cosa está a punto de ocurrir... ¡No, no es verdad!

La verdad es que he sido llamado por el Cardenal Levada, para una audiencia que se concretará a mediados de Septiembre en Roma... es lo único que sé. Luego de eso, se ha dicho que los documentos de las discusiones (se refiere a las que acaban de terminar en Roma) se someterán a las más altas autoridades de la Iglesia. Textuales palabras. Es lo único que sé sobre el futuro, todo lo demás son inventos. Así que por favor, no hagan caso de estos rumores.

Todo esto demuestra que la lucha continúa. Creo que hay dos peligros hoy día: el primero, la ilusión de creer que todo está bien y que la lucha ha terminado. ¡Esto es sólo una enorme ilusión! Les puedo garantizar que si algún día Roma finalmente regularizara nuestra situación canónica, ¡esta lucha no habrá terminado... no será el fin!
Pero, todavía falta para eso.
Y ¿cúanto tiempo tendremos que esperar? No sé, no tengo la menor idea".

El otro peligro al que se refirió el obispo, es considerar que nada se puede hacer ya y, en consecuencia, caer en el desaliento. Agregando que la mejor arma para evitar estos excesos, la ilusión y el desaliento, es el rezo ferviente del Santísimo Rosario.

Estamos de acuerdo con Mons. Fellay en considerar que, de mantenerse las condiciones actuales que reinan en la Iglesia al momento de la futura regularización canónica, la lucha de la Fraternidad no habrá terminado, sino al contrario: un poderoso brazo de la tradición se unirá a la que llevan varios sectores desde "adentro" de la Iglesia.

Queremos, por último, resaltar una frase del final de su homilía: “No debemos esperar cosas buenas para la Iglesia conseguidas mediante acuerdos humanos, sino por medios sobrenaturales, de los cuales la oración es uno de los más efectivos".

Sigamos, pues, rezando por la justa paz en el seno de la Iglesia, y por la pronta regularización canónica de la Fraternidad San Pío X.

(1): Se entiende que este acto de guerra proviene de los sectores progresistas de la Curia Romana, que obstaculizan la acción conciliadora del pontífice. Mons. Fellay da el ejemplo de una abadía benedictina alemana que pidió volver a las reglas anteriores al Concilio, lo cual, a pesar de haber sido personalmente aprobado por el Papa, fue cajoneado durante meses en los dicasterios correspondientes, obligando a una segunda intervención personal del Pontífice.


Fragmento de la Homilía de Mons. Fellay en Winona
(en Inglés)





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando leo notas relativas a las conversaciones de las actuales autoridades con la FSSPX no puede evitar una sensaciòn contradictoria.
Sin pertenecer a la Fraternidad, como catòlico, deseo fervientemente su regularizaciòn canònica. Pero, al mismo tiempo, dudo, por cuanto no se si aquella regularizaciòn implicará el cese de la defensa de la doctrina tradicional que la FSSPX realiza, con la aceptaciòn de las "novedades" conciliares y postconciliares.
Es que la divergencia en determinados temas entre lo anterior al Vat.II y lo que sigue, aùn no està resuelta.
Comparto con ud. estos pensamientos, sin hallar una respuesta precisa.
Saludos cordiales

Anónimo dijo...

Me parece muy buena la información que brinda la página. Quisiera saber si pasó algo que no se publicaron mas cosas sobre Mons Zecca...

Página Católica dijo...

Con respecto a Mons. Zecca, lo único que hay que hacer es rezar para que sea un buen obispo. Gracias.