lunes, 2 de mayo de 2011

¡La Iglesia soy yo! - Sigue el abuso del Obispo


Mons. Nourrichard se rie de sus víctimas

Fracasa totalmente el diálogo pedido por los fieles


Mons. Nourrichard intercabia regalos con el "obispo" anglicano de Salisbury, al llegar a la ceremonia de ordenación de sacerdotisas de la que él participó con paramentos episcopales católicos.


Como se recordará, en la última entrada referida al lamentable asunto de Thiberville, dimos la noticia de que se había abierto una instancia de diálogo entre las partes en conflicto, por pedido de los fieles.

Pues bien, desde días atrás, estábamos extraoficialmente anoticiados del fracaso de las conversaciones entre el obispo Nourrichard y representantes de los feligreses que sufren sus increíbles abusos. Publicamos la noticia ahora que se ha oficializado a través del blog de Apoyo al padre Michel.

Es ya clásico el modo en que los progresistas distraen a sus víctimas con los vericuetos de la burocracia, para decirles al final (si acaso les dicen algo) que no cumplirán con la ley de la Iglesia porque ellos tienen la sartén por el mango. De modo que lo sucedido con el obispo Nourrichard, no puede sorprender a quienes hemos tratado con especímenes de la misma o peor calaña.

Para enterar a nuestros lectores de las peripecias del caso, publicamos a continuación el artículo tal como está en el Blog mencionado.


Estériles discusiones entre Mons. Nourrichard
y los fieles de Thiberville

(Las aclaraciones entre paréntesis son de Página Católica)

Muchos de ustedes nos han pedido que demos a conocer el resultado de las conversaciones habidas entre Mons. Nourrichard y algunos fieles de Thiberville; por eso publicamos esta nota resumiendo los principales elementos de lo que, en realidad, ha sido un simulacro de discusión.

En una reunión preliminar organizada por la Parroquia Ntra. Sra. de la Charentonne (de la que depende ahora Thiberville), el 10 de Marzo pasado estuvieron presentes, por una parte, los padres Vivien (nuevo párroco) y Bernard (el que no sabe celebrar la Misa Tridentina), una religiosa, los cuatro miembros del equipo de pastoral de Bernay (ciudad sede de la parroquia), 5 ó 6 personas abiertamente favorables a la extinción de la parroquia de Thiberville -incluidos algunos detractores bien conocidos del padre Michel y cuya familiaridad con el padre Vivien llamó la atención de muchos- y, por la otra parte, unos veinte feligreses partidarios del destituido ex cura párroco.

Hay que reconocer que la reunión fue extremadamente tensa, al final de la cual el padre Vivien aceptó que estábamos en un callejón sin salida. A continuación, uno de los fieles de Thiberville pidió que se concrete una reunión con Mons. Nourrichard, con la esperanza de que dialogando directamente con él se pudiera lograr un acuerdo que apacigüe el conflicto.

Aceptado el pedido, el 17 de Marzo durante una reunión en la que participaron Mons. Nourrichard, el padre Dauban, Vicario General de la Diócesis, el padre Vivien y cinco fieles de Thiberville, se recordó que la situación actual no es saludable porque se basa en la calumnia, y que los feligreses de Thiberville no pueden aceptar que su parroquia sufra la maldad de algunas personas.
Se hizo notar al obispo las diferentes carencias que afectan a la comunidad local (falta de Misas, catecismo, etc. que coincide más o menos con lo que hemos detallado en nuestro artículo "Lo hizo Stalin: No, un obispo católico"), que puede resumirse en la siguiente frase "La obra pastoral que durante 25 años llevó adelante el padre Michel, secundado por numerosos laicos, ha sido destruida".

Durante el curso de la entrevista, la única solución que se le ocurrió a Mons. Nourrichard fue pedir que el padre Michel abandone la Casa Parroquial (donde vive desde que llegó a la villa hace 25 años, y ahora le alquila la Municipalidad). Solución incomprensible, en la medida en que los hechos han indicado que los fieles de Thiberville no se sienten en absoluto cómodos con el nuevo "impulso" iniciado por el padre Vivien.

Luego los parroquianos le pidieron al obispo la creación de una parroquia personal para el padre Michel, con sede en alguna de las 12 iglesias que componían la finada parroquia... A lo que contestó el obispo que estudiaría la propuesta, y la sometería a la opinión del Consejo Consultivo que él preside y está integrado por varios sacerdotes más.

En una nota del 1º de Abril pasado, Mons. Nourrichard respondió a la propuesta en los siguientes términos:

El pedido de creación de una parroquia personal para el padre Michel ha sido examinado tanto por el Consejo Episcopal, como por el Consejo de Presbíteros y el Consejo Consultivo, y en ninguna de esas instancias ha sido apoyada. La única solución a esta crisis es la partida del padre Michel de la Casa Parroquial de Thiberville, para que pueda integrarse de nuevo al equipo pastoral de la diócesis de acuerdo con su obispo.

Permítasenos precisar que no entendemos, en modo alguno, en qué forma la partida del padre Michel solucionará el desierto espiritual en el que estamos, y los estragos que comienza a causar en las almas.
Notar además la presión ejercida en el Obispado a fin de lograr que sus más altas instancias diocesanas sean unánimes en lo que concierne al padre Michel, cuando sabemos que algunos de esos mismos sacerdotes diocesanos veían en la creación de una parroquia personal propuesta por los fieles, una forma simple de salir de la crisis. Evidentemente, hay sacerdotes que no se atreven a expresar su opinión frente al Obispo, quizá por temor a represalias, lo cual es comprensible.

El asunto está terminado, no hay nada que agregar. Circulen, por favor, parroquianos de Thiberville...

1 comentario:

Fernando Romero dijo...

El padre Michel no tendrá donde reposar la cabeza, pero el señor obispo seguramente deberá rendir cuentas ante el Tribunal del Señor. Es obra de los hijos de las sombras destruir todo lo que está en favor de la difusión de la Fe. Así han procedido en muchos lugares, y lo seguirán haciendo mientras los católicos seamos tibios y no nos comprometamos. El Buen Pastor conoce a sus ovejas por sus nombres, y ellas reconocen su voz. Pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, que nos mande sacerdotes santos a todos los rincones de la tierra.