La Santa Sede felicita a un sacerdote argentino
por su apostolado litúrgico
Durante el último viaje que realizó a la Ciudad Eterna como uno de los cincuenta expertos invitados por la Pontificia Comisión para la Cultura, con el objeto de disertar en el congreso "La Iglesia y la Emancipación de Hispanoamérica", el padre Alfredo Sáenz fue felicitado por el subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Juan Miguel Ferrer, por el apostolado litúrgico que llevaba adelante desde la Capilla Sagrado Corazón de Jesús de la Parroquia Santa Francisca Javier Cabrini, en Buenos Aires.
Nos enteramos ahora de que el mismo Mons. Ferrer ha dirigido una carta al padre Adolfo Calívar, de la Arquidiócesis de San Juan, Argentina, alentándolo a seguir con una tarea similar a la realizada con mucho éxito hasta el 6 de Junio pasado en la Capilla porteña arriba mencionada y que, según creemos, ha sido el motivo de su clausura.
Por eso, en un acto de estricta justicia, nos apropiamos de esta carta cuyo texto publicamos abajo, para dirigírsela a nuestro querido padre Alfredo por la dedicación, paciencia y amor que ha empleado en apacentar a su pequeño rebaño; y que ha permitido hacer brillar el esplendor de la liturgia romana hasta la grotesca clausura del pequeño templo. Abuso realizado por los mismos que no se cansan de pontificar sobre "los derechos del pueblo de Dios" y las "bondades de la colegialidad y de la democracia"; mientras fustigan permanentemente la "intolerancia de los integristas y fundamentalistas". Claro, cuando el soberano quiere lo que ellos combaten: ¡Se acabó toda esta cháchara!
También se la dirigimos a Mons. José Torquiaro, a los demás sacerdotes que celebraron en la Capilla, y al padre Carlos White, ex párroco de Santa Francisca Javier Cabrini quien, con fina percepción, interpretó precisamente la orientación litúrgica del Santo Padre; lo cual probablemente sea la principal causa de que hoy esté a 2.000 Km al sur de Buenos Aires.
¡Qué Dios los premie según su merecimiento! Y remueva, cuanto antes, el obstáculo que impide el despegue de la liturgia tradicional en la Arquidiócesis de Buenos Aires.
A continuación la carta que Mons. Juan Miguel Ferrer
dirigió al Padre Calívar.
(Haga click sobre la imagen para agrandarla)
En la fotografía: El padre Alfredo Sáenz canta el Pregón Pascual durante la Solemne Vigilia
Caro: P.Alfredo, felicitaciones y que la Santa Trinidad nos regale nuevamente el Santo sacrificio de la Misa; La de siempre, la tridentina.
ResponderEliminarCristo vencido, vence, impera y reina.Per ómnia saecula saeculórum.Amen
Estimados Fieles de La Capilla del Sagrado Corazòn de Jesùs: me uno a la alegrìa que inunda el corazòn al leer el reconocimiento por la obra del Buen Pastor, Rvdo. Padre Dr. Alfredo Sàenz y los demàs apòstoles, sacerdotes y laicos, que trabajan por la restauraciòn de la verdadera Fe catòlica, con su Liturgia que le es intrìnsecamente propia.
ResponderEliminarCon mi mayor afeto, en Cristo y Marìa, Carlota Lassalle de valenzuela.-
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ResponderEliminarQuerida Carlota:
ResponderEliminarHay que aclarar que este reconocimiento que la alegra y nos alegra es solamente moral porque la carta está dirigida al Padre Canívar que desarrolla su apostolado en San Juan.
Como digo arriba, nos hemos "apropiado" de esta carta para redirigírsela al padre Sáenz, puesto que él ha desarrollado una tarea igual o parecida a la de San Juan y, por lo tanto, en justicia le corresponderían las mismas felicitaciones.
Por otro lado, éstas ya le fueron expresadas de palabra por el mismo autor de la carta en cuestión.
Pero, aún así, creo que esta aclaración había que hacerla.
Un cordial saludo.