Monición para el XXVI Domingo del Tiempo Ordinario
Ciclo C
Dicen los entendidos en Sagradas Escrituras que Jesucristo Nuestro Señor se refirió 14 veces al Infierno; no obstante, hay muchos que niegan su existencia o la desvirtúan diciendo que está vacío.
Pero, así como quien dice que se puede vivir sin ingerir alimentos corre el riesgo de morirse de hambre, si es consecuente con su palabra; así también, el que insensatamente niega el infierno se arriesga a entregar su alma a la muerte eterna; porque la Justicia de Dios dará finalmente a cada uno lo que le corresponde.
La Majestuosa sinfonía que es el sermón de la Montaña nos dice: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia, porque serán saciados".
Serán saciados aquellos que viven desprendidos de los bienes materiales, que no son esclavos del dinero, que no venden por un puñado de monedas la libertad, la justicia, la honestidad y el honor.
Sin moral, sin valores espirituales, sin corazón, la riquezas y el poder son una fuerza retrógrada que debilita los pueblos, degenera las costumbres, altera la política y ahoga la vida con el crimen del aborto.
Pero, que nadie se engañe, a todos los que viven despreciando la Justicia Divina, el Señor prometió decirles: "Apartaos de mi, malditos; id al fuego eterno que fue preparado para el Demonio y su ángeles, porque tuve hambre y no me diste de comer..." (Mt. 25, 41-42).
Pongamos confiadamente nuestras vidas y nuestras almas en manos de Señor, cumpliendo sus mandatos, para que no seamos contados entre quienes leerán el terrible anuncio que, según el Dante y con negras letras, está grabado en el dintel de las puertas del Infierno:
Pero, así como quien dice que se puede vivir sin ingerir alimentos corre el riesgo de morirse de hambre, si es consecuente con su palabra; así también, el que insensatamente niega el infierno se arriesga a entregar su alma a la muerte eterna; porque la Justicia de Dios dará finalmente a cada uno lo que le corresponde.
La Majestuosa sinfonía que es el sermón de la Montaña nos dice: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia, porque serán saciados".
Serán saciados aquellos que viven desprendidos de los bienes materiales, que no son esclavos del dinero, que no venden por un puñado de monedas la libertad, la justicia, la honestidad y el honor.
Sin moral, sin valores espirituales, sin corazón, la riquezas y el poder son una fuerza retrógrada que debilita los pueblos, degenera las costumbres, altera la política y ahoga la vida con el crimen del aborto.
Pero, que nadie se engañe, a todos los que viven despreciando la Justicia Divina, el Señor prometió decirles: "Apartaos de mi, malditos; id al fuego eterno que fue preparado para el Demonio y su ángeles, porque tuve hambre y no me diste de comer..." (Mt. 25, 41-42).
Pongamos confiadamente nuestras vidas y nuestras almas en manos de Señor, cumpliendo sus mandatos, para que no seamos contados entre quienes leerán el terrible anuncio que, según el Dante y con negras letras, está grabado en el dintel de las puertas del Infierno:
"Abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis"
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2 comentarios:
Hoy que no se predica casi sobre el infierno y es motivo de burla para muchos, por eso es bueno meditar:
1-Una fe que ignora a Satanás nunca comprenderá, el alcance la redención.
2-Quien ignora el infierno, suprime también el pecado y deja de entender la obra de Cristo
3-La historia humana es una tremenda lucha contra las potencias de las tinieblas, lucha iniciada en el origen del mundo.
Tomado de Gabriel Amorth: Habla un Exorcista, que leamos este libro una y muchas veces.
En la secta modernista no se habla del infierno, porque los modernistas son origenistas, es decir, piensan que dado que Cristo murió por todos los hombres y Dios es infinitamente misericordioso todos se van a salvar. El origenismo ya está insinuado en "Lumen gentium" y "Gaudium et spes".
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