jueves, 10 de marzo de 2011

¡Denuncian al Padre Michel!


Al Obispo de Évreaux no le basta con la excomunión,
intenta llevarlo a los tribunales por abuso de confianza.

Vea también las únicas declaraciones efectuadas por el
padre Michel desde su residencia,
luego de la amenaza de excomunión.



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(Subtitulado por Página Católica)

Hace poco, publicamos una nota de Osservatore Vaticano en la que se hacía referencia a métodos deshonestos utilizados por el Obispo de Èvreaux y sus colaboradores, para aplastar cualquier oposición en Thiberville. Allí se decía:

"Porque siempre han dejado entender que tienen, si así pueden ser llamados, unos "informes" sobre el párroco destituido.
Yo no lo conozco personalmente, ni soy su confesor. No sé si estos supuestos informes son ciertos o no... Lo único que sé es que proceder por insinuaciones jamás asumidas, es bastante escandaloso; sea que el padre Michel se haya portado inadecuadamente y merezca ser removido, sea que estas "carpetas" estén vacías y se trate de puras calumnias".

La semana pasada, Mons. Nourrichard comenzó a "blanquear" lentamente estas acusaciones. Primero le dijo a la agencia AFP, en el mismo reportaje en el que amenazó con la excomunión a los Thibervillenses: "He sido también alertado sobre cosas más graves".
Se pudo pensar entonces que el obispo tenía una "bomba" demoledora en sus manos, porque se trataba de algo más grave que la "desobediencia" causante de la posible Excomunión. A propósito: ¿Con qué podrá castigar el ciudadano Nourrichard algo más grave que lo que merece la Excomunión? A lo mejor busca una guillotina en algún museo.

Posteriormente, en las declaraciones que se ven en el video de arriba, el Obispo hizo explotar lo que resultó un fiasco: "gente de la parroquia me ha advertido de problemas financieros y yo he pedido a la Justicia que investigue porque quiero conocer la verdad"

Se ve que para Mons. Nourrichard Mammona Iniquitatis (el Dinero) es más importante que Cristo. Porque los posibles problemas financieros, son algo más grave que la potencial "desobediencia" del cura, en el caso en que celebre los sacramentos que ha sido conminado a no celebrar. Esto no es un juicio sobre sus intenciones, es un hecho, él lo dijo.

Lo cierto es que el padre Michel ha sido demandado por el obispo. Según publicó Le Figaro el 2 de Marzo pasado el fiscal de Évreux, Dominique Laurens, confirmó a la AFP que una investigación judicial había sido abierta el 14 de octubre pasado, como consecuencia de una demanda por "malversación de fondos y abuso de confianza" presentada en el fuero civil contra el padre Michel por la Asociación Diocesana.
El abogado de esta asociación, Laurence De Palma-Papet, dijo que el ex cura "se ha negado sistemáticamente a ofrecer cuentas auditadas", según el procedimiento de auditoría financiera establecido por el Obispado en 2005, y que la denuncia inicial fue radicada por un fiel en la sede policial de Bernay (de cuya parroquia depende ahora Thiberville).

Ahora bien, lo que no dijo el abogado de la Asociación es que, con la libreta de almacenero que nos imaginamos utiliza el padre Michel, en lugar del procedimiento de certificación del obispado (que vaya a saber cuánto les cuesta en conceptos de honorarios profesionales), la parroquia de Thiberville era la mayor aportante per cápita al tesoro del obispo. En 2010, le han transferido la suma de 25.000 Euros, aproximadamente 5 Euros por persona, cuando el promedio del Obispado es de 2,20 Euros (El número de donantes fijos es cercano al 4 % de los habitantes del pueblo, mientras que para el Obispado esa cifra da 1,3 %).
Nos imaginamos las fabulosas sumas que podría haber transferido el padre Michel de haber aplicado los procedimientos tecnocráticos del obispo, los mismos que él aplica para intentar controlar la ruina financiera en la que se abate su diócesis por falta de donantes.
Lo que no se quiere entender en estos ambientes de curas franceses juramentados, es que el problema radica justamente en la doctrina que enseñan y la liturgia que practican. Ellos con todo las técnicas contables y financieras que la modernidad pone a su disposición, jamás lograrán lo que un sólo cura tradicional con su libreta de almacenero. ¡A los hechos nos remitimos!

Por otro lado, el obispo no es muy fiel a los sus principios democráticos, porque le lleva el apunte a un fiel que fue a denunciar y desoye el petitorio de 5.000 firmas (el 100 % de la población) levantado el domingo 27 de Febrero, a la salida de la última misa, en el que se pide la permanencia del padre Michel. ¿No es acaso cultor del axioma "Vox populi, vox Dei"? Según para qué lado esté el "populi", si es para el de él, vale, y sino, no.

Llama también poderosamente la atención que, habiendo él decretado la "expulsión" del padre Michel en Julio de 2009, con la previsión que el decreto se efectivizara el 4 de Enero de 2010, día en que se le sublevaron los fieles en las narices y no pudo celebrar la santa Misa: ¿A qué viene esta denuncia en Octubre de 2010? Huele a cosa preparada para inclinar el fiel de la balanza en Roma, o para tener razón de cualquier modo.

Puede ser que el padre Michel haya cometido algún error en sus cuentas, pero si tenemos que seguir las palabras del Señor, "por sus frutos los conoceréis", nos inclinamos a pensar que esta denuncia es una patraña más del ciudadano Nourrichard, obispo de Évreaux, una de las diócesis más desastrosas de Francia.

Mientras esperamos la resolución del caso, recemos por el padre Michel que permanece encerrado "oficialmente" en la Casa Parroquial de Thiberville, mientras 13 pueblos se han quedado sin cura de almas. Si esto no es del Demonio: ¿de quién puede ser?

Para enviar mensajes de apoyo al Padre Francis Michel, aún en Castellano, dirigirse al siguiente Email:
Comité de Apoyo al R.P. Mons. Francis Michel

3 comentarios:

Página Católica dijo...

Por favor, deje su comentario. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

A mi este asunto no me huele bien, a mi parecer el P. Michel debería acatar las decisiones de su obispo, esto mas alla si sean justas o injustas. No le compete a el juzgar las sentencias de su superior, y si resulta ser una injusticia, que la viva como Cristo nos enseño.
Saludos

Página Católica dijo...

Bien no huele, por supuesto. Es un durísimo ataque del modernismo a la tradición.
Hay que aclarar que el Padre Michel ha obedecido al obispo, es decir se fue de la parroquia. La disputa está centrada ahora en el lugar de su residencia. Él prefiere permanecer en donde ha vivido los últimos 25 años. Me parece que el obispo no puede obligarlo a salir de allí si no le da ningún ministerio.