miércoles, 29 de mayo de 2013

Monición para Corpus Christi


Monición para la Solemnidad del Santísimo

Cuerpo y Sangre de Cristo

20 de Junio de 2013

(Audio: 03' 47")


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El jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad, se celebra la solemnidad del Santísimo Sacramento de la Eucaristía o Corpus Christi.
Esta fiesta puede ser trasladada al Domingo siguiente por la autoridad eclesiástica, en caso de considerarlo necesario, como ocurrió en nuestro país cuando la política laicista eliminó el feriado correspondiente.

A pesar de que la Iglesia celebra el Jueves Santo la institución del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, debido a que entonces está de luto por la Pasión de Jesucristo, ha juzgado conveniente instituir otra fiesta particular para honrar este misterio con pleno regocijo.


Para honrar el misterio que se celebra el día del Corpus:
  • hemos de acercarnos con particular devoción y fervor a la Sagrada Comunión, y dar gracias con todo el afecto de nuestra alma al Señor, que se ha dignado dársenos a cada uno de nosotros en este sacramento;
  • hemos de asistir en esta solemnidad a los oficios divinos, y particularmente al santo sacrificio de la Misa, y hacer frecuentes visitas a Jesús oculto en las especies sacramentales.
En la fiesta del Corpus se lleva solemnemente la Santísima Eucaristía en procesión:
  • para honrar a la Humanidad Santísima de nuestro Señor, escondida en las especies sacramentales;
  • para avivar la fe y aumentar la devoción de los fieles a este misterio;
  • para celebrar la victoria que ha dado a su Iglesia contra todos los enemigos del Sacramento;
  • para reparar de algún modo las injurias que recibe de los enemigos de nuestra religión.
A la procesión del Corpus hay que asistir:
  • con gran recogimiento y modestia;
  • con intención de honrar por medio de nuestras adoraciones el triunfo de Jesucristo;
  • pidiéndole humildemente perdón de las comuniones indignas y de todas las demás profanaciones que se cometen contra este divino Sacramento;
  • con sentimientos de fe, confianza, amor y reconocimiento a Jesucristo, presente en la hostia consagrada.
Hoy la Iglesia despliega sus galas, y se deshace en cánticos y alabanzas a la divina Eucaristía. Y no bastándole el recinto del templo ni la quietud del santuario se derrama, como hemos dicho, por las calles y plazas de pueblos y ciudades en devoto y festiva procesión, paseando en artísticas custodias y bajo palio al Rey de reyes, encerrado en la Hostia consagrada.

Es el Rey del pueblo, el Rey de la ciudad, el Rey de todos.¡Paso al Santísimo Sacramento! ¡Para Él campanas, para Él las salvas de los cañones! ¡Para Él el tributo de las espadas, las palmas y las ofrendas! Y que Él , en amorosa correspondencia, bendiga y consuele a los que lo pasean en triunfo, reconociéndolo como Dueño y Señor.



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Ilustra esta entrada: "El triunfo de la Eucaristía sobre la Idolatría (bájelo en alta resolución aquí)", óleo sobre tabla de Pedro Pablo Rubens (1625-1626), que se conserva en el Museo del Prado.

En 1625 la archiduquesa Isabel Clara Eugenia encargó a Rubens el diseño de una serie de diecisiete tapices con destino al Monasterio de las Descalzas de Madrid. Tratan el tema de la Eucaristía, dogma principal del catolicismo que la infanta defendía como princesa soberana de los Países Bajos meridionales.
Las escenas fueron concebidas por Rubens a modo de desfiles triunfales, simulando ser telas colgadas de arquitecturas barrocas, que provocaban una efectista duda entre realidad e imagen artística. Las seis tablas que custodia el Prado forman parte del proceso necesario para la realización de los tapices: son los modelos pintados por Rubens en los que se basan los cartones, mucho mayores, que los tapiceros usaron para confeccionar los tapices. Fueron propiedad del marqués del Carpio en 1677, y pasaron en 1689 a poder del rey Carlos II. Durante el siglo XVIII, cuatro de los cuadros sufrieron añadidos en sus cuatro costados y dos en su parte inferior y superior. 

El Triunfo de la Eucaristía sobre la Idolatría, uno de estos tapices, muestra el interior de un templo dedicado a Júpiter, cuya estatua sobre pedestal se contempla en la parte superior izquierda (se trata de la escultura del Zeus de Olimpia, de Fidias); ante ella hay un pequeño altar donde se quema el incienso y varias figuras que le adoran. En primer plano se distinguen seis personajes y un niño con pífano, en actitud de sujetar a un toro para el sacrificio; todos ellos retroceden violentamente y muestran su asombro ante la súbita aparición de un ángel por la parte superior derecha, que porta un copón con la Sagrada Forma.
La alegoría representada, muestra el esplendoroso triunfo del Cristianismo, simbolizado por el emblema eucarístico, frente a los ritos y sacrificios idólatras del paganismo.


3 comentarios:

Carlota Lassalle de Valenzuela dijo...

Estimados amigos de la Capilla del "Sagrado Corazón de Jesús" de Flores.

Con gran emoción y alegría e recibido este bellísimo envío para la Monición del Corpus Christi de este año.

Siempre piadosas y aleccionadoras palabras e imágenes que mueven el alma a la devoción al Santísimo Sacramento del Altar.

No puedo dejar de senti un cierto dolor por lo acontecido aquel fatídico día, en el que Satán, como en el cuadro pintado por Rubens, hacíase dueño de las almas pero, tal como en ese aparece el Ángel que aleja las tinieblas, también hoy, nuestros corazones esperanzados aguardan ese momento que, ciertamente, llegará cuando la Divina Providencia lo disponga.

Uniéndome epiritualmente a Uds.
en tan fausta Festividad, los saludo cordialmente,

en Cristo y María.

Carlota dijo...

ESTIMADOS AMIGOS:
QUIERO HACER UNA CORRECCIÓN ORTOGRÁFICA YA QUE, ESCRIBÍ "E RECIBIDO" Y NO LA FORMA CORRECTA "HE RECIBIDO".-

Anónimo dijo...

Agradezco a Dios que nuevamente gocemos de sus envíos, que tan edificantes son para quienes necesitamos y deseamos vivir nuestra fe, en el mismo espíritu que nos fue trasmitida por nuestra tradición apostólica y los últimos Papas.

En el Amor de los Dos Sagrados corazones.

Abundantes bendiciones y protección, de Jesús y María, para esta página y sus creadores.

Marta Conforti