Se confirma oficialmente
que no habrá acolitado femenino en la Misa Tridentina
Cuando publicamos un breve comentario a la Instrucción Universæ Ecclesiæ, dijimos, con las palabras copiadas a continuación, que en el artículo 28 quedaba claro la imposibilidad de designar "monaguillas" para la celebración del Modo Extraordinario del Rito Romano:
Quedan totalmente excluidas de la forma Extraordinaria, las monaguillas, ministros extraordinarios de la Comunión, etc., porque (28): “...el motu proprio Summorum Pontificum deroga aquellas medidas legislativas inherentes a los ritos sagrados, promulgadas a partir de 1962, que sean incompatibles con las rúbricas de los libros litúrgicos vigentes en 1962”.
El pasado 19 de Mayo, a los pocos días de la publicación del mencionado documento, Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei que, por delegación del Santo Padre, tiene potestad para supervisar la observancia y aplicación de las disposiciones del Motu Proprio Summorum Pontificum, se ha referido al asunto en respuesta a una consulta de un fiel del Reino Unido de Gran Bretaña. La publicamos tal como está en el blog que la dio a conocer (LMS Chiarman), juntamente con nuestra traducción. Puede constatarse que la interpretación que hicimos en su momento fue acertada.
Cabe preguntarse: ¿por qué lo que está permitido en un Modo no lo está en el otro? ¿Acaso no son dos formas de la misma Tradición?
La respuesta para nosotros es clara: la presencia de mujeres en el altar no es tradicional (se trata de una innovación), y no tiene objeto ninguno porque el servicio del altar es, fundamentalmente, semillero de vocaciones. Probablemente, los novadores tuvieran el futuro sacerdocio femenino en mente al momento de innovar. Lo cual ha sido firme y definitivamente rechazado por Juan Pablo II.
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Pontificia Comisión Ecclesia Dei
Ciudad del Vaticano, 19 de Mayo de 2011
Estimado ...
Esta Pontificia Comisión le agradece su amable carta en la que, esencialmente, ha preguntado acerca de la posibilidad de que sean convocadas mujeres para el servicio del altar, en el Modo Extraordinario del Rito Romano.
En la Instrucción publicada por esta Pontificia Comisión, aprobada por el Santo Padre en una audiencia concedida a su Presidente, la misma ha establecido ya su posición al respecto, en el artículo 28 que cito a continuación:
- Además, en virtud de su carácter de ley especial, dentro de su ámbito propio, el Motu Proprio "Summorum Pontificum" deroga aquellas medidas legislativas inherentes a los ritos sagrados, promulgadas a partir de 1962, que sean incompatibles con las rúbricas de los libros litúrgicos vigentes en 1962.
En consecuencia, la Circular que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos emitiera en 1994 (cf. Notitiæ 30 [1994] 333-335) (1) permitiendo el servicio del altar por parte de mujeres, no rige para la Forma Extraordinaria.
Con mis mejores y más cordiales deseos y saludos, me despido de Ud. en Cristo.
Mons. Guido Pozzo
Secretario
(1): Notitiæ es la publicación oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
5 comentarios:
Por favor, deje su comentario. Muchas gracias.
Pero ¿Cómo? ¿Hay 2 Iglesias? ¿En una Misa se puede con monaguillas y en otras no?
El relativismo del Concilio Vaticano II en su todo vale ya llega al ridiculo: En una Iglesia en la Misa se permiten monaguillas, en la de la otra cuadra no.
Una de las dos cosas no es correcta ¿Cual será, la que se hizo durante 1950 años o la que se hace desde hace 50 años?
Es el precio de destruir la Tradición como se ha hecho.
@Hector el Cruzado:
Fíjate que es menos de 50 años, si nos hemos de guiar por la fecha de la circular (1994). De hecho, me acuerdo que no hará mucho que se puso «de moda». O sea, es una de tantas cosas que se han ido introduciendo mediante la técnica del salchichón.
Es hora de dejar que el peso de la tradición marque también rumbos, no considero que deba haber monaguillas, las mujeres pueden participar activamente de asuntos parroquiales, conformar grupos de liturgia, integrar la pastoral de música, pero no ser monaguillas.
Existen múltiples formas para que las mujeres estén al servicio del Señor y Su Iglesia. No hace falta recurrir a estas ideas "brillantes" para darles cabida en las obras de la Iglesia.
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