Buscan con palos a los profanadores

Algunos no quieren dejarlo ahí

Que no se tome este post como incitación a nada pero, aunque la noticia no permite asegurarlo, parece que la Santa Ira se hace presente para dar un escarmiento. Quizá los protagonistas no habrían llegado a tanto si nuestros pastores hubieran condenado públicamente la profanación de la Iglesia de San Ignacio, y hubiesen exigido la sanción de los responsables. He aquí la noticia:

El Rector pidió custodia policial
para el Buenos Aires tras un "apriete"

Mientras algunos estudiantes limpiaban, otros conversaban acerca de la sanción que les correspondería a los cinco compañeros que el miércoles profanaron la iglesia de San Ignacio de Loyola.

Muchos se habían ido a dormir a sus camas después de diez días de descansar sobre frazadas o en bolsas de dormir. Era sábado por la tarde y la toma en esa escuela preuniversitaria se había levantado.

En eso estaban los estudiantes cuando unas 30 personas subieron las escalinatas de la escuela y pidieron “las cabezas” de los cinco adolescentes que rompieron, orinaron y quemaron el templo.

El grupo prometió volver y por eso, ayer, las autoridades de la institución pidieron custodia a la Policía Federal. Los padres que fueron testigos del hecho aún no radicaron la denuncia.

“Recibí denuncias de padres que me contaron sobre esta situación y están muy preocupados. Refirieron que esta gente, todos muy musculosos, se acercaron con palos y banderas argentinas. Ningún papá pudo identificar a qué grupo pertenecían. Siempre según lo que dijeron los padres, querían darle un ‘escarmiento’ a los alumnos implicados en la profanación de la iglesia”, contó a Clarín el rector del Nacional de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli.

El hecho se conoció ayer. Según pudo reconstruir este diario, algunas personas del grupo tenían banderas con esvásticas para reclamar los nombres de los que ingresaron a San Ignacio.

Intentaron entrar y los frenó el portero. Dijeron que no les interesaba que los alumnos tomaran el colegio, pero que no podían permitir que destruyeran una iglesia. Agregaron que iban a perseguirlos adonde fueran y, antes de retirarse, cantaron el Himno Nacional a los gritos.

“Pedían los nombres de los cinco alumnos que están implicados en los destrozos. Creemos que son neonazis, que responden a (Alejandro) Biondini. Cuando cantaron el himno, levantaban la mano y agitaban una bandera argentina. Pero no sabemos exactamente a qué agrupación responden”, explicó Juan Manuel Cuello, presidente del Centro de Estudiantes del Nacional de Buenos Aires.

Lo último que dijeron antes de abandonar las escalinatas de la escuela fue que volverían ayer para reclamar las identidades de los estudiantes. Por eso Zorzoli pidió a la Policía Federal que enviara personal de seguridad. Tres agentes estuvieron apostados allí desde las 18, pero nadie apareció. Por la mañana, los Bomberos Voluntarios y los perros de rastreo fueron al lugar después de que Portería recibiese una llamada que alertaba sobre la colocación de una bomba. Sin embargo, las autoridades del colegio desligaron esa amenaza de las que habían recibido el sábado. Si bien lo padres le pidieron a Zorzoli que realizara la denuncia, el rector sugirió que fueran los adultos que en ese momento estaban en la escuela quienes debían radicarla en calidad de testigos.

Mientras tanto, siguen sin darse a conocer oficialmente los nombres de los responsables de haber dañado la iglesia más antigua de Buenos Aires, aunque sí trascendieron algunas identidades en las redes sociales. Frente al hecho del sábado, los papás pidieron a las autoridades que no se hagan públicos los nombres de estos alumnos para no ponerlos en riesgo.

Aún no han definido las sanciones que les corresponderán a los estudiantes. Por lo pronto, hoy citaron a los padres de los chicos cuyos nombres tiene en su poder Zorzoli. Tendrán una reunión con el rector, por separado. Tampoco pidieron todavía el informe sobre su rendimiento al Departamento de Alumnos. Sí se considera la posibilidad de expulsarlos de la escuela. Pero el proceso es largo, sobre todo porque todavía resta confirmar si son los responsables.

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