"Rebelión" en Thiberville

Los fieles resisten silenciosamente

la tiranía del obispo juramentado

El padre Vivien, de civil,

responde a los fieles frente a la Municipalidad

Esta semana, ha sido la primera en 25 años en que no se ha dicho diariamente la santa Misa en la ex parroquia de Thiberville. Lamentable noticia que, si bien ha sido causada por la jerarquía local, se debe en última instancia a la Curia Romana. Porque una vez que el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica rechazó los recursos del padre Michel, el obispo de Èvreaux tuvo las manos libres para seguir con su plan de destrucción. Y aunque sus jueces no hayan deseado un desenlace así, debieron preverlo, máxime cuando se trata de asunto tan delicado como la salvación de las almas.

Luego de la multitudinaria celebración del pasado Domingo 20 y, como dijimos, de una semana sin misa, hoy 27 del corriente, se presentó en Thiberville el nuevo "Moderador", párroco de Nuestra Señora de la Charendonne, padre Jean Vivien, para celebrar a las 10 Hs., según costumbre. Numerosos parroquianos estaban aguardándolo, no para asistir a su misa sino para hacerle conocer su gran desasosiego. Las respuestas que dio a las preguntas que le realizaron los fieles no fueron muy bien acogidas.

De todos modos, la cerradura de la puerta de la Iglesia local había sido llenada con espuma expansiva, impidiendo su apertura y obligando a la cancelación de la misa. No hace falta decir que los ánimos están caldeados y que algunos resisten más allá de la cuenta.

El padre Vivien, vestido de absoluto civil, luego de proponer al alcalde que la celebración de las 17 Hs. sea efectuada en una iglesia vecina, se dirigió a la cercana localidad de Saint Aubin de Scellon, para la acostumbrada celebracíon de las 11,15 Hs.

En el interior del templo aguardaban los fieles, rezando el Santo Rosario por propia iniciativa. Pero cuando el sacerdote hizo su ingreso sin casulla, éstos se marcharon en absoluto silencio, dejando la iglesia vacía, o mejor dicho con la presencia de unos pocos íntimos del párroco venidos con él desde Bernay. Según informa el blog que sostiene al Padre Michel, los fieles no podían en conciencia asistir a su misa. Seguramente ya conocen como celebra el nuevo párroco, y por otro lado: ¿no sabe el padre Vivien que hay que vestir casulla para celebrar? ¿Qué pretendía presentándose así? Alguien ha pensado que quiso irritar, escandalizar y castigar a los fieles allí reunidos.

A las 5 de la tarde, hora en que habitualmente se celebraba el Modo Extraordinario del Rito Romano, el padre Vivien, esta vez acompañado de otro sacerdote, se presentó en la iglesia de Thiberville para excurse de celebrar "en razón del estado de ánimo de los fieles". ¿Será eso solamente, o quizá no le gusta el Latín como dicen? Veremos...

¿Cuál es la razón para que una comunidad que ha demostrado un fervor, una piedad y una generosidad poco común, sea privada de la asistencia diaria de la Santa Misa: mientras el pastor permanece encerrado! ¿Por qué se les quita la liturgia tradicional, con la pretención de que asistan obligatoriamente a una celebración que, en conciencia, no puede aceptar, bajo pena de ser privados de la Misa dominical?

Hay un cisma evidente en la Iglesia. Los personeros de la Revolución Mundial Anticristiana ocupan hoy no pocas sedes. La teología modernoprogresista de éstos y la liturgia de ella derivada, chocan frontalmente contra la Tradición de la Iglesia sin reconciliación posible; porque no puede haber armonía entre la luz y las tinieblas, entre Jesucristo y Belial.

Por eso, en este tiempo en que el ataque desembozado y sin cuartel contra la Tradición está mostrando sus frutos más amargos, roguemos el auxilio del Señor con los siguientes versos del Salmo 34:

Señor, pelea contra los que me atacan;

combate contra los que me hacen la guerra.

Sufran una derrota y queden avergonzados

los que me persiguen a muerte.

Vuelvan la espalda llenos de confusión los que traman mi daño.

Sean como polvo frente al viento,

cuando el Ángel del Señor los desbarate.

Sea su camino oscuro y resbaladizo,

cuando el Ángel del Señor los persiga.

Porque sin motivo me tendían redes de muerte,

sin razón me abrían trampas mortales.

Que les sorprenda un desastre imprevisto,

que los enrede la red que escondían;

que caigan en la misma trampa que me abrieron.

Mi alma se alegra en el Señor y gozará de su salvación.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

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Imágenes de un día triste

La Puerta bloqueada en la Iglesia de Thiberville

Los fieles esperan al celebrante en Saint Aubin de Scellon

El celebrante entra sin casulla y los fieles se van en silencio

El progresismo se queda solo